GIA
Joe O'Kelly.
Así se llama mi pareja actual, es un joven multimillonario de 29 años que se dedica a la explotación de minas de diamantes, una herencia familiar interesante. Nos conocimos en una gala de inversiones, fui allí porque tenía una reunión con uno de mis clientes sobre un nuevo armamento.
Hace exactamente 9 meses que Joe entró en el ascensor donde estaba yo, él estaba con su móvil y yo solo quería llegar a la planta del garaje para irme a casa. Cuando por fin llegué a mi destino, salí y él salió detrás de mí.
— Oye... Creo que se te ha caído...— Me giré y lo encontré apoyado contra el ascensor, sonriendo.— Siempre caís en un truco tan tonto.— Y se echó a reír.
Sinceramente, yo estaba flipando, ¿quién coño se creía? En vez de partirle la cara, le mire de arriba abajo.
— Vestir como un caballero y abrir la boca y parecer un burro.— Su sonrisa se ensanchó aún más enseñando sus dientes rectos y blancos.
— Era una broma, pero me ha gustado que caigas en ella. Ahora que ya te tengo enfadada, ¿Qué debo hacer para que me perdones?— Quería sonreír, era un payaso, pero llevaba tiempo sin conocer a alguien y que el tema de conversación sea una tontería en un garaje de un hotel.— Tienes 5 minutos para convencerme de que te perdone.— Dije coqueta.
— ¿Solo cinco?— Cuestionó elevando una ceja.
— ¿Es qué necesitas más?— Contraataqué.
— Solo necesito uno, pero necesito que te acerques un poco a mí.— Dijo travieso y levantando su dedo a mi para que vaya a él.
Empecé a andar en su dirección y se puso recto, cuando llegué, es tan atrevido que me tocó el pelo descaradamente y yo empecé a percibir el olor de su colonia. Sexy. Joe tiene los ojos azules, el pelo castaño, una nariz de rey y unos labios carnosos.
— ¿Quieres que sea caballeroso o un burro?— Dijo sin quitar un ojo a mi boca.— Bueno...— Antes de poder acabar la frase, ya tenía a Joe comiéndome la boca, duro y sin pedir ningún permiso. Me giró y me aplastó contra la puerta del ascensor, mientras su mano viajaba a mi culo. Me acarició los labios con la lengua unos segundos y luego la introdujo entre mis labios y yo gemí en su boca. Después de un par de minutos sin aire, nos soltamos y nos miramos a los ojos.
— Ya tienes tu perdón.— Me arreglé el pelo y me puse en marcha hacia mi coche. Él me siguió y me abrió la puerta.
— ¿No me darás tu nombre?— Me dijo sonriendo Y antes de que pudiese contestar, volvió a hablar.
— ¿Sabes qué? No me lo digas, te encontraré. Es más divertido.— Solté una risa y negué con la cabeza.
— Buena suerte en ello.
Me subí al coche y arranqué.
Una semana después de aquello, recibí un mensaje en mi correo del trabajo. JOE.
"Tuve que sobornar a algunos en la gala, pero ya tengo tu contacto. Gianna Coppola."
Después de intercambiar unos mensajes tontos, me invitó a cenar y empezamos a salir.
Joe sabe que soy madre de trillizos, no puso ninguna pega, de hecho le pareció divertido. Le dije que estaba escapando de la mafia italiana y me ofreció ayuda, desde entonces empezó a ser una persona a la que respeto lo suficiente.
Lo único que no sabe es que soy MC MILLAN.
Joe respeta que no pueda invitarlo a mi casa, quiero que ese sitio sea un hogar seguro para mis niños. Pasamos noches en hoteles o en su casa. No tenemos nada oficial, pero somos exclusivos y tenemos un sexo increíble. Lo que más me gusta de Joe, es que cuando no estoy de humor por algo, no se mete en mis asuntos, simplemente intenta hacerme pasar un buen rato. También es un buen amigo, sabe cuándo escuchar y sabe cuándo callar.
Ahora estoy en la mi propia isla, los niños no dejan de correr de un lado a otro con Gatling detrás de ellos con un palo. Benelli y yo hemos estado toda la mañana verificando la seguridad de las dos casas donde estaremos este fin de semana. La casa 1 que estaremos las chicas y la casa 2 que estarán los chicos.
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Srta.Mc Millan
RomanceTodos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual. Libro I de la serie THE7. Gia, siendo la hija del capo de Miami de La Cosa Nostra, regresa después de pasar una vida llena de peligro y entrenamiento en Rusia, obligada a hon...