ALESS
Esto no es bueno, nada bueno. Mauro está desatado, con su mirada fría lo está calculando todo. Gianna niega con la cabeza hacia su amiga, pero Gatling le hace caso omiso y sigue acercándose a Mauro.
— Ya es la segunda vez que intentas acercarte a mí, señorita Gatling, ¿tanto deseas morir?— Pregunta Mauro apartando la mirada de sus objetivos, sabe perfectamente que no se van a mover, si no son imbéciles y quieren morir.
Gatling para en seco y levanta la mirada hacia Mauro.
— Mata a la única princesa de la Yakuza y verás lo que es el deseo de morir, Mauro Russo.— Lo está provocando y no va a conseguir nada de ello.
— Gatling, hazte a un lado, esto es cosa nuestra.— Lo hago por su bien, no necesito que muera la mejor amiga de mi mujer a manos de mi mejor amigo, que no es italiana y que no podré reclamarle nada a Mauro por ello.
— No me voy a retirar, tú no me das órdenes De Marchetti, me importa una mierda Darío, pero Luca es el tío de mis sobrinos y no es un traidor, si lo fuera le hubiese cortado la yugular yo misma, delante de todos tus hombres.— Mauro no deja de mirarla y no me gusta, la va a matar si no se calla.
— ¿En qué te basas para poner tu vida en peligro por Luca?— Pregunta Mauro con una tranquilidad que me pone nervioso.
— No le debo una explicación a un hombre que no es un heredero de La Cosa Nostra.— Mauro me mira y levanta una ceja, me está preguntando sin palabras, si la mata él o yo.
— ¿Qué tal si atamos a Luca y Darío, esperamos a que despierte Elton y nos diga quién de ellos es?— Interfiere Gianna.
Miro a los ojos a mi hermano y a mi primo y asienten.
— AK, átalos, por favor.— Le pide Gianna a la rusa.
Los ata y Mauro baja sus armas y el resto de chicas obedecen a Gianna.
Media hora más tarde, Elton vuelve a moverse y Colt le tira agua en la cara.
— Despierta, principito, te necesito lúcido para mí. Quiero irme a dormir igual que tú, no me concentro sin mis horas de sueño.— Le explica Colt con una sonrisa de bondad, que estoy empezando a pensar que es de todo menos buena.
— No lo llames así y menos le digas que esté lúcido para ti.— Escupe Darío clavando la mirada en Colt.
— Dejemos tus celos para otro momento, por el amor de Dios.— Dice AK.
— Oh... Vaya, habéis deducido el traidor en dos personas, impresionante.— Habla Elton con una voz más apagada que antes.
— ¿Cuál de ellos dos?— Pregunta Gianna y yo no tengo duda de que ninguno de los dos es.
— ¿Por qué no podría ser tu hermano?— Pregunta de vuelta Elton. Gianna abre los ojos como platos y veo como clava sus ojos en él.
— Ya lo puse a prueba, dejándolo a solas con mis hijos, cuando nacieron. Podría haberlos matado. Mi hermano no es un traidor.— Argumenta Gianna a favor de su hermano.
— Sigues siendo igual de leal a tu familia....— No termina la frase Elton, porque Gatling le da un puñetazo que lo hace caer de la silla.
— Responde, me estoy cansando.
AK y Mauser lo vuelven a levantar y él sonríe con mucha sangre en los dientes.
— Qué buen derechazo, no dudé jamás de ti, después de conocer a tu hermano mayor. Es igual de bestia que tú.— Cuenta Elton.
— ¿A si? Por ende, sabrás que soy su mano derecha y no me gusta que lo mencionen cuando no está.— Gatling saca su navaja y se sienta de frente en el regazo de Elton, con las dos piernas colgando en cada lado de este.
ESTÁS LEYENDO
Srta.Mc Millan
RomanceTodos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual. Libro I de la serie THE7. Gia, siendo la hija del capo de Miami de La Cosa Nostra, regresa después de pasar una vida llena de peligro y entrenamiento en Rusia, obligada a hon...