Capítulo 47

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Si alguien conoce el número del más allá;

hágamelo saber para poder llamar a quien no está,

aunque sea un momentico, por un minutico,

para calmar este vacío infinito, triste y maldito

que me carcome hasta la sien inclusive,

como una gota de querosén en un pedazo de anime, dime

si sabes la forma de enviar una postal a un plano espiritual

comunicar que me siento muy mal.

El primer trago -Canserbero

GIA

Aless se ha ido.

Me levanto con mala leche, pero mi actitud cambia cuando escucho a mis hijos de vuelta, salgo de la cama y voy directa a abrazarlos.

— ¿Qué tal os la habéis pasado?— Pregunto a los tres.

— Bien, mami, ha sido súper divertido.— Me responde Massimo.

— Muy bien, el tío Alec nos arropó para dormir y el tío Luca se enfadó porque quería arroparnos él.— Me explica Ares y me río.

— Genial mami, pero te he echado de menos.— Dice Adriano.

— Y yo a vosotros, muchísimo, no me gusta estar lejos de vosotros.— Me vuelven abrazar.

— ¿Dónde está papá?— Pregunta Massimo.

-Tiene algo de trabajo, me voy a duchar y bajo para que vayamos a entrenar, luego tenéis clases, ya os he escogido una profesora.— Cambio de tema, porque no sé dónde está Aless.

Asienten y bajan corriendo como un terremoto.

Cuando termino voy hacia el salón y veo a mis hijos jugando, pero vestidos y listos. Vamos al jardín y hoy les toca entrenar tiro con arco, es un entrenamiento para mejorar su puntería, sus temblores y agudizar sus sentidos al disparar, para cuando les toque aprender a usar pistolas.

Entrenamos durante 2 horas y luego vamos a la ducha y a desayunar.

Les presento la nueva profesora y me prometen que no la estresarán mucho y que se portarán bien... Y eso espero.

Me retiro a mi nuevo despacho y me pongo a trabajar, me pierdo en el tiempo y cuando son las 5 de la tarde, subo a hablar con mis hijos y despedirme. Hoy tengo que ver a Joe y me debo arreglar.

Aless no ha dado señales de vida y no pienso joderme la cabeza por eso, ayer tuvo una noche movida y me arrastró con él. Si necesita tiempo, que se lo tome.

Me pongo un vestido sexy de color púrpura oscuro, con unos tacones negros y me arreglo. Mientras hago todo esto, pienso en las palabras de Aless y la frase que más se repite en mi mente es "No quedes con él, quédate conmigo y lucha a mi lado.", meneo la cabeza para deshacerme de sus palabras y sigo arreglándome.

Bajo las escaleras a las 6 en punto y voy a por mi Jeep, me dirijo directamente al restaurante donde Joe ya está esperándome en el parking. Joe siempre me espera en los parkings para poder entrar juntos, pero esta vez no quiero jugar con los italianos, sigo siendo la mujer del Don, así que le envío un mensaje.

"Entra, estamos en terreno italiano, no me gustaría que te pegasen un balazo"

Veo cómo coge el móvil y se ríe mirando hacia mi coche, va avanzando a la puerta y me fijo en lo guapo que está. Joe es un hombre alto y sexy, lleva unos pantalones de vestir y una camisa blanca bien planchada.

Srta.Mc MillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora