Capítulo 46

9.7K 723 67
                                    


El Whisky y mi corazón.

Era un cabrón.

Era mi cabrón favorito.

Cada vez que ese cabrón entraba al bar,

me pedía lo de siempre;

Whisky solo.

Podía escuchar como le quemaba la garganta

y a mí

el corazón.

Mi alma necesita un refugio. -Abby Assou

GIA

Alessandro está actuando raro, hace todo aquello que toda mujer desearía y la verdad es que me emociona, pero siempre hay una sensación de freno, cuando siento que avanzo con él un paso, los recuerdos me empujan dos pasos hacia atrás.

Me he tatuado algo precioso con él, sobre nuestros hijos, pero lo comparto con Aless, eso hace que me sienta enlazada a él de alguna forma.

Terminamos y me guía al coche a por nuestra próxima parada. Unos 15 minutos más tarde, estamos en nuestro restaurante favorito; comida italiana. Entramos y no hay absolutamente nadie.

— ¿Lo has reservado?— No es raro que Aless reserve restaurantes, de hecho lo suele hacer bastante, pero este en concreto no lo suele hacer porque es uno de los mejores italianos y suele venir nuestra gente aquí a comer.

— No, ahora es mío.

— ¿Para qué lo quieres?

— Lo compré hace tiempo, quería venir a comer aquí, tranquilo, sin ver la cara de nadie.— Vaya, eso me ha sorprendido.

Me guía a la que solía ser nuestra mesa y nos sentamos. Aparece una camarera, joven y guapa, sí que han cambiado las cosas por aquí...

Mientras toma nota de lo que dicta Aless, ella no le quita los ojos encima y él no hace más que mirar el menú y hablar. A mí ni me mira, ella solo lo atiende a él, como si estuviese solo en esta mesa.

Nos trae primero una botella de vino y las copas, procede a servirnos, cuando Aless le quita la botella y la despide.

— Puedes retirarte.— Sin mirarla, Aless coge mi copa y empieza a echar en ella la bebida.

— Señor, puedo servirle, para eso estoy.— Y bate sus tristes pestañas hacia Aless. Él levanta la mirada y la analiza.

— Recuérdame tu nombre.

— Soy Estefany.—  Vaya nombre más feo, ¿En serio Gianna? Criticando los nombres de las chicas que hablan con Aless.

— Estefany, ¿conoces los vestuarios de los trabajadores?— ¿Qué mierdas le va a decir?

— Sí, señor De Marchetti.— Como vuelva a batir esas pestañas de gallo, tendremos un problema. Esta vez se acerca más a Aless mientras habla.

— Entonces, dirígete allí, coge tus cosas y desaparece de este restaurante, tienes 2 minutos antes de que te atraviese con una bala.— Uf, Alessandro. Esto es lo que me gusta de él, siempre me ha dado mi lugar en ese sentido.

La chica sale literalmente corriendo.

— Podías ser más gentil.— Le digo y miento porque llega a ser gentil con ella y yo le rompo la cara a él y a ella.

— No quiero hablar de nadie que no seas tú, así que deja ir el tema.— Asiento con orgullo, Aless sabe cómo cortejar a una chica.

— ¿De verdad no has estado con otras mujeres, en mi ausencia?— Sigo sin creérmelo. Aless me mira a los ojos y veo tristeza en ellos.

— Podría haber estado con otras, pero no quise, quería tenerte a ti. Y que me muera ahora mismo si le he puesto un dedo encima a otra mujer desde que te conocí.— Vale, Aless nunca jura, así que me lo creo.

— ¿No se te ha lanzado ninguna mujer de la familia?— Es obvio, cualquiera de ellas quisieran estar con el Don.

— Muchas.— Dice serio. Dejo el tema porque cada vez que profundizo, siento que me ha sido leal de alguna forma y me molesta.

El chef se encarga de traernos nuestros platos y hablamos un poco mientras cenamos. Hablamos de lo que ha estado mejorando en la familia, mis misiones, nuestros hijos...

ALESS

Srta.Mc MillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora