ALESS
— Baja Gianna, baja ahora mismo.
— Aless...
— ¡Baja!— Le digo firme.
La arrastro al capó y la encierro entre él y yo, la aplasto con mi cuerpo, mis manos están en esas caderas que me vuelven loco, sus ojos están en mis ojos y lo sé, está excitada.
— ¿Te has excitado por él, Gianna?— Pregunto paseando mi mano lentamente hacia su body rojo.
— N...No.— Ahora, parece que tartamudee, bien.
— No me mientas, estás cachonda. Juro que si toco tu coño y está mojado, vas a recibir el peor castigo que has recibido en tu vida.
— No estoy excitada por él.— Me sorprende.
— ¿Por Gatling?— Si me dice que sí, voy a asesinar a Gatling esta noche y ya puede venir toda la Yakuza por mi cabeza.
— No.— Y aparta su mirada. La agarro fuerte de la mandíbula y hago que me mire. Mi otra mano vuela a sus pantalones y los desabrocho, la meto en sus pantalones y me encuentro lo que ya sabía, está tan mojada que me sorprende que sus pantalones no estén lloviendo. Gime y entrecierra los ojos.
— Dímelo Gianna, dime quién te ha puesto así.— T...Tú, me has puesto así.— ¿Le ha puesto caliente lo posesivo que soy con ella? Sigo acariciándole el coño, está tan ardiente que me temo que esté enferma.
— ¿Qué es lo que te ha puesto de mí?
— Cuando me has sacado de allí y le has clavado la navaja, ha sido lo más caliente que has hecho por mí.— Lo dice sin ningún tipo de vergüenza y a mí esto me está poniendo a 100.
— Abre esos labios, Gianna.— Abre sus carnosos labios para mí y le escupo, abre un poco los ojos, pero no traga.
— Traga.— Y le aprieto la garganta, siento como pasa bajo mis dedos y cierro los ojos. Cuando los abro, Gianna se pasa la lengua por sus labios y los míos chocan contra los suyos.
El beso es caliente y desenfrenado, mi mano ya no está en sus pantalones. Una sigue en su garganta y la otra está agarrando su pelo de raíz.
Gime en mi boca y yo me aplasto más contra ella para que vea lo me provoca. Dejo que respire un poco, mientras le pregunto.
— ¿Gianna cómo vas a recompensar a mis ojos por verte, no solo con un hombre clavando su polla en tu culo, si no también a una mujer calentándote?
— Aún no soy tu esposa, no te debo nada.— Dice a 2 centímetros de mis labios y respirando mi maldito aire. Maldita seas Gianna, todo lo que sale de esa mala lengua pagarás por ello.— Entonces escogeré yo el castigo.— Digo tranquilamente.
Me alejo y me saco el cinturón. Sus ojos se abren mucho, no es miedo, esto la provoca.
— Quítate los pantalones Gianna.— Me reta con la mirada y cuando acaricio el cinturón en mis manos, se los quita lentamente junto con los tacones.
— Vuelve a ponerte los tacones.— Levanta una ceja y vuelvo a acariciar el cinturón. Se los pone y vuelvo a darle una orden.
— Quítate ese body.— Se lo quita y sus pechos grandes saltan, sus pezones están duros y veo que lleva un diminuto tanga rojo, es tan diminuto que apenas le cubre el coño.
Me acerco al capó y me apoyo, mientras la observo.— Ahora báilame, no quiero lo que ellos recibieron, quiero lo mejor de ti.— Con el pelo revuelto, los labios hinchados y el rojo corrido, en tanga y en tacones, en un descampado de mala muerte, es mejor que cualquier otra cosa que haya hecho.
Se acerca y mete su mano en mi bolsillo sacando mi móvil, me lo pone delante de la cara y se lo desbloqueo. Cuando asimilo lo que va a hacer y veo que está poniendo una canción. Empieza a reproducirse "Die for you- The Weeknd". Pone el móvil a mi lado y empieza a menear sus caderas sin tocarme, y cierro mis manos en puños alrededor del cinturón para no agarrarla, quiero ver hasta dónde llega con esto. Se agacha meneando sus caderas y sube arrastrando sus manos por mis piernas, pasa lentamente por mi polla dura y siseo. Gianna es la cosa más sexy que existe, lo confirmo y doy un brazo para reafirmarlo. Empieza a menearse delante de mi polla mientras me desabrocha la camisa sin dejar mis ojos. Dios, sé qué eres tú quien me la ha mandado, solo pido que esto no acabe.
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Srta.Mc Millan
RomanceTodos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual. Libro I de la serie THE7. Gia, siendo la hija del capo de Miami de La Cosa Nostra, regresa después de pasar una vida llena de peligro y entrenamiento en Rusia, obligada a hon...