Capítulo 51

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GIA

Aless ha perdido la memoria, apenas es el que conozco, solo se acuerda de su vida de hace 6 años, antes de mí. Se acuerda de esa tal Carina, pero, sin embargo, de mí no. Me he quedado en la puerta escuchando como pedía que la llamasen, lo sé, me estoy comportando como una niña, pero no aguantaré verlos juntos, no quiero. Aless me ha hecho daño como el que más, pero también ha hecho cosas por mí que deberían ser inolvidables, no me entra en la cabeza, que no me recuerde, que no recuerde quién soy, como nos conocimos...

Mientras salgo de esa habitación, me dirijo a Alec.

— ¿Puedes venir?— Le pregunto a mi hermano, que se levanta y me acompaña al jardín.

— No me gusta tu cara pálida.— Dice mi hermano preocupado.

— Eso no importa ahora mismo. Me voy.— Abre los ojos y me pone la mano en el hombro.

— ¿Por qué?

— Porque Aless no recuerda los últimos 6 años de su vida, por lo tanto, ni a mí ni a los niños. Me voy a mi isla con mis hijos, desde allí trataré de ayudar a cazar a Elton y el traidor, pero no voy a poner en peligro a mis hijos y menos con un Aless que no los reconocerá.— Mi hermano me aprieta el hombro y me aplasta contra su pecho.

— Lo siento tantísimo... Te quiero, siento todo lo que has pasado. Dime, ¿qué necesitas?— Las lágrimas amenazan con caer y como estoy tan agotada, las dejo derramarse.

— Necesito que vuelvas a ayudarme, sé que es una traición, pero Luca y Darío no me dejarán salir.— Alec pone su barbilla en mi cabeza y suspira.

— No tienes que pedírmelo, soy tu hermano y siempre haré lo que más te convenga. Dame los detalles y haré que los niños y tú estéis volando esta noche.

— Yo me las arreglaré sola en la isla, ya la tengo terminada y mis hombres ya están en sus puestos, ahora es el sitio más seguro para nosotros. Necesito que me saques de la mansión a media noche, tengo un par de amigos que pueden preparar un avión para mí.— Alec me acaricia el pelo y asiente.

— Está bien, así será.— Lo abrazo más fuerte y voy a la habitación de mis hijos.

Colt me está esperando en las escaleras.

— ¿Quieres hablar?— Me pregunta con su preciosa cara, niego con la cabeza y me abraza.

— Estaré aquí, cuando quieras hablarlo, estaré para ti siempre, ¿lo sabes verdad?— Es la bondad en persona.

— Sí, te lo agradezco mucho.— Sigo mi camino a la habitación de mis hijos, que están con sus guardias.

Paso las horas con ellos y les doy de cenar, les explico que esta será una misión importante, que debemos ser cuidadosos y que es el mayor secreto que tendremos. Ellos obedecen en cada cosa que les dicto y agradezco a Dios, porque ninguno de ellos me monta ningún berrinche.

Son las 23:45 cuando recibo un mensaje de mi hermano.

"Puerta trasera en 5, está mi coche con las llaves, haré una escena para que todos los guardias se muevan. Suerte y te quiero."

Mi adrenalina sube porque una cosa es ir sola y otra con mis tres hijos, los pongo en fila y bajamos sin zapatos, nos paramos debajo de las escaleras y nos agachamos. Les he puesto auriculares con música y parecen muy animados a esta aventura.

Se escucha un disparo y como los guardias se mueven de un lado a otro, cuando sé que se han dirigido todos al lugar del disparo, les hago un gesto con la mano a mis hijos y corremos a la puerta trasera.

Los subo al coche y arranco, las rejas de la puerta trasera están abiertas, ¿cómo lo ha hecho? Dejo de pensar cuando acelero y mis hijos se quitan los auriculares.

— Mami, lo hemos conseguido.— Grita Ares con emoción y yo asiento con un nudo en la garganta. Estoy a 15 minutos, cuando dos motos y un coche me siguen y empieza la carrera, me han descubierto. Las motos me rodean y el coche se me adelanta. Saco mis pistolas y les digo a los niños que se agachen.

Cuando el coche me obliga a frenar, las motos se paran a cada lado del coche, mis dos brazos están apuntándolos. El de la moto derecha se levanta el casco y dejo ir el aire, es Gatling.

Bajo la ventanilla y me mira enfadada.

— ¿Estás loca?— Me grita y cuando ve a mis tres príncipes detrás, baja la voz.— ¿Por qué coño no me lo has dicho? ¿Acaso mi lealtad es para los italianos o para ti?— Veo como del coche baja AK, y Mauser y en la otra moto baja M.

— No quería que dejarais nada de lo que estabais haciendo, solo me voy a proteger a mis hijos, lejos.

— Y nosotras daríamos la vida por ellos, Colt nos avisó que te ibas, te hemos dejado ir para seguirte, ella y Benelli están entreteniendo a todos con el show que ha montado tu hermano.— Me dice AK.

Mauser ya está subida atrás con los niños y está jugando con ellos ignorándonos a todas.

— Vámonos, no quiero que nos sigan, tenemos que movernos.— Dice M y me siento aliviada, siento un orgullo profundo de haber encontrado una familia en ellas.

— Si nos siguieran, M y yo los entretenemos. Gatling y Mauser te protegerán hasta llegar al jet y no quiero discutir en que vayas a ir en el avión privado de nadie, no podemos fiarnos ahora de ningún amigo, nuestro jet ha estado listo desde que pisamos Las Vegas.— Asiento sin palabras, ellas sí son unas buenas amigas.

— Si nos siguen, disparad a matar.— Ordeno, ya me he cansado, quiero llegar a la isla.

1 h más tarde, no nos ha seguido nadie y estamos en el jet.

— Bebe.— Gatling me pasa una copa. Sigue enfadada conmigo, pero a pesar de ello, no deja de cuidarme.

13 h más tarde, estamos aterrizando en mi isla, desde arriba se ven a todos mis hombres custodiándola y siento mucho orgullo por lo que he podido lograr.

Nuestros relojes empiezan a sonar y vemos que es una llamada entrante de Benelli.

— Ya habéis aterrizado.— Confirma Ben.

— Sí, estamos aquí.— Dice Gatling.

— ¿Qué tal están mis sobrinos?— Pregunta Colt y se me calienta el corazón.

— Están bien.— Les aseguro, sé que les habrá dolido no poder estar aquí.

— Se ha liado muchísimo y tengo a alguien que quiere hablar contigo.— Dice Ben con voz fría.

— Vale, está bien.— Digo un poco dudosa.

— Habla Mauro.— Todas nos sobresaltamos, esto es una sorpresa.

— ¿En qué puedo ayudarte?— Le pregunto tranquilamente.

— Si Carina era el problema, debiste llamarme, le hubiese pegado un tiro. Eres la mujer del Don, tú no debes huir por una amante insignificante. Eres una De Marchetti y Mc Millan, haz que esos nombres se respeten.— Todas estamos en silencio, no esperaba esto de Mauro.

— Soy leal a la familia, no te llamo para decirte que debes hacer, solo llamo para asegurarme que estéis a salvo, si os llega a pasar algo, Aless hará una masacre con todos, incluidas tus amigas.— Mauro es un hombre serio y sereno, piensa bien antes de hablar.

— No sé si agradecerte esto o mandarte a la mierda.— Se queda en silencio unos segundo y luego responde.

— No me importa, cualquier cosa estará bien, ahora, no quiero obligar a Luca a que me dé la dirección de tu isla. Déjame mandar a mis hombres de confianza por si pasa cualquier cosa, los niños son mi prioridad, son los herederos y es mi deber protegerlos hasta que Aless esté listo de nuevo.— Antes de responder, Gatling habla.

— Vete a la mierda tú y tu protección.— Y así, le cuelga.

Me empiezo a reír, porque se siente bien romper las normas. Todas nos reímos hasta que AK habla limpiándose las lágrimas.

— Ahora, si estamos metidas en un buen lío. Voy a llamar a mis hombres para que nos apoyen, porque los italianos van a venir.— Asiento y pasamos a dormir a los niños.




***DARÍA UN RIÑON POR TENER AMIGAS COMO THE7.

ESTAMOOOOS DE ACUERDO?

Mauro en plan:  hija mía, dímelo y le arranco la vida a Carina.***

Srta.Mc MillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora