Juan: no es momento para tus sarcasmos, si vas a hacer ese tipo de comentarios, mejor absténte
Pedro: está bien, San Juan, está bien. Era broma, herrmanito (ríe)
Juan: Simón, casarse es una de las decisiones más importantes de la vida, si crees que es el momento de hacerlo, no me queda más que apoyarte y felicitarte
Simón: muchas gracias, Juan, daremos una buena fiesta, vale la pena
Lucas: pero ¿no te vas a oponer, Juan?
Juan: por supuesto que no, en la felicidad de mis hermanos jamás me voy a oponer
Pedro: pero ¿cómo se va a oponer? Por supuesto que no, si siempre los ha apoyado a cada uno de ustedes, que no tienen ni una gota de su sangre, ah, pero ¿a Pedro? A Pedro si le das una patada en el trasero cada vez que puedes ¿no?
Juan: Pedro, no trates de manipular con los sentimientos de hermanos, para mí tú eres igual de importante que todos, si te refieres a lo de Tadeo, va a depender de la ley que te concedan la patria potestad
Pedro: ay, por favor (bufá)
Juan: yo te puedo ayudar en el proceso, pero nada más, a las leyes yo no las puedo manipular
Simón: regresando al tema de mi boda, voy a pedirle a Modesto con ayuda de Agustín, a que organicen todo, ya no puedo esperar más para que Paloma venga a vivir conmigo
Lucas: (se levanta) pues ojalá a ella si la respetes ¿eh?
Pedro: oigan, oigan, oigan, ustedes ¿qué se traen?
Lucas: nada, nada, olvídenlo, además, don Agustín no puede hacer nada porque el señor Pedro lo corrió
Pedro: ah, si es cierto, se me había olvidado decirles, pero ya el viejo no trabaja en la hacienda y no va a regresar
T/n: si no trabaja aquí es por tu culpa (cruza brazos)
Pedro: él se lo busco
Juan: ¿cómo te atreviste a correr a don Agustín? Es nuestro empleado
Pedro: no, por supuesto que es mi empleado, yo también soy dueño de está hacienda
Lucas: ay, ya ¡bájenle! Don Agustín era muy especial para mi papá
Juan: don Agustín se queda en la hacienda
Pedro: no, por supuesto que no, yo también tengo derecho a correr gente que no hace bien su trabajo
T/n: nuestro papá quiso a don Agustín como a un padre, es un hombre mayor, de la tercera edad
Pedro: no voy a discutir con ustedes por un viejo decrépito, así como tampoco estoy de acuerdo que Modesto ayude en la boda de Simón ¿qué quiere, eh? ¿transformar la hacienda en un asilo de ancianos? ¿ah? Que vengan los viejos, adelante, vengan todos
Juan: ¡a ver, ya! ¡Ya! Estamos muy alterados todos, es imposible no pelear en esta casa, tengamos paz por nuestro padre, volvamos a ser la familia que éramos antes
Pedro: que ciego estás, nunca hemos sido la familia que crees, la familia perfecta, no nos une la sangre, lo único que nos une a todos es que somos unos recogidos, por eso a veces me dan ganas de odiarlos, porque detesto de donde venimos (sale del despacho)
Antes de rise se topa con Sara
Sara: Pedro ¿por qué odias a tus hermanos?
Juan: contesta, Pedro, no todos somos hermanos de sangre, pero si de alma y eso es más fuerte que cualquier unión (se acerca)
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomansaEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...