Rosa: has andado muy paseadora, amiga, no te has dado tiempo para platicar de tu vida, tus viajes, tus amores
Próspero se atraganta con el café
Rosa: ¿estás bien, Prospi?
Próspero: sí, solo se me fue un poco el café
Déborah: mil perdones, amiguita linda, es que ando arreglando unos asuntos
Bertha: perdón por interrumpir tan importante plática, señora Déborah, pero quiero preguntarle del Señor Modesto
Déborah: ni me hables de ese viejo mentiroso y embustero, es un doble cara de lo peor, por la vida anda pregonando amor y paz y en el fondo es un desgraciado
Rosa: ¿qué te hizo, amiga?
Próspero: Rosa deja de andar cuestionando las vidas ajenas
Déborah: por su culpa me enemisté con Catalina, porque Severiano, que en paz descanse, era de esos hombre que ya no hay, guapo, galán, detallista, caballero
Rosa: exacto
Déborah: él me anduvo persiguiendo, conquistándome con flores, porque yo era una niña muy decente, de ir los domingos a misa, pero por supuesto que yo no iba a andar con un hombre casado
Bertha: (se sienta) ¿y qué pasó?
Déborah: caí en el juego de la seducción de ese hombre
Rosa: ay, Santa María Magdalena
Bertha: ¿y don Modesto qué tiene que ver?
Déborah: que le fue con el chisme a doña Catalina, me hizo quedar de las peores con ella cuando fui la engañada, yo nunca supe que Severiano era casado, por culpa del embustero de Modesto no solo sufrió Doña Catalina, sufri yo también porque todos me señalaban, al grado de que estuve a punto de quitarme la vida
Rosa: (sorprendida)
...
Juan: Henry va a saber quiénes somos los hijos de Severiano del Monte, vamos a seguir siendo los líderes en el mercado
Simón: Sara nos metió en este problema, yo solo espero Juan que no vayas a defenderla porque tu compromiso está con nosotros primero
Mateo: a mí me dio mucho gusto que nuestro padre te nombrara presidente, Juan, pero no queremos que cambies por Sara
Juan: ya la escucharon, Sara está dispuesta a poner parte de la herencia, eso es lo que ustedes quieren ¿no? Dejarla sin nada
T/n: bueno, ella se lo busco, se lo merece ¿no?
Lucas: relájense todos, es muy fácil agarrarla en contra de Sara, pero no se dan cuenta que el problema es que se fueron todos los clientes y lo más grandes
Simón: cuéntame, Juan ¿así dejarás ir a todos los demás?
Juan: ¿desconfias de mi capacidad, Simón? ¿crees que solo rompí el contrato con Henry para probar mi punto?
Simón: no, no, yo no digo eso, solo creo que Pedro tiene razón y te estás distrayendo mucho por culpa de Sara
Juan: yo soy Juan del Monte y voy a seguir siendo el presidente de esta empresa, antes de que mi padre me pusiera al frente cerré muchos contratos y traje más de la mitad de los inversionistas, el que quiera permanecer aquí, bienvenido ¡el que no, se larga!
Se quedan callados
...
Próspero: Bertha ¿por qué preguntas por Modesto?
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomansaEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...