Pedro: te conozco muy bien, Dante, muy bien, y si vienes a amenazarme con decirles, créeme que vas a pagar un precio muy caro
Dante: sigues pensando que todos somos unos idiotas, en especial Juan, pero el que va a caer eres tú
Pedro: no me subestimes, no me subestimes, porque vas a pagar un precio muy caro
Dante: no estás pensando con la cabeza, te crees muy inteligente, pero cuando tú vas, Juan ya viene de regreso, con un montón de agentes para meterte en la cárcel si siguies cometiendo tonterías
Pedro: (ríe) se perfectamente lo que estoy haciendo, por qué no te vas a trabajar ¿eh? No te voy a ceder refugio Santa Catalina, hasta que me veas sentado en la silla
Dante: Sara también quiere esa silla, no va a ser fácil quitarle esa idea de la cabeza, así que vas a tener que sacrificar tu ambición, piensa en que te conviene más o renuncias como el rey o dejas que Sara reine por tu propio bien o te vas directo a la cárcel y adiós silla
Pedro: (riendo) oye, oye ¿y quién crees que va a poner a Sara en el trono?
Dante: (se queda callado)
...
Simón: (enojado) ¿cómo te atreves, Sara?
Juan: vamos al despacho (lo toma del brazo)
Simón: ¡me las voy a cobrar! ¡Suéltame! ¡Suéltame!
Se fueron
Sara: (suspira)
Déborah: bueno, voy a ver como sigue la enfermita (se va)
Sara y T/n se miraban sin decir nada
T/n: nunca crei que fueras capaz de hacer algo así (se va seria)
Sara: (no dice nada)
Tadeo: (apareciendo) ¿no has visto a mi...?
Sara: ¿a tu papá?
Tadeo: (asiente)
Sara: sí, mi amor, lo vi salir y espero que no tarde (se acerca)
Tadeo: es que no me llevó a mi terapia
Sara: ay, seguramente se le olvidó, pero yo le recuerdo para que saque otra cita ¿sí?
Tadeo: también tengo que hacer mi tarea
Sara: pues dame unos minutos y yo te ayudo ¿sale?
Tadeo: (asiente)
Sara: bueno, mientras ve por tus cosas
Tadeo: (se va)
Dante: (llegando) que gusto verte, Sara, vengo a ver a Juan
Sara: está con Simón en el despacho
Dante: entonces, esperare a que se desocupe
...
Simón: ¿por qué, por qué, Juan? ¿Por qué permitiste que Sara quitara el cuadro de nuestra madre? Su lugrar es sagrado
Juan: no lo permití, Simón, ese cuadro va a regresar a su lugar
Simón: Sara se está tomando muchas atribuciones que no le corresponden (da media vuelta para irse)
Juan: ¡Simón!
Simón: (se detiene)
Juan: ¿me mandaste mensajes amenazándome con matar a Sara? (serio)
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomanceEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...