CAPITULO 49 (LOS HERMANOS SE OPONEN A LA RELACIÓN DE JUAN Y SARA)

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Juan:...

Cornelio: esto no se los voy a perdonar, a partir de ahora no nada más eres tú mi enemigo, Pedro, son todos los del Monte 

Sara: Cornelio, tranquilo, no hagas cosas de las que te puedas arrepentir, tranquilo 

Cornelio: mi tío tenia razón, todos ustedes están malditos (se va) 

Sara: esto es difícil para todos, yo creo que es mejor que vayas a casa 

Pedro: está bien, me voy, pero solo porque tú me lo pides, vamos, Dante 

Juan: (lo detiene) Dante, te advertí que no podías seguir ocultándome cosas 

Dante: no puedo dejar a Pedro sin una defensa, Juan 

Pedro: oye, si tienes algun problema, háblalo conmigo, Dante simplemente seguía mis órdenes 

Juan: contigo no hay razonamiento que sirva, pero hasta aquí llegó mi paciencia 

Pedro y Dante se van

...

Déborah: Bertha, pero qué falta de respeto 

Bertha: no, yo soy la asistente personal de la señora Rosa, mi deber es asegurarme de que todo vaya bien en esa familia 

Déborah: (mirando a Chavita) no, bueno, el gendarme de las buenas costumbres, pues bueno, ya no tiene caso ocultarlo (sonríe) puedes decirle a mi gran amiga Rosa, que el señor amigo aquí presente y yo estamos en una relación 

Chavita: ¿quién? ¿quién, yo? 

Déborah: sí, tú y yo somos pareja (sonríe) ahora sí, más tequila que se me cierra la garganta (bebiendo) 

...

Beatriz: maldita la hora en que le dije a Pedro que Tadeo es su hijo

Sara: Tadeo ahorita necesita de toda tu fortaleza, Juan conoce a su hermano, estoy segura que lo va a hacer entrar en razón 

Beatriz: no, Sara, yo los conozco muy bien, nadie puede controlar a Pedro, ni siquiera Juan, Pedro es muy malo, a veces hasta siento que es más canijo que Juan 

Sara: ambos tienen personalidades muy distintas, Juan siempre tiene una solución porque él piensa antes de actuar, esa es la diferencia 

Beatriz: le hice mucho daño a Cornelio (llorando) siento que este es el peor golpe para él 

Sara: a mí también me preocupa, lo vi tan desesperado 

...

Cornelio estaba llegando a los adoloridos

Déborah: mira quién llegó, el mismísimo marido engañado, el señor cornudo 

Bertha: ¿cuál cornudo? 

Chavita: (lo mira) ¿y ahora qué pasó? ¿por qué esa cara de velorio? 

Cornelio: tráigase una botella, tío 

Chavita: desembucha ¿qué te pasó? 

Cornelio: el Tadeo no es mi hijo (llorando) 

Chavita: (sorprendido) 

Cornelio: es hijo de Pedro del Monte 

Chavita abraza a su sobrino

Deborah: (sonríe) 

...

Juan, Mateo, Simón y T/n entran al despacho 

Mateo: ¿qué pasó, Juan? ¿dónde está Pedro? 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora