Déborah: trata de descansar, Saris, olvídate de todo, mi amor, de la herencia, de la empresa y sobre todo, de los hombres
Sara: tengo que pensar en todo el proceso de la herencia. ¿Por qué no me dijiste lo que estaba pasando entre Julieta y Juan?
Déborah: Saris, lo hice por tu bien, mi amor, porque no quería darte ese disgusto en el hospital. Julieta fue más inteligente de lo que yo creía
Sara: jamás me vayas a traicionar, eres lo único que tengo
Déborah: (la abraza) jamás lo haría, mi amor, pero una cosa si te digo, una mamá es capaz de todo con tal de ver feliz a su hija y yo doy la vida por ti, Saris
Sara: ¿me ayudas a cambiarme para bajar a cenar?
Déborah: ¿cómo? ¿Vas a bajar?
Sara: por supuesto. Cuando llegamos, yo fui muy respetuosa, les daba su espacio y todo, pero ya cambió, las dos vamos a bajar, mamá
Déborah: (no dice nada)
Sara: Juan cree que me venció, pero no le voy a dar el gusto de que me vea derrotada (seria) es más, nos vamos a mudar a la recámara principal, les guste o no. Voy a hablar con Dante para que impugne el testamento
Déborah: (sorprendida)
Sara: les voy a quitar... todo
...
Rosa: que cruel está siendo el destino conmigo, ahora que todo iba viento en popa con mi Prospi, aparece la infame de Irma a arruinarlo todo
Bertha: yo la aconsejo que no la reciba más, señora, ya vio que no se va, es medio cargadita la mujer ¿eh? Y entonces el señor Próspero se va a enterar de su oscuro pasado, señora
Rosa: Bertha, yo no he hecho nada que me avergüence, si escuchaste algo de lo que dijo esa mujer, bórralo de tu mente porque es una blasfemia
Bertha: señora mía, mi currículum es muy amplio, he sido educada por mi padre y por mi madre que me enseñaron los valores de la decencia
Rosa: ¿qué me estás queriendo decir, Bertha?
Bertha: no puedo quedarme más en esta casa, señora, termino mi mes y le doy las gracias
Rosa: no... (sorprendida)
Bertha: hago retirada, señora mía
...
Julieta: (los mira) ¿ya se pusieron de acuerdo en cómo van a arreglar el mundo del Monte?
Pedro: ¿y que pasó, cuñadita? Yo te hacía ya instalada en la recámara de Juan como la nueva dueña y señora de esta casa
Julieta: dejémoslo en que soy la madre del único y verdadero nieto de don Severiano del Monte
Pedro: no, no te equivoques, es Tadeo, que no se te olvide que es mi hijo y va a vivir aquí y va a ocupar su lugar
Dante: te veo mañana en la oficina, Pedro, para seguir ajustando el programa familiar de los trabajadore. A propósito de familias, Julieta. ¿Sabes quién es el verdadero amante de la señora Déborah Portillo?
Ella niega
Dante: lo tienes en tu casa. Es tu padre (se va)
Julieta: (sorprendida)
Pedro: (rí
...
Rosa: (le suplica) no te vayas, Bertha Perfecta, te subo el sueldo, te regalo un viaje a miami, a acapulco, a ixtapan de la sal, a donde tú quieras (se arrodilla)
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomanceEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...