CAPITULO 20 (ALEJAMIENTO)

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Juan la abraza y ella le corresponde 

Juan: (se separa) perdón, Sara, fue un impulso, no debía hacerlo 

Sara: este abrazo fue... el que nunca nos dimos 

Juan: no se si hubiera sido mejor sentir ese abrazo cuando éramos niños o adolescentes, pero nunca es tarde 

Sara: a mi también me vino bien 

Juan: bueno, vamos a seguir trabajando (se acerca su escritorio) 

Sara: Juan, los abrazos curan el alma 

Ninguno de los dos podía dejar de verse a los ojos

...

Simón: mi padre fue un desgraciado infiel, que no solo fue amante de Deborah Portillo, si no también se metió con la descarada de tu madre (enojado) 

Paloma: no voy a permitir que insultes a mi mamá, ni tu ni yo sabemos como fueron las cosas

Simón: ella sabía que mi papá era un hombre casado, ¿crees que no me duele saber que todos le vieron la cara a mi mamá hasta que se casaron? 

Paloma: a mi también me dolió enterarme de la verdad, pero es parte del pasado, no debe intervenir 

Simón: no, no, Paloma, no puedo con este trauma, no lo puedo superar, la llegada de Sara y Deborah me desajustaron la vida (llorando) 

Paloma: es algo muy duro para los dos, peor junto vamos a poder 

Simón: no 

Paloma: esto nos tiene que unir más

Simón: no, al contrario, Paloma, porque cada ve que vea tu rostro, veré al de tu madre, un más de las culpables del dolor de la mía, la infidelidad se hereda, hay estudios innumerables al respecto

Paloma: (llorando) me estás haciendo daño 

Simón: el mismo daño y dolor que yo estoy sintiendo, ¡vete! ¡vete con tu padre, Paloma! ¡no te quiero volver a ver! (llorando) 

Paloma: (llorando) 

...

Pedro: vine para que Tadeo escoja su regalo de cumpleaños 

Cornelio: nombre, si todavía falta 

Tadeo: ya quiero mi regalo, gracias tío Pedro (lo abraza)  

Pedro: (ríe) 

Beatriz: (mirando a Pedro) mi hijo va a ir a la escuela y no puede ir contigo a ningún lado 

Cornelio: oye, no seas grosera con mi hermano Pedro, Beatriz, él tiene una buena intención 

Pedro: si Beatriz, no seas grosera, por favor ¿por qué no nos acompañas? 

Cornelio: ándale, digo, yo también iría, pero tengo que ir por las vacunas de los cuacos

Tocan la puerta 

Cornelio: (abre la puerta) 

Modesto: mijito, vine a ver a mi nietecito, el mas valiente y fortachón

Tadeo: (corre hacia su abuelo) abuelo (lo abraza) 

Modesto: ¿cómo estas mijito? (abrazándolo) (mirando a Pedro) Pedro no sabía que andabas por acá

Pedro: vine a ver como seguía Tadeo, Modesto  

Modesto: (mirando a su nieto) pero te lo doy con una condición (con un juguete en sus manos) que no te vuelvas a poner en peligro, nos metiste un sus tote chamaco, tenga (se lo da) 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora