CAPITULO 71 (EL CONGRESO)

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Juan: (caminando por el campo) buenas, buenas, hola 

Mujer: hola patrón 

Juan: (lo mira) Mateo

Mateo: (se va) 

Juan: Mateo (va detrás de él) 

Mateo: ¿quién te dijo que estaba aquí? 

Juan: Modesto me lo dijo ¿a dónde ibas? 

Mateo: a Santa Catalina, necesito respirar y pensar un poco 

Juan: me estoy cansando de este círculo vicioso de disculpas y perdón, me preocupas mucho, necesitas ayuda que yo no te puedo dar, tienes que ver a un profesional

Mateo: ya temía que me dijieras eso 

Juan: mira, yo no quieor ni repetir todo lo que hiciste, pero me da mucha tristeza por ti, no puedes echar a perder así tu vida, hermano, bajo los efectos del alcohol puedes cometer errores, entiende que es una enfermedad y no vas a poder salir solo, déjame ayudarte 

Mateo: no sé como pero anoche me salí de la casa 

Juan: ves, está haciendo cosas que no están bien y no solamente te pones en peligro a ti, sino a otras personas también

Mateo: perdóname, hermano, juré ante dios y ante nuestro padre que dejaría de tomar, por favor, dame otra oportundiad, te lo pido 

Juan: este vicio te está llevando a situaciones que nos comprometen a todos, te estás perdiendo a ti, no permitas que el alcoholismo pueda más que tú, te queremos, Mateo, y yo me muero si algo malo te pasa 

Se abrazan 

Mateo: solo ustedes, mi familia, mis hermanos, me pueden ayudar (lágrimas) juro que no voy a volver a tomar, lo juro 

...

Simón: vengo en nombre de Juan y de mis hermanos

Agustín: ¿también de Pedro? 

Simón: ya sé que Pedro lo corrió de la hacienda, pero nosotros no estamos de acuerdo y queremos que vuelva 

Agustín: ustedes ya no me necesitan, lo hacen por el cariño que yo le tuve al patrón Severiano 

Simón: es verdad, pero usted también ha aportado con su sabiduría al campo y a los animales, además, que nosotros lo apreciamos muchísimo 

Augustín: te agradezco tu intención, pero mira, mis manos ya no pueden trabajar, voy a vender quesos y huacales, con eso voy a ayudar a mi familia 

Simón: y eso está muy bien, don Agustín, pero por favor piénselo, usted sabe que la hacienda es su lugar

Agustín: ¿para qué quieren a viejos chacosos como yo? Nada más le estorbamos al patrón "Pedro"

Simón: usted es un hombre de confianza, ayudó a mi padre con todo su trabajo, él estaba muy agradecido 

Agustín: dices "mi padre", pero si tanto lo recuerdas ¿por qué lo dejaste morir? 

Simón: (preocupado)

...

Cornelio: ¿y esa maleta? 

Modesto: voy a regresar a la hacienda, hijo

Cornelio: ándale, vete a lamerle las botas a esos malditos, que importo yo, ya me di cuenta que ellos son tu verdadera familia 

Bertha: más respeto para su padre, señor Cornelio 

Chavita: Cornelio, tranquilo, no estás solo, yo te voy a apoyar 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora