Juan: (caminando por el campo) buenas, buenas, hola
Mujer: hola patrón
Juan: (lo mira) Mateo
Mateo: (se va)
Juan: Mateo (va detrás de él)
Mateo: ¿quién te dijo que estaba aquí?
Juan: Modesto me lo dijo ¿a dónde ibas?
Mateo: a Santa Catalina, necesito respirar y pensar un poco
Juan: me estoy cansando de este círculo vicioso de disculpas y perdón, me preocupas mucho, necesitas ayuda que yo no te puedo dar, tienes que ver a un profesional
Mateo: ya temía que me dijieras eso
Juan: mira, yo no quieor ni repetir todo lo que hiciste, pero me da mucha tristeza por ti, no puedes echar a perder así tu vida, hermano, bajo los efectos del alcohol puedes cometer errores, entiende que es una enfermedad y no vas a poder salir solo, déjame ayudarte
Mateo: no sé como pero anoche me salí de la casa
Juan: ves, está haciendo cosas que no están bien y no solamente te pones en peligro a ti, sino a otras personas también
Mateo: perdóname, hermano, juré ante dios y ante nuestro padre que dejaría de tomar, por favor, dame otra oportundiad, te lo pido
Juan: este vicio te está llevando a situaciones que nos comprometen a todos, te estás perdiendo a ti, no permitas que el alcoholismo pueda más que tú, te queremos, Mateo, y yo me muero si algo malo te pasa
Se abrazan
Mateo: solo ustedes, mi familia, mis hermanos, me pueden ayudar (lágrimas) juro que no voy a volver a tomar, lo juro
...
Simón: vengo en nombre de Juan y de mis hermanos
Agustín: ¿también de Pedro?
Simón: ya sé que Pedro lo corrió de la hacienda, pero nosotros no estamos de acuerdo y queremos que vuelva
Agustín: ustedes ya no me necesitan, lo hacen por el cariño que yo le tuve al patrón Severiano
Simón: es verdad, pero usted también ha aportado con su sabiduría al campo y a los animales, además, que nosotros lo apreciamos muchísimo
Augustín: te agradezco tu intención, pero mira, mis manos ya no pueden trabajar, voy a vender quesos y huacales, con eso voy a ayudar a mi familia
Simón: y eso está muy bien, don Agustín, pero por favor piénselo, usted sabe que la hacienda es su lugar
Agustín: ¿para qué quieren a viejos chacosos como yo? Nada más le estorbamos al patrón "Pedro"
Simón: usted es un hombre de confianza, ayudó a mi padre con todo su trabajo, él estaba muy agradecido
Agustín: dices "mi padre", pero si tanto lo recuerdas ¿por qué lo dejaste morir?
Simón: (preocupado)
...
Cornelio: ¿y esa maleta?
Modesto: voy a regresar a la hacienda, hijo
Cornelio: ándale, vete a lamerle las botas a esos malditos, que importo yo, ya me di cuenta que ellos son tu verdadera familia
Bertha: más respeto para su padre, señor Cornelio
Chavita: Cornelio, tranquilo, no estás solo, yo te voy a apoyar
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomanceEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...