CAPITULO 59 (SENTIMIENTOS REVELADOS)

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Sara: ay, no, dime la verdad ¿tú y el señor Próspero...? 

Déborah: ¿qué? ¿si somos algo más? 

Sara: ¿no? 

Déborah: sí, solo somos amantes 

Sara tenía una cara más que de sorpresa, estaba en schok, no sabía como reaccionar 

...

Rosa: que bochorno, esos Cruz dan pena ajena y de todas maneras no sirvió de nada porque de todas formas mi Jessiquita se fue 

Próspero: Jessica ya tomó una decisión y no va a volver 

Rosa: me canso que regresa

Próspero: (pensando) 

Rosa: ¿qué tienes, Prospi? Seguro esos frijoles te cayeron mal. Ay, Dios mío (resuella) ¿y si tenían toloache o polvo de uñas, o eso que le pone esa gente? 

Próspero: no, no, no, Rosa, es que yo quiero pedirte algo

Rosa: ay, hable, me tienes en ascuas 

Próspero: (suspira) Rosa, mírame a los ojos 

Rosa: (lo mira) 

Próspero: por favor, pídele a Déborah que se vaya de esta casa, hazlo antes de que sea demasiado tarde 

Rosa se asusta 

...

Sara: no, no, no ¿cómo es posible, mamá? No lo puedo creer 

Déborah: Próspero es un caballero, jamás diría una palabra 

Sara: es que ese no es el problema, mamá, estás haciéndole daño a una familia ¿cómo te atreves? 

Déborah: ¿por quién me tomas? Yo seré todo, menos una rompe hogares 

Sara: ¡eres una rompe hogares! (grita susurrando) ¿qué no fue suficiente con el dolor que le causaste a doña Catalina? ¿no ves todo lo que te dicen? ¿no aprendiste nada?

Déborah no dice nada 

Sara: ¿qué no...? A ver, no lo puedo creer ¿qué no Rosa es tu amiga? 

Déborah: esa no es amiga de nadie, solo quiere casar a sus hijas con los del Monte, pero bueno, ya se le arruinó el plan con Julieta, porque tú fuiste la que le quitó a Juan 

Sara: no, no, yo no hice eso, ya, por favor vete, vete ¿sabes qué? Pensaba hablar con Juan para que regresaras a la hacienda, pero no tienes límites

Déborah: Saris, es que yo no te lo quería decir, pero es que tú me haces enojar

Sara: es que ese siempre ha sido el problema contigo, tú no piensas en los demás, solamente piensas en ti y haces lo que te da placer en el momento, pero nunca te das cuenta de las consecuencias 

Déborah: mi amor, me importas tú, Saris ¿tú crees que yo iba a dejar pasar la aventada de copa y todo lo que te gritó Rosa? Hago las cosas por algo 

Sara: no, no, no quieras hacerme creer que eres amante de ese señor para vengarme, ya no soy totna, no voy a dejar que me manipules, ya, por favor, no más (suspira) no lo puedo creer, vete 

La mujer la miraba sin intenciones de irse 

Sara: vete 

Déborah: (se va) 

...

T/n se encontraba sentada en su cama recordando la pelea que tuvo con Sara 

Recuerdo...

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora