CAPITULO 96 (HOMBRE PELIGROSO)

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Aurora: ya veo que fue inútil venir contigo, no te quito más tu tiempo, Sara, se nota que eres una mujer muy ocupada 

Sara: pero no me respondío. ¿Por qué pensó que yo podía ayudarla? 

Aurora: mi corazón, mi dolor, mi arrepentimientos me dijieron que tenía que empezar en algún lado, y así terminé aquí, quizá no lo sabes, pero mi vida tampoco fue fácil, sin esposo, con dos hijos que mantener, me sentía tan agobiada, llena de rabia. ¿Por qué de todas las mujeres en el mundo me tuvo que tocar a mi una vida tan dura? Llena de pobreza, amargura, humillación, perdón, no quiero agobiarte con mi confesiones, es que suele tanto todo lo que pasó 

Sara: lamento no ser la persona que la acerque a sus hijos, pero creo que eso lo tiene que lograr usted sola sin manipulaciones

Aurora: te entiendo, no voy a insistir más, todos cometemos errores, Sara, yo los cometí como madre y como mujer, ahora solo quiero saldar las cuentas pendientes con mis hijos (se va) 

...

Victorio: con que te crees muy gallito ¿no? (le da un golpe) 

Lucas: (lo golpea) 

Victorio le regresa al golpe a Lucas, haciendo que él cayera, y aprovechara para seguir golpeándolo

Amado: sueltalo, desgraciado 

Justo en ese momento llegaron los hermanos del Monte a defender a su hermano Lucas

Cada uno se estaba peleando con los hombres que estaban con Victorio, todas las personas presentes salieron del lugar asustadas por lo que estaba pasando en ese momento

Juan estaba peleando con Victorio y con otro tipo, mientras que sus hermanos estaban peleando con los demás

Lucas intento meterse en la pelea, pero Amado, Chavita y Cita se lo impidieron, pues el pobre ya estaba golpeado

...

Déborah: más vale que nos consigamos una empleada para este negocio, Bertha, yo no pienso despachar ni un solo sarape, la ridícula de Rosa que no llega

Bertha: bueno, yo le puedo ayudar aquí en la atención al cliente, pero solo de momento, porque mis funciones son otras, así que mejor vaya consiguiéndose una vendedora

Déborah: qué anticuada y pasada de moda está la tienda (toma un martillo) y esa Beatriz seguro se la pasaba echando novia con Pedro antes de ponerse a limpiar 

Bertha: (ríe) 

Déborah miraba por los cajones y se da cuenta que había una caja dentro de uno de ellos

Déborah: (toma la caja) ¿y esto? ¿Qué será? 

Bertha: yo creo que eso no lo debería de mover de su lugar, porque seguro es algo personal de la señora Rosa 

Déborah: ¿personal? (vuelve a tomar el martillo) En mi negocio nada es personal 

...

La pelea continuaba en los adoloridos, todos los hombres de Victorio estaban derrotados ante los golpes de los hermanos del Monte

Chavita: (llamando a la policia) ¡no contestan! ¡La policia no contesta nunca! 

Victorio: (saca su arma) ¡alto o me los quiebro! (le apunta con el arma a Juan) 

Todos miraban a Victorio, quien estaba a punto de disparar, pero Juan al ser más listo lo toma por uno de sus brazos y lo tira al suelo quitándole el arma

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora