CAPITULO 95 (UN REGALO MUY ESPECIAL)

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Pedro: Tadeo, hijo, solo hay una respuesta para esa pregunta, sí, matar es muy malo, nadie tiene derecho de quitarle la vida a otra persona por ningún motivo 

Tadeo: y si es malo ¿por qué la gente lo hace? 

Pedro: hijo ¿por qué me estás haciendo esas preguntas? No entiendo 

Tadeo: es que la otra vez...

Sara: (entrando) Pedro, perdón 

Pedro: (se acerca) 

Sara: la mamá de Lucas está muy mal, la llevaron a Santa Catalina 

Pedro: ¿qué? 

Sara: sí

Pedro: Tadeo, hijo, me tengo que ir (le da un beso en la frente) te amo, príncipe 

Tadeo: bye, pa

Sara: buenas noches, mi amor 

Pedro: descansa 

Sara y Pedro se van

...

Mateo: ¿y no era mejor dejarla en el hospital? Ahí tendría todos los cuidados y atenciones que necesita 

Juan: ya le habían dicho a Lucas que se la iban a entregar en la noche, así que le ofrecí traerla para acá 

T/n: morirá ¿verdad? 

Juan: los doctores la desahuciaron, aunque es compatible con Lucas para la donación de riñon, los beneficios esperados son mínimos, por lo que el transplante se descartó 

Mateo: al menos morirá rodeada de sus hijos, estar solo en un hospital en tus ultimos momentos debe ser terrible

T/n: lo mejor era traerla a la hacienda y que vea a sus hijos por última vez para que puedan despedirse de ella 

Mateo: ¿ustedes que harían si aparece su verdadera madre? 

Juan: la verdad es que no sabría como reaccionar un encuentro así, no sé si desearlo 

T/n: yo no lo deseo, si ella no me quiso antes ¿por qué me querría ahora? 

Suena el celular 

T/n: lo siento, tengo que contestar (se va) 

Mateo: hermano ¿les hizo mucho daño? 

Juan: solo te podría decir que volver a verla sería regresar a la peor pesadilla de mi vida 

Mateo: ¿le avisaste a Simón de la mamá de Lucas?

Juan: no ¿para qué? Le arruinaríamos la luna de miel 

Mateo: bueno, pero si algo malo sucede, se va a enojar porque no le dijimos nada a tiempo 

Juan: (no dice nada) 

...

Carmen: nunca hubiera imaginado que el último día de mi vida estarían los dos juntos a mi lado, lamento tanto haberlos separado, ojalá un día puedan sentir el amor de hermanos 

Amado: no siga, mejor descanse 

Carmen: hijo ¿me dejas un momentos a solas con tu hermano? 

Amado asiente y se va

Lucas: Amado tiene razón, ya no se esfuerce 

Carmen: cuando dejé tu mano, apenas sostenías uno de mis dedos y ahora mírate, hijo, perdóname, por mi culpa perdiste la herencia de tu padre 

Lucas: a mí no me interesa el dinero, no se preocupe por eso, por favor

Carmen: creí que te había perdido para siempre el día que te abandoné, que Dios me perdone, por muchos años guardé la esperanza de poder recuperarte, pero por más que trabaja de sol a sol, nunca había dinero suficiente 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora