Juan: ¡Sara, déjala!
Sara: (se aleja)
Julieta: (finje llorar) ¡está loca, me quiso aventar por las escaleras!
Sara: (sorprendida)
Julieta: Sara me quiso aventar porque no soporta que este embarazada de ti
Juan: ¿es cierto, Sara?
Sara: por supuesto que no, no seas ridículo. Jamás haría algo así, ya madura, deja de mentir, Julieta, estás mal
Mateo: yo le creo a Sara
Sara: (sorprendida)
Mateo: no deberías mentir con eso, Julieta
Julieta: yo no soy una mentirosa, parece que en esta casa tengo que cuidar la integridad de mi hijo contra todos
T/n: entonces ¿qué fue lo que paso?
Sara: a Julieta le vino un dolor muy fuerte y la estaba tratando de ayudar
Julieta: ¡no es cierto! (mirando a todos)
Sara: no, sí, la trate de ayudar
Julieta: Sara me empezó a jalonear y dijo que tenía que regresar a la empresa a trabajar y quiso aventarme por las escaleras, queria matar a mi bebé
Modesto: virgen santa
Julieta: ella me quería matar y a mi bebé también
Juan y Sara se miraban
...
Rosa se encontraba guardando su ropa en la maleta, estaba decidida a irse de la mansión
Próspero: entiendo como te sientes, Rosa, y no voy a justificarme, muchas veces estuve a punto de decírtelo porque era algo que no me dejaba vivir en paz, pero tú como siempre, tergiversaste las cosas
Rosa: ¿crees que hubiera cambiado en algo aunque lo hubieras dicho antes?
Próspero: no, para nada, pero quería ser honesto contigo, es la única vez en mi vida que lo he hecho, y sí, Rosa, sí, siempre te fui fiel y me siento el peor de los hombre, acepto que me equivoqué, Rosa, te pido por el amor de Dios que me perdones
Rosa: (suspira) nunca, nunca te lo voy a poder perdonar, me viste la cara en mi propia casa, con mi amiga, eso es lo peor que le puedes hacer a una mujer
Próspero: ¿adónde vas?
Rosa: ¿qué te importa? Tampoco te importó revolcarte con Déborah
Próspero: no te voy a detener, Rosa, antes de que te vayas, tienes que escucharme
...
Juan y Sara entran al despacho
Juan: ¿qué fue lo que pasó?
Sara: no pasó nada, jamás a tentaría contra la vida de nadie, Julieta vino y se aferró a mí
Juan: Sara, no te estoy acusando de nada, pero desde donde yo lo ví, parecía que la ibas a aventar, sólo quiero que me expliques la situación
Sara: no digas tonterías, no voy a justificar semejante mentira, no puedo creer que Mateo me crea antes que tú
Juan: no me hables así, Sara
Sara: ni tú a mi, cree lo que te dijo Julieta, pero ¿sabes qué? Yo tengo la conciencia tranquila porque no soy una asesina
Juan: no sé, Julieta tampoco inventaría algo así
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomansaEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...