CAPITULO 55 (PEDRO LE CONFIESA SUS SENTIMIENTOS A SARA)

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Rosa: Jessiquita ¿te volviste loca por la "amorexia"? Una cosa es que yo venga a está... casa y otra muy diferente es que ellos vayan a nuestra mansión

Adela: mire, señora, nosotros no tenemos ninguna necesidad de ir a su "mansión" y mucho menos a cenar, así que llévese todas las cosas que trajo porque no son necesarias 

Bryan: (entrando) suegrita de mi corazón (sonríe) que chido que vino a visitarnos (la abraza y le da un beso en la mejilla) 

Rosa: Bertha, las sales, las sales 

Jessica: principe, mi mamá nos invitó a todos a cenar a la casa 

Rosa: de ninguna manera 

Bertha: doña Rosa, si me permite hablar, yo creo que debería aceptar que vayan a cenar, como la familia política que son 

Rosa: yo odio la política y estos no son de mi familia 

Agustín: Dios nos libre de ser de su familia 

Bertha: insisto, si la familia ya creció, pues lo mejor es verlos reunidos 

Rosa y Adela negaban, mientras que Jessica sonreía 

Rosa: está bien, acepto, solo les advierto que en mi casa no se comen memelas ni posole ni nada de esas comidas prehistóricas 

Bertha: prehispánicas, señora 

Rosa: pues no se comen y muy importante, vayan bañados 

Bryan: hasta perfume me voy a echar, suegrita (la abraza) 

Rosa: ¡ay! Bertha 

Bertha: por favor, por favor, distancia

...

T/n estaba llegando a la casa de Camila

Camila: (sonríe) hola, T/n

Se abrazan

Camila: ¿cómo has estado? 

T/n: (suspira) con mucho trabajo (ríe) pero luego te cuento ¿estás lista? 

Camila: por supuesto, me da mucho gusto que allás aceptado mi invitación 

T/n: salir a comer no es una mala idea, así despejo mi mente un rato con todo lo que esta pasando 

Camila: ¿nos vamos? 

T/n: cuando quieras (sonríe) 

Suben al auto y se van al restaurante

...

Déborah: ¿qué te pasa, cariño? 

Próspero: no sé, Deborah, es algo que no me puedo explicar, si me gana mucho el deseo contigo, pero luego me gana el arrepentimiento con el que no puedo (suspira) 

Déborah: es que eres un hombre bueno, Próspero, pero ahora que estoy viviendo en tu casa, me doy cuenta que no te dan el valor que tienes, ni tu esposa ni tus hijas 

Próspero: (no dice nada) 

Déborah: mi amor (se acerca) te gana el sentimmentalismo, porque siempre te has conducido por el camino del bien, por eso te tratan como te tratan, chiquito 

Próspero: sí, pero no está bien, no está bien, Déborah, y te pido que te vayas de mi casa 

Deborah: mi amor, no seas así (le acaricia la espalda) no me puedes correr de tu casa, mi amor, es el lugar más decente de este pueblo, y yo necesito estar cerca de mi hija, no puedo alejarme de ella 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora