Rosa: Jessiquita ¿te volviste loca por la "amorexia"? Una cosa es que yo venga a está... casa y otra muy diferente es que ellos vayan a nuestra mansión
Adela: mire, señora, nosotros no tenemos ninguna necesidad de ir a su "mansión" y mucho menos a cenar, así que llévese todas las cosas que trajo porque no son necesarias
Bryan: (entrando) suegrita de mi corazón (sonríe) que chido que vino a visitarnos (la abraza y le da un beso en la mejilla)
Rosa: Bertha, las sales, las sales
Jessica: principe, mi mamá nos invitó a todos a cenar a la casa
Rosa: de ninguna manera
Bertha: doña Rosa, si me permite hablar, yo creo que debería aceptar que vayan a cenar, como la familia política que son
Rosa: yo odio la política y estos no son de mi familia
Agustín: Dios nos libre de ser de su familia
Bertha: insisto, si la familia ya creció, pues lo mejor es verlos reunidos
Rosa y Adela negaban, mientras que Jessica sonreía
Rosa: está bien, acepto, solo les advierto que en mi casa no se comen memelas ni posole ni nada de esas comidas prehistóricas
Bertha: prehispánicas, señora
Rosa: pues no se comen y muy importante, vayan bañados
Bryan: hasta perfume me voy a echar, suegrita (la abraza)
Rosa: ¡ay! Bertha
Bertha: por favor, por favor, distancia
...
T/n estaba llegando a la casa de Camila
Camila: (sonríe) hola, T/n
Se abrazan
Camila: ¿cómo has estado?
T/n: (suspira) con mucho trabajo (ríe) pero luego te cuento ¿estás lista?
Camila: por supuesto, me da mucho gusto que allás aceptado mi invitación
T/n: salir a comer no es una mala idea, así despejo mi mente un rato con todo lo que esta pasando
Camila: ¿nos vamos?
T/n: cuando quieras (sonríe)
Suben al auto y se van al restaurante
...
Déborah: ¿qué te pasa, cariño?
Próspero: no sé, Deborah, es algo que no me puedo explicar, si me gana mucho el deseo contigo, pero luego me gana el arrepentimiento con el que no puedo (suspira)
Déborah: es que eres un hombre bueno, Próspero, pero ahora que estoy viviendo en tu casa, me doy cuenta que no te dan el valor que tienes, ni tu esposa ni tus hijas
Próspero: (no dice nada)
Déborah: mi amor (se acerca) te gana el sentimmentalismo, porque siempre te has conducido por el camino del bien, por eso te tratan como te tratan, chiquito
Próspero: sí, pero no está bien, no está bien, Déborah, y te pido que te vayas de mi casa
Deborah: mi amor, no seas así (le acaricia la espalda) no me puedes correr de tu casa, mi amor, es el lugar más decente de este pueblo, y yo necesito estar cerca de mi hija, no puedo alejarme de ella
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomanceEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...