CAPITULO 26 (TADEO ES HIJO DE PEDRO)

68 5 0
                                    

Próspero: Julieta, ¿por qué rompiste su espejo? 

Rosa: sus razones habrá tenido, tampoco vamos a ser tan injustos con Julietita

Julieta: no mamá, me equivoque y lo asumo (arrepentida)

Jessica: no, nada de que te equivocaste, si hubiera sido yo le hubiera dado una madriza

Rosa: Jessica Millán cuida ese vocabulario (molesta) 

Julieta: lo peor es que si lo hice, hace unos días le di un golpe en la boca

Rosa: ay, Dios mío, ¿qué estoy pagando señor? 

Alondra: hermana eso no está bien, debes tener cuidado con los celos 

Próspero: hija me preocupas, si Juan provoca esas cosas tan negativas en ti, no creo que sea la pareja que mas te convenga 

Rosa: claro que le conviene

Julieta: mamá por favor soy una mujer adulta, yo no estoy con Juan porque me convenga, lo amo, ¿por qué nunca entiendes lo que siento? 

Próspero: hijita, si Juan te trae mas sufrimiento que momentos felices deberías terminar tu relación con él (le llega una llamada) hija... (se acerca a Julieta) te amo mucho, piénsalo bien (mirando a Rosa) es un cliente, voy a contestar afuera (se va) 

Jessica sabía quien era la persona que había llamado a su padre, su amante 

Rosa: (se acerca) mi amor, estas enamorada por eso haces esas cosas, no te preocupes, en mis tiempos nos poníamos peor y nadie nos decía nada

Julieta lloraba, realmente estaba arrepentida con sus hechos, no tenía por qué ponerse así

...

Tocan la puerta de una habitación y alguien va abrir 

Déborah: (lo mira) ya te echaba de menos (sonríe)

La persona cierra la puerta y Déborah se acerca para besarlo

Era nada más y nada menos que Dante

...

Pedro: ¡suéltenme! me quieres hacer quedar mal como el malo de la película ¿no? ¿por qué no le dices a todos que le pegabas a Beatriz? 

Juan: (mirando a Cornelio) ¿qué? 

Pedro: ¡cuéntales! 

Juan: ¿eso es verdad? jamás permitiría que un golpeador trabajara en la hacienda

Sara: ¿cómo se te ocurre ponerle una mano encima a una mujer? 

Cornelio estaba callado, todo lo que Pedro había dicho era verdad y no tenía como defenderse de aquel ataque 

Pedro: así como lo escuchan, Cornelio no es la victima, de echo es mano suelta y Beatriz salió corriendo a mis brazos

Cornelio: ¡mira ya cállate! 

Juan: ¡basta! ¡arreglen sus diferencias en otro momento! 

Pedro: no, yo no voy a arreglar nada con este poco hombre que no sabe cuidar a su propia esposa 

Lucas: a ver ya deja de insultar a Cornelio 

Cornelio: déjalo Lucas, es lo que siempre a pensando de mi y tiene razón, no soy más que un miserable 

Pedro: (sonríe)

Modesto: nuestra profesión es humilde, pero jamás le hemos echo algo a nadie 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora