CAPITULO 48 (EL BESO DE SARA Y JUAN)

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Lucas: (se acerca) Sara

Sara: ¿qué pasa, Lucas? No me digas que hubo otro problema

Lucas: no ¿cómo crees? Toco madera. Quería hablar contigo, la verdad, me siento super mal por lo de tu mamá

Sara: era insostenible que ella siguiera aquí, Lucas 

Lucas: pues sí, pero eso no quita que sea algo que te duela y es lo que menos quiero 

Sara: (no dice nada) 

Lucas: Sara, tú eres mi hermana 

Sara: gracias por preocuparte por mi, lo valoro mucho 

Lucas: siento que nuestra familia está toda revoloteada, solo espero que Juan ponga orden, aunque, la verdad, lo veo muy disperso 

Sara: son muchísimos los problemas para que los resuelva solamente una persona, tienen que comprenderlo 

Lucas: eso lo entiendo, es solo que, pues, no me lo tomes a mal, pero siento que Juan está así por ti, es obvio que te quiere y no como hermana ¿eh? 

Sara se queda callada

...

T/n: (se separa) no vuelvas a besarme, Julieta

Julieta: ¿me negarás que no te gustó? 

T/n: no, y espero que no se vuelva a repetir, porque si es así, no me quedaré de brazos cruzados (se va)

...

Pedro se acerca a Dante 

Dante: Pedro, Juan estuvo a punto de correrme porque le oculté que soy tu abogado en el asunto de Tadeo 

Pedro: pero no te corrió, cálmate, y vamos por Tadeo, voy a necesitar a mi abogado (se va) 

Dante: (suspira) Pedro, pero es que... (intenta detenerlo)

Pedro: pero nada, te dije "vamos", trabajas para mi 

Dante: (no dice nada) 

...

Adela: (llegando) hola pa 

Agustín: hola mija 

Adela: ¿cómo esta? ¿cómo esta de su glucosa? 

Agustín: (sonríe) gracias a Dios muy bien

Adela: me alegro muchísimo, a que ni sabe qué pasó, pa 

Agustín: no ¿qué pasó? 

Adela: pues me fui a hablar con la señorita Sara, a ver si me podía conseguir trabajo en la hacienda, viera qué buena persona es, tiene un corazón de oro, prometió ayudarme (sonríe) 

Agustín: yo te dije que es una gran mujer, es más, a mí me gusta para la patrona T/n

Adela: (resuella) ¡pa! No esté diciendo esas cosas

Agustín: ¿por qué? Me gusta decir las cosas como van 

Adela: (ríe) oiga ¿y el Bryan y el Brandon? 

Agustin: el Brandon está en su cuarto, no ha salido pa' nada, el Bryan, ni sus luces, quedamos que íbamos a arreglar las goteras y nada que aparece 

Adela: ¿dónde se habrá metido, pues? 

Agustin: ¿dónde más, hija? Con la muchacha esa que lo trae arrastrando la cobija 

Adela: ay, Dios, el amor, el amor (rueda ojos) 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora