CAPITULO 52 (EL NEGOCIO DE LOS DEL MONTE PELIGRA)

55 4 2
                                    

Modesto: estoy seguro que todo lo que me dijo es puro veneno, que escupe como la víbora que es 

Déborah: ve con Pedro y pregúntale tú directamente 

Modesto: si compruebo que me está mintiendo me va a conocer de verdad, no me va a importar que me metan en la cárcel como a Simón 

Déborah: déjate de amenazas tontas, Pedro y todos los del Monte tienen mala sangre ¿qué esperas de los adoptados? ¿de qué sirve que los defiendas tanto si son capaces de clavarte un cuchillo en la espalda? 

Modesto: yo sé que usted es una mujer mala, siempre lo fue, pero también debo reconocer que es una mujer muy astuta, que siempre se sale con la suya

Déborah: ay, no halagas tanto con tus palabras 

Modesto: mala sea la hora en la que se metió en nuestras vidas 

Déborah: no, no, no, Modestito, no te sientas tan importante, en tu vida yo no me meto, el que se metió en tu vida y en la de tu hijo Cornelio es Pedro

Modesto se va 

...

Amado: (llegando) hola, buen día (sonríe) 

Paloma: hola, Amado ¿cómo estás? 

Amado: ya mejor, muchas gracias 

Chavita: (sonríe) Amado, por fin saliste del hospital (se acerca) me da gusto que ya estés bien 

Amado: gracias, don Chavita 

Paloma: a mí también me da gusto verte ya recuperado 

Amado: gracias, gusto verlos 

Suena el celular de Paloma, era un mensaje de Simón 

"Juan está cometiendo muchos problemas"

Chavita: ¿qué? ¿qué? ¿pasó algo grave? ¿o qué? 

Paloma: pasó un problema en la empresa del Monte, voy a ver a Simón 

Chavita: ¿cómo que vas a ver a Simón? 

Paloma: papá, no empieces, Simón me necesita, voy a ir a verlo (se va) 

Chavita: (la mira irse) no, no, oye, no...

Amado: mejor nos vemos en otro momento, don Chavita 

Chavita: no, no, tú te quedas aquí porque voy a tener una plática muy seria contigo

Amado: bien 

...

Todos estaban en la sala de reuniones

Henry: ¿qué esta pasando? ¿está en riesgo nuestra inverisón? 

Juan: tuvimos un contratiempo que vamos a resolver, no tiene nada de qué preocuparse 

Henry: ¿seguro, Juan? Porque estamos confiando en ti a pesar de que siempre hicimos negocios sólo con tu papá 

Juan: y sigue en pie desde la primera ves que hablé con ustedes, voy a cumplir lo que acordamos 

Pedro: mister Henry, cálmese, por favor, tenemos que confiar en el presidente de la empresa. Julieta, por favor, explícale a nuestros inversionistas lo que viste, adelante 

Julieta: no pasó nada, sólo que...

Juan: fue un pequeño inconveniente, en este momento a los cultivos, pero el convenio y la firma del nuevo contrato sigue en pie 

Sara: y no tiene que preocuparse porque la inversión está asegurada 

Henry: espero que no nos estén ocultando información, porque la última cláusula del contrato es muy clara (se va junto con Arnold) 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora