CAPITULO 115 (SARA ESTÁ EMBARAZADA)

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Rosa: justicia divina, Próspero 

Própero: (leyendo) Déborah Portillo, madre de Sara del Monte, fue encontrada envenenada en la hacienda Santa Catalina. Otro escándalo más para los del Monte 

Bertha: (llegando) es increíble lo caro que está todo en el mercado. Sube el jitomate, sube la cebolla, lo último que cae son nuestros calzones con solo ver los precios 

Rosa: y espérate ¿ya supiste, Berthita, que Déborah ya las está pagando? (sonríe) 

Bertha: ay, señora, si no sale en el tablón de noticias del mercado no me entero de nada ¿eh? 

Rosa: pues ven acá, necesitas un face, ven, es muy fácil de usar, yo te ayudo a hacerlo, ven

Ambas se va

Próspero: (seriedad) 

...

Dante: Sara, vine lo más pronto que pude 

Sara: Dante, mi mamá está muy mal 

Dante: (la abraza) tranquila, tranquila, todo va a salir bien. Juan me marcó para que vaya al MP, me van a entregar los resultados del análisis del vino 

Sara: ¿ya saben quién mandó la botella? 

Dante: contrataron un servicio de envíos rápidos para llevarlo a otro servicio de paquetería que fue quien lo entregó 

Pedro: no lo sé, quién haya sido lo ha estado planeando durante mucho tiempo 

Dante: Sara, tu mamá tiene una lista muy larga de enemigos. Será difícil saber quién lo hizo 

...

Bertha: ¿entonces a la señora Déborah la envenenaron con un vino? 

Rosa: ¿puede creerlo? Y claro, ella que es tan mala copa, encontró la tragedia en su vicio 

Bertha comenzó a recordar la vez que encontró el ticket de la compra de un vino en el traje del señor Próspero 

Rosa: ya no me dijiste si pudiste encontrar la caja de las cartas 

Bertha: ¿de qué cartas? Ah, las cartas, pues es que con la cantidad dr tiles que ingirió, señora, ni cómo hablar con usted, pero entré a la habitación de la señora Déborah, pero no había nada, busqué en cada rincón, no había nada, seguro ya las guardó en otro lado, pero ahora nunca las vamos a encontrar, con lo que acaba de pasar, pues ya menos vamos a saber 

Rosa: bueno, por lo menos tengo la satisfacción de que está pagando todas sus maldades, Dios es justo. Voy a ir a ver a mi hija Julietita a la hacienda porque seguro está muy nerviosa (se va)  

Bertha comenzaba a preocuparse. ¿Próspero fue quién quiso asesinarla? 

...

Simón: mi amor, qué sorpresa, no sabía que ibas a venir. O ya sé, vienes a preguntarme si yo tuve que ver algo con Déborah 

Paloma: ¿y? ¿Lo hiciste? 

Simón: mi amor, la respuesta es que no, pero sabes que motivos no me faltan 

Paloma: lo que pasó el otro día en la calle con ella te hace ver como un posible sospechoso, Simón 

Simón: ¿desconfías de mí? 

Paloma: no, nunca dudaría de ti, pero el resto del mundo no soy yo, Simón. Sara va a ser la primera que quiera acusarte y eso te va a traer problemas con la policía 

Simón: no me importa, yo estoy libre de culpa, mis manos están limpias. Yo ni siquiera sabía cómo la habían envenenado, Paloma, eso lo vi en las noticias nada más 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora