CAPITULO 128 (UNA MENTIRA AL DESCUBIERTO)

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Juan: ¿cómo pudiste, Julieta? 

Julieta: no, Juan, no lo entiendes, lo que dije no es cierto, solo lo dije para que Mateo me dejara en paz, no puede creer eso

Juan: ¿por qué hiciste todo esto? ¿Para qué? 

Julieta: no, no es verdad, Mateo lo planeó todo (intenta acercarse) 

Juan: ¡no te acerques! 

Julieta: quería que yo dijiera eso. Los resultados que Mateo mostró son falsos, tú mismo viste las pruebas que te enseñé, el bebé es tuyo 

Juan: deja de mentir, tú misma lo confesaste, todos te escucharon 

Rosa: basta, Juan, basta (se acerca a su hija) todo esto es una vil mentira, Julietita sería incapaz de hacer algo así. Es tu hijo, Juan 

Próspero: Rosa, no digas nada. Julieta, como tu padre te exijo que digas la verdad ¿de quién es ese bebé? 

Julieta: (lágrimas) es de Mateo y ya lo aborrezco

Juan: nunca te creí capaz de hacer algo así, te desconozco

Pedro: Juan, cálmate, hay que comprender a Julieta. De la noche a la mañan perdió todo lo que había soñado para su futuro. Esta casa, su vida, a ti, hermano, a ti 

Juan: ¿te das cuenta lo que acaba de pasar? (enojado) Me mintió con algo sumamente delicado 

Julieta: ya estarás contento ¿no? (le grita a Mateo) 

Rosa: mi amor, hijita, cálmate. Estoy segura que hay una explicación para todo esto 

Próspero: calma, calma. Aquí la única explicación es que mi hija necesita ayuda 

Julieta lloraba 

Próspero: lo que ha hecho es una bajeza, me siento avergonzado 

Julieta: ¡yo no necesito ayuda de nadie! ¡No los necesito a ninguno de ustedes! ¡Lárguense! ¡Lárguense de aquí, ya! 

Juan: no, no, no, no, la que se larga de aquí, de Santa Catalina, eres tú 

...

Déborah: ya te he dicho todo lo que tienes que saber 

Sara: entendí, anque nunca acepté tu debilidad por los hombres, mamá, pero sí tengo dudas 

Déborah: ¿dudas sobre mí? 

Sara: sí

Déborah: dímelas ahora y voy a responderlas. ¿Cómo puedes ser tan ingrata después de todo lo que he sacrificado por ti, Sara? 

Sara: yo no soy una hija ingrata, mamá, pero sí siento que te has aprovechado del amor que te tengo 

Déborah: el amor a mi hija es lo que me ha llevado a poner el mundo de cabeza, con tal de verte plena, mi amor, feliz, sin ninguna preocupación económica. Me duele que no lo veas así, Sara (se aleja) 

Sara: ¿a dónde vas? 

Déborah: si no confías en mí, no tengo nada que hacer a tu lado (se va) 

Sara suspira 

...

Juan: como entenderan, Julieta no se puede quedar más aquí. Lo que hizo no tiene perdón, nos engañó a todos. ¿Cómo cambiaste los resultados, Julieta? ¿Cómo lo hiciste? 

Mateo: falsificó todo, Juan (dice mirando a Pedro) yo lo supe porque mi exnovia comprobó que a Julieta le entregaron los resultados verdaderos 

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora