CAPITULO 5 (SARA CONOCE LA EMPRESA)

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Julieta: el castigo que le pusieron a mis hermanas es tremendo, nadie aguanta un encierro, además los Cruz no son malos 

Rosa: Cruz, Cruz que se vaya el Diablo y venga Jesús, no me los menciones

Julieta: es la verdad mamá, se me hacen bien honestos, siempre veo a Bryan bien dedicado en el campo, es muy trabajador 

Jessica: y es guapísimo (sonríe)  

Rosa: tú te callas 

Jessica: (se queda callada) 

Rosa: dirás misa, Julietita, yo no voy a permitir que mis hijas se manchen las manos con uno de esos que trabajan en la tierra

Próspero: recolectan aguacates 

Rosa: peor, ya las veo pobrecitas haciendo guacamole diario 

Jessica: yo puedo salir con quien yo quiera, porque ya soy mayor de edad

Rosa: (rueda ojos) 

Jessica: y no entiendo que hace Bertha aquí 

Bertha: mi tarea como asistente del hogar, es preservar las buenas costumbres y la moral 

Jessica: si, pero ya dije que...

Próspero golpea la mesa, dejando sorprendidas a todas

Próspero: se calman todas, ya puse el castigo y se respeta, ¿me oyeron? 

Se quedan calladas 

Próspero: y ahora a desayunar, buen provecho 

Mientras la familia Millán desayuna. Pedro entra a la tienda en donde Beatriz trabaja para poderla besar sin que nadie los interrumpiera. Por detrás, Pedro la toma de la cintura y le da un beso en la mejilla

Beatriz: (se asusta) ¿qué haces aquí? Pedro, no hagas eso 

Pedro la besa sin poner atención a lo que la mujer le decía  

Beatriz: alguien nos puede ver 

Pedro: porque no cierras la tienda y nos vamos a la cabaña ¿eh? (la vuelve a besar) 

Beatriz: no la puedo cerrar, Pedro, esto ya me esta da miedo, no está bien 

Pedro: ay, Beatriz; y lo hemos hablado mil veces, no pasa nada (la besa) 

Beatriz intenta separarse de Pedro antes de que alguien los viera, pero la voz de Cornelio se hace presente

Se separan por el miedo a ser descubiertos 

Cornelio: ¡Bea! (entrando a la tienda) ¡Bea! (se da cuenta que estaba alguien) Pedro 

Pedro: hermano (sonríe) 

Se abrazan 

Cornelio: ¿qué pasó mi hermano? (abrazándolo) 

Pedro: ¿cómo estas? 

Cornelio: bien, ¿qué haces por acá? 

Pedro: pues viene... (mirando a Beatriz) 

Beatriz: esta chamarra es de pura lana (muestra una prenda) 

Pedro: ah, sí, es que vine a comprarle una chamarra a Juan por su cumpleaños 

Cornelio: ¿a Juan? pero, es en junio (confundido) 

Pedro: ¿Juan? no, no, es para Simón, si, es que con todo lo que ha pasado tengo la cabeza echa bolas (mira a Beatriz) me la cobras, Bea, por favor (le da su tarjeta)

LA  HERENCIA, UN LEGADO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora