LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR

CAPITULO 86 (DÉBORAH DESENMASCARA A MODESTO)

Dante: (entrando) hola, vine a buscar a Juan, le marqué, pero me dijo que ya estaba llegando a la hacienda 

Sara: que bueno que estás aquí porque necesito información sobre la herencia 

Dante: ¿y qué es lo que quieres saber? 

Sara: ¿cuál es realmente la propuesta que me hizo Juan respecto a la herencia? 

Dante: que te vayas de Santa Catalina y que renuncies a la empresa 

Sara: ¿y la cláusula qué? 

Dante: seguiría igual poque los seis hermanos estarían de acuerdo, sería como estar en la hacienda sin estarlo ¿por qué no lo hablas con Juan? 

Sara: porque quiero hablarlo contigo, que eres el abogado de la familia, quiero saber el trasfondo de esto 

Dante: hay negocios que no conozco, algunos son exclusivos de Juan que tiene ciertos privilegios como presidente 

Sara: ¿pero por qué Juan quiere sacarme de todo? T/n también quiere hacer lo mismo, ambos quieren que me vaya 

...

Paloma: tienes razón, no sabré nada del matrimonio hasta que esté casada con Simón

Irma: te pareces mucho a tu papá, Paloma 

Paloma: mamá (le toma la mano) yo a ti te quise mucho, te quiero, pero volver a hacer una vida contigo va a ser imposible 

Irma: (asiente) no sólo te parece a tu papá físicamente sino también en el carácter 

Paloma: si te escuchara mi papá, se va a creer mucho 

Irma: a Salvador no, a él no te pareces 

Paloma: (confundida) 

...

Dante: ni Juan ni T/n son personas de una sola mujer, Sara, y tú lo sabes bien

Sara: sí, pero eso no fue lo que yo te pregunté, Dante 

Dante: mira, Juan te va a quitar lo que te pertenece, Sara, por eso quiere que te vayas, mintiéndote que no hará valer la cláusula, pero en realidad ya lo tiene todo planeado, no sé porque T/n quiere que te vayas, tal ves porque también te quiere fuera de la herencia

Sara: (no dice nada) 

Danre: mira, Sara, Juan te sedujo, hizo que te enamoraras de él porque nucna soportó que hubiera una heredera más, Juan del Monte te va a quitar la herencia 

Sara: (negando) 

...

Déborah: confiesa, Modesto, diles que ya sabías de nuestra existencia ¿o vas a finjir que no? 

Mateo: te lo pregunté, Modesto, si sabías de la existencia de estas mujeres y me dijiste que no 

Juan: ¿es verdad, Modesto? 

Modesto: sí, Juan, y no sabes cómo me arrepiento, pero yo nunca fui aliado de esta señora 

Pedro: (lo toma de la camisa) ¡eres un maldito traidor! 

Juan: basta 

Pedro: (enojado) y te llenabas la boca diciendo que nos cuidabas, eres un desleal, ¡traidor! 

Juan: (lo detiene) ¡basta, ya! 

T/n: no vale la pena, Pedro (seria) 

Juan:  tú y yo vamos a hablar luego