Modesto entraba a la habitación de Déborah encontrándose con Bertha
Bertha: (se asusta) ay, usted, digo, tú
Modesto: si soy yo (cierra la puerta) ¿qué andas buscando, Bertha?
Bertha: nada. Bueno, sí, mi cartera que la olvidé el otro día aquí, entonces vine por ella
Modesto: ¿tu cartera? Pues, mejor pídesela a Déborah, ella segura la guardó
Bertha: bueno, es que la señora Déborah y yo no quedamos en los mejores términos, pero tiene razón, le voy a decir que si encuentra mi arete...
Modesto: ¿no que era tu cartera? (cruza brazos) Ya, dime ¿qué andas buscando en realidad?
Bertha: Modesto... necesito salvar a la señora Rosa de una tragedia (susurrando)
Modesto: (asustado)
...
Rosa: ¡dolor, ya me volviste a dar! (estaba pasada de copas) Y no lloro porque te fuiste, sino porque no me llevaste (ríe)
Jessica: ay, mamá, neta qué perro oso, en serio
Alondra: mamá, por favor ¿qué te pasa?
La pista de baile estaba llena de gente bailando
Julieta: mi mamá está muy contenta
Juan: se nota (mirando a Sara)
Julieta: ni siquiera el día de nuestra boda puedes dejar de mirarla
Juan: no la estaba mirando (desvia la mirada)
Rosa comenzó a bailar junto a todos los invitados, Déborah se acerca
Rosa: tú qué te creías la reina del sarape, pero esa, soy yo, con mi tienda no te vas a quedar
Déborah: (ríe) qué miedo, estas pero bien perdida, esa tienducha ya es mía
Rosa intentó darle una chachetada, pero de lo borracha que estaba no podía ni siquiera mantenerse de pie totalmente
Adela: (resuella) cuidado, cuidado ¿qué pasó?
Rosa: se me movió el piso
Adela: a ver, a ver, tranquila
Rosa: consuegrita (la abraza) Adelita, le voy a dar una paliza
Adela: no, no, no, no se rebaje, tranquila (intenta detenerla)
Déborah: no, aquí la que se rebaja, soy yo. Por estar conviviendo con tanta rabanera
Pedro: oigan, oigan, si quieren circo, váyanse a la cantina de don Chavita
Chavita: ey, ey, ey, Pedro del Monte, los adoloridos es un lugar decente. Además, ustedes se han metido a mi cantina y han destrozado todo cada vez que se les da la gana, yo no he dicho nada, para que vean qué se siente
Todos miraban la escena
Brandon: en esta esquina, tenemos a doña Rosa, la poderosa. Y en esta otra, tenemos a doña Déborah, la voladora
Agustín: ya, niño, ya, ya. Se están peleando de verdad
Julieta: nadie va a arruinar mi boda. Mamá, compórtate como la dama que eres
Rosa: ni hablar, mujer, traes bebé (riendo) nada más voy a... (intenta acercarse a Déborah, pero Adela la detiene)
Sara: ya, ya, vámonos (se lleva a su madre)
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LA HERENCIA, UN LEGADO DE AMOR
RomanceEsta historia será parecida a la novela, pero tendrá unos cambios. La historia muestra la vida de Don Severiano y a seis de sus hijos adoptivos quienes enfrentan la inesperada muerte de su padre, así como la llegada de una media hermana que ha sido...