veintiuno

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— Te necesito ahora. Ven por mi porfavor.— dijo Noah con lágrimas en los ojos y colgó el teléfono.

Cuando escuchó que el auto de Louis arrancó, salió del baño. Camino hacia su cuarto y cerró la puerta. No quería hablar con sus padres ahora. Ellos no entendían la mierda que le estaban haciendo pasar. Las peleas, los gritos, todo lo estaba volviendo loco.

Parecía que les importaba más su fallida relación, que cómo se podría sentir él. Solo jugaban con el como si se tratara de un trofeo, cómo si lograr que el se quedará con uno de ellos los hacía mejor persona.

Harry tocó su puerta en repetidas ocasiones, pero Noah no abrió. Supuso que estaba dormido. Así que tomó sus llaves, salió y condujo a el bar más cercano. Tal vez un trago haría que se sintiera mejor.

Noah se sentía aun peor, estaba solo, Completamente solo. Cuando estaba quedándose dormido, escuchó como el timbre sonaba. Bajó casi corriendo las escaleras, abrió la puerta y ahí estaba Bear, cómo siempre.

Lo jalo y lo metió a la casa, tomó su brazo y subió las escaleras. Al estar arriba entró a su habitación y cerró la puerta. Tomó a Bear de los hombros y lo empujó a si cama. Bear cómo siempre, no dijo nada.

Noah comenzó a besar a Bear con desesperación, intentando olvidar un poco lo que sentía en ese momento. Pero no lo logró.

Ya no podía hacer a un lado sus sentimientos y olvidarlos con sexo. Así que solo se recostó a un lado de Bear y lo abrazó. Descargo todo lo que cargaba con el y lloró cómo nunca lo había hecho, por primera vez es su vida, lloró frente a su novio.

El papel de Noah siempre era ser rudo y actuar como si nada pasara. Él era el que siempre consolaba a Bear cuando lo necesitaba. Pero no pudo más.

Bear le regresó el abrazo y beso su frente quitando los rizos que la tapaban. Se quedaron así por un buen rato. Hasta que Bear decidió hablar.

— ¿Ya te sientes mejor?

— Mhjm.. — contestó Noah escondiendo su cara en el cuello de Bear.

— ¿Quieres dormir o hablar?

— Quiero hablar.— dijo Noah haciéndole un puchero a su novio.

— ¿Y de que quiere hablar mi pequeño novio? — preguntó Bear dejando un beso en la nariz de Noah.

— Esta semana no ha sido muy buena para mí. Bueno ya hace varios meses no me siento del todo bien. Aunque se que ya estoy grande como para ponerme mal por una pelea de mis padres, pero el no verlos juntos me pone un poco mal. Extraño las tardes en las que salíamos al cine, cuando Harry me llevaba a comprar ropa los fines de semana, o cuando papá Louis me acompañaba a los entrenamientos. Ahora solo se concentran en estar peleando.— Noah no se dio cuenta cuando empezó a llorar.— Hoy después de que papá nos viera, pasé tiempo con el después de meses, y Louis vino y arruinó el momento. Yo solo quería pasar tiempo con mi papá. Pero sus estúpidas peleas importan más que yo.

— Debes comprender que ellos están pasando por algo difícil, escuché a papá Zayn hablar con Louis hace unos días, y él te necesita.— dijo Bear limpiando las lágrimas de Noah con sus pulgares.— Las cosas entre ellos se arreglaran. Te lo prometo.

— Gracias por estar siempre conmigo .. te amo.

— Yo te amo más enano.— dijo Bear.

Ambos comenzaron un beso, uno tierno y lleno de amor.

— Ya es tarde, creo que debo volver a casa.— dijo Bear levantándose de la cama.

— No!, quiero que te quedes conmigo.— dijo Noah siendo un puchero y tomando la mano de Bear.

Y Bear cedió, se recostó a un lado de Noah, esa noche se entregaron uno al otro, se demostraron el amor que se tenían, y durmieron abrazados el resto de la noche. Lo que pasará fuera de esa habitación, no importaba ya.

TRAMPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora