sesenta y ocho

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Harry despertó en el suelo de la habitación de Noah, habían visto películas toda la noche hasta las seis de la mañana.

El día anterior Harry había hablado con Liam y habían tomado una decisión. Liam había quedado en avisarle a Sam los últimos ajustes que habían hecho.

Lo habían hablado entre todos, Bear y Noah estaban más que felices y Zayn no paraba de agradecerle a Harry por la decisión que tomó.

Ahora debía dejar a Noah en casa de Louis. Quería pasar todo el día con su hijo, pero tenía que hacer algunos arreglos.

Eran ya las dos de la tarde cuando despertó. Noah aún dormía en su cama. Se detuvo unos minutos a mirar a su hijo mientras dormía.

Harry había intentado tratar a Noah los últimos meses como un adulto como Noah le había pedido apenas cumplió los quince años. Pero la verdad era que para Harry, Noah seguía siendo su bebé. Se había perdido gran parte de su infancia debido a qué siempre tenía que trabajar.

Su primera palabra, sus primeros pasos, hasta en primer día de escuela de Noah se había perdido. Y ahora que podía por fin estar con él, su hijo se estaba convirtiendo en adulto.

Veía como dormía tranquilamente, definitivamente lo iba a extrañar demasiado. Se podía ver a el mismo reflejado en Noah. Solo que él sí apoyaría a su hijo, aunque fuera a la distancia.

Salió de ahí y bajo a la cocina, prepararía algo para que Noah comiera antes de llevarlo con Louis.

Tenía pensado irse esa misma tarde, habían hecho todo lo posible por cambiar el nombre del vuelo y así no tener que comprar otro boleto.

Cuando terminó, puso el desayuno de Noah en una bandeja y subió a su habitación.

Noah aún no despertaba, así que puso la bandeja a un lado de la cama de Noah e intento despertarlo.

—Peque, despierta. Ya es tarde.— decía Harry intentando despertar a Noah.

Noah despertó al escuchar a su padre hablarle.

—Papá, buenos días.— dijo Noah tallando sus ojos e intentando acostumbrarse a la luz.

—Vamos pequeño, tienes que desayunar para que te pueda llevar con tu padre. De seguro te está esperando, sabes que es importante para él que lo acompañes hoy.— dijo Harry poniendo la bandeja frente a Noah.

—¿Tú irás?.— preguntó Noah comenzando a comer.

—Mi vuelo sale a las ocho en punto, la exposición es a las seis, por ser un vuelo internacional, tengo que estar hora y media antes en el aeropuerto. Pero deséale buena suerte a Louis de mi parte.

—Te voy a extrañar mucho.— dijo Noah mirando directamente a Harry mientras se le escapaba una lágrima.

—Vamos mi niño, no nos vamos a poder a llorar ahora. Mejor piensa que será lo mejor para ti, así Bear se puede quedar y tú puedes estar con él.— dijo Harry secando la mejilla de Noah con su mano.

Noah no pudo contenerse y comenzó a llorar, dejo la bandeja de lado y se lanzó hacia Harry.

Harry lo tomó en brazos y comenzó a llorar de igual manera. Esta sería la última vez en mucho tiempo que vería a su hijo. La comunicación entre ellos estaría siempre, pero no sería lo mismo.

—Vamos peque, no podemos echarnos a llorar ahora, no me podría ir sabiendo que tú estarás triste.— dijo Harry.

Noah secó sus lágrimas y se separó poco a poco de Harry.

—A demás te hablaré diario, y no tendrás que pedirle nada a tu padre. Yo te daré todo lo que quieras, solo tienes que pedirmelo. Y por favor no seas malo con él. Ya ha sufrido bastante.— dijo Harry levantándose.— Voy a terminar de hacer mis maletas en lo que tú terminas.

Dijo Harry saliendo de la habitación.

Cuando estuvo afuera se tiró al piso y comenzó a llorar, él no quería separarse de Noah, pero no había nada más que hacer.

Se levantó y camino a su habitación a terminar de preparar sus cosas. Cuando terminó, tomó los papeles que Louis le había dejado.

Tomó una pluma y comenzó a leer todo lo que venía en el documento. Firmo las primeras hojas hasta llegar a la última. La hoja en la que le cedía la custodia de Noah a Louis.

Se tomó unos segundos hasta que finalmente firmó. Le daría todo lo que quería a Louis y se iría de una vez.

Más adelante mandaría a arreglar las escrituras de su casa para poder ponerla a nombre de Noah, hasta que cumpliera la mayoría de edad.

Tomó sus dos maletas y los papeles del divorcio y salió de su habitación. Llevo las maletas a su auto para tener todo listo para cuándo saliera.

—Cuando entro de vuelta a la casa, Noah ya estaba abajo con una mochila en la que llevaba algunas de sus cosas que aún tenia ahí.

—No era necesario que llevarás tus cosas de aquí, las llaves te las quedarás tu y podrás venir cuando quieras.— dijo Harry.

—Lo sé, solo que no estoy seguro de querer venir acá seguido sabiendo que no estarás tú.— dijo Noah.

—Bueno, vamos, Louis te debe de estar esperando.— dijo Harry saliendo de la casa junto a Noah.

Subieron al auto y Harry comenzó a conducir, iría a dejar a Noah, y después iría a algún lugar a pasar el rato en lo que daba la hora de ir al aeropuerto.

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