sesenta y seis

115 8 0
                                    

Al irse los padres de Harry, entró a su casa y se dirigió hasta la habitación que algún día perteneció a él y a Louis. Aquella en la que habían creado las mejores historias de amor, sus mejores momentos los habían vivido en esa misma casa.

Aún recuerda cuando él y Louis pudieron reunir el dinero para poder pagarla. Ese mismo día se habían mudado a la enorme casa vacía que algún día lograrían llenar. Habían dormido sobre un viejo colchón inflable junto a Noah.

Recordaba a un Noah de seis años corriendo por toda la casa apenas abrieron la puerta.

Habían comprado una casa con más de cuatro habitaciones, siempre habían soñado con tener una familia grande.

Ahora su casa estaba llena de muebles caros, decoraciones finas y cuadros hermosos colgando de la pared. Pero se sentía más vacía que cuando habían llegado.

Él firmaría los papeles con tal de complacer a Louis. No quería que Louis sufriera más por su culpa.

Ahora lo que más le importaba era el tema de la custodia de Noah, él podría darle todo el dinero del mundo, pero jamás a su hijo.

Durmió toda la tarde, ni siquiera se molestó en avisar sobre su falta en el trabajo. No quería pensar en nada en ese momento, solo quería dormir y olvidarse un rato de todo.

Quería soñar con una vida en la que si pudiera ser completamente feliz con su Lou. En la que nunca hubiera desconfíado de Louis. Pero toda su vida había sido tan inseguro que cuando Sam le contó los planes de Louis, no dudo ni un segundo en su palabra.

Ahora sabía que se había equivocado en eso, pero por más que él quisiera arreglar todo con Louis ya era imposible. Louis tenía a alguien más, solo esperaba que ese alguien jamás pensara en lastimarlo, que jamás se le ocurriera siquiera dudar de él.

Despertó varias horas después de haberse dormido. El sonido de su teléfono insistiendo por sexta vez lo hizo terminar su sueño.

Cuando por fin despertó, tomó su teléfono, tenía algunas llamadas perdidas. Algunas eran de Noah y otras más de Liam.

Marco primero el número de Noah. No tardó mucho en contestar.

—Hey, ¿Ocurre algo?.— preguntó Harry.

—¿Puedes venir por mi? No quiero estar aquí— decía Noah con dificultad del otro lado de la línea.

—¿Todo bien? ¿Por qué lloras?.— preguntó Harry levantándose rápidamente de la cama.

—Estoy en el San Remo a unas cuadras del parque, ven rápido por mi por favor.— dijo Noah cortando la llamada.

Harry tomó las llaves de su auto y salió de su casa.

No sabía cómo había logrado dormir toda la tarde, estaba a punto de anochecer cuando subió a su auto.

Conducía rápido ganándose algunos insultos por parte de los demás conductores. No sabía por qué Noah había decidido llamarlo a él en lugar de Louis, pero eso no era lo importante ahora, su hijo lo necesitaba y era lo único que importaba.

Mientras conducía su teléfono sonaba. Cuando estuvo en un semáforo en rojo, tomó su teléfono y vio que se trataba de Liam nuevamente.

No sabía lo que quería, pero lo que fuera podría esperar ahora.

Cuando estuvo frente al lugar en donde recogería a Noah. Lo pudo ver sentado en una banca, inclinado con su cara escondida en medio de sus brazos.

Bajó de su auto y camino hasta el.

Cuando Noah notó la presencia de Harry, se lanzó a sus brazos y siguió llorando.

Harry acariciaba su espalda y esperaba a que pudiera tranquilizarse.

Cuando estuvo mejor, Harry lo llevo a su auto para que pudieran hablar.

—¿Qué ocurrió?.— preguntó Harry.

—Papá, él... me dijo que tú y el se van a divorciar, también me dijo que iré a vivir con él y que tal vez ya no podré verte de nuevo.— dijo Noah iniciando tranquilo y terminando en llanto de nuevo.

—Louis no decía la verdad, yo no dejaría que te quitarán de mi lado.— dijo Harry abrazando de nuevo a Noah.

Noah volvió a sentirse tranquilo después de unos segundos.

—Él me presentó a su novio... No creo que me corresponda decirte de quién se trata, pero el tipo es...

—No importa, Louis puede estar con quien quiera ahora, si el quiere hacer una vida con alguien más, ahora puede hacerlo. No lo juzgues por eso. Él y yo siempre seremos tus padres y eso nunca va a cambiar.

Noah asintió y seco su cara con sus manos.

—Te llevaré a casa. Si quieres podemos ver películas toda la noche para que se te pase.— dijo Harry conduciendo.

—Bear se irá a Corea mañana.— dijo Noah a apenas unas cuadras más adelante.

Harry detuvo por completo el auto a media calle al escuchar eso.

—¿Se irá con Liam?.— preguntó Harry.

—Si, al parecer, el agente que trabaja en el orfanato en donde lo adoptaron, se enteró de que tío Liam saldría del país. Y según los acuerdos de adopción, ni él ni tío Zayn pueden salir del país sin Bear con ellos. Al menos hasta que el cumpla la mayoría de edad.— dijo Noah recordando lo que había hablado con Bear cuando le marcó.

—¿Entonces su Liam se va, tiene que llevar a Zayn y Bear con él?.— preguntó Harry conduciendo de nuevo

—Si... bueno eso entendí. Piensan irse apenas termine la exposición mañana por la noche.— dijo Noah.

—¿Entonces es definitivo que se va?.— preguntó Harry.

—Si, de hecho justo ahora se encuentra haciendo maletas.— dijo Noah con la cabeza agachada.— No quiero estar lejos de él, y menos ahora... si tan solo pudieran ser las cosas de otra forma...

TRAMPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora