sesenta y nueve

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Louis estaba preocupado por qué no sabía nada de Noah desde la noche anterior. Le había estado llamado al celular, apenas salió de casa de Sam.

Cuando escucho el auto de Harry estacionándose frente a su casa, salió, pero solo se encontraba Noah ahí.

Noah camino directo a la entrada ignorando por completo la presencia de Louis ahí.

Subió a su habitación y se encerró. Ahora mismo no quería ver a nadie, así que entró al baño y tomo una dicha para poder sentirse mejor.

Louis decidió que debía darle su espacio.

La tarde paso bastante rápido para todos, ya eran casi las cinco de la tarde y ya era hora de que Louis saliera, necesitaba estar antes para terminar de alistar las últimas cosas.

Noah ya se había terminado de arreglar, se puso uno de los últimos trajes que Harry le había comprado. Se veía realmente bien en el.

Louis llamó a la puerta de Noah, quien tardo algunos segundos en abrir.

—Tenemos que salir ahora, regresando, podemos hablar si quieres.— dijo Louis.

—Papá no sabe que te vas a juntar con su jefe. No sé cómo pudiste caer tan bajo solo por tu trabajo.— dijo Noah pasando a lado de Louis.

Louis quería regañarlo por hablarle así, pero el mismo pensaba eso de él.

Bajó detrás de Noah y salió. Ernest y Josh ya los esperaban en el auto.

Está vez conduciría Ernest, así que Noah iría atrás con Josh.

Josh jugaba con sus piesitos mientras contaba los autos que pasaban a lado de ellos.

Noah no había sabido apreciar a Josh lo suficiente, el pequeño había perdido a su madre y estaba como si nada, tal vez él debería ser un poco más como Josh.

—Hey, Josh, ¿Quieres una paleta?— preguntó Noah.

Josh volteó a verlo y comenzó a asentir mientras jugaba con sus manitas.

Noah tomó una paleta de su mochila y se la dió. En pequeño la tomó y quitó su envoltura, la metio a su boca y abrazo a Noah en agradecimiento.

Noah lo abrazo de vuelta y pudo sentir que no era el único que necesitaba un abrazo.

Cuando llegaron al lugar en donde sería la exposición, notaron que aún no había mucha gente.

Bajaron y comenzaron a hacer los últimos arreglos. Zayn ya se encontraba ahí, así que podrían hacerlo juntos.

Sam no tardó en llegar, detrás de él venían un par de personas de la prensa local. Él sabía para qué las había llevado.

Terminaron de arreglar todo y la gente comenzaba a llegar, harían una pequeña subasta de cuatro pinturas, la mitad del dinero sería donado.

Sam había llevado a algunos empresarios amigos, sin duda alguna sería un completo éxito.

La exposición inició y la gente estaba maravillada con las pinturas de Louis y Zayn, muchos los felicitaba y otros les mostraban su admiración.

Liam se acercó a donde Louis y Zayn se encontraban.

—Amor, tengo que irme, regreso en un rato.— dijo Liam.

—Vale, no tardes, deséale suerte de mi parte.— dijo Zayn cuando Liam se empezaba a alejar.

—¿A dónde va?, Pensé que se iría a Corea hasta mañana.— dijo Louis.

—Tienes algunas cosas que hacer, luego vuelve.— dijo Zayn siguiendo con lo suyo.

Afuera del lugar se encontraba Harry esperando a Liam, él lo llevaría al aeropuerto y regresaría con el auto de Harry.

TRAMPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora