cincuenta y ocho

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Harry asintió y camino junto con los chicos al estacionamiento. Subieron al auto y Harry arrancó.

La mitad del camino Noah y Bear se la pasaron riendo y hablando de cosas sin importancia, solo les importaba que estaban uno para el otro, y claro, su bebé con ellos.

Harry intentaba no llorar frente a los chicos, quería gritar y romper todo en ese momento. Pero esperaría hasta que estuviera en su casa solo.

Lo que Louis había visto era solo un malentendido, pero lo que Harry acababa de ver no era nada de eso, vio justo como Louis se había inclinado al lugar del otro para besarlo. Harry no entendía como es que Louis tenía el descaro de reclamarle algo o de siquiera enojarse con él, cuando Louis mismo se estaba besando con alguien.

Paró en un semáforo y miró por el retrovisor lo que hacían los chicos. No pudo evitar soltar un par de lágrimas al ver cómo Noah le hablaba al vientre de Bear mientas lo acariciaba.

—Lo que escuchaste hoy es una estupidez, ellos no saben nada. Tu papá y yo te amamos y no dejaremos que te pase nada nunca.— decía Noah.

—Ya tonto, no te escucha.— dijo Bear bajando su camisa.

—¿Y tú cómo sabes?.— preguntó Noah volviendo a su lugar.

—Solo lo sé y ya.— dijo Bear.

Los autos de atrás comenzaron a pitarle a Harry, se había distraído viendo a Noah y Bear que no se había dado cuenta de que la luz se había tornado verde.

Avanzo y siguió manejando, también pensaba en lo que haría al ver a sus padres, ni siquiera se había puesto a pensar en cuál sería su reacción al ver a Noah junto a Bear. No quería que ellos hicieran algún comentario que lastimara a sus chicos. Tal vez hubiera sido mejor idea ir solo, pero ya se encontraba a mitad del camino, y no se regresaría.

El resto del viaje había sido completo silencio, Harry trataba de concentrarse en el camino en lugar de ir pensando en cosas que lo distrajeran.

Cuando llegó a casa de Gemma, vio el viejo auto de su padre estacionado fuera de la casa. No sabía cómo es que eso seguía funcionando después de varios años. Se estacionó alado de él. Respiro profundo un par de veces.

Volteó para avisarle a los chicos que ya habían llegado, pero estos estaban dormidos. Bear abrazaba a Noah, mientras esté tenía su cabeza recargada en el hombro de su novio.

Harry movió un poco la pierna de Noah hasta que esté despertó.

—Hemos llegado, bajen.— dijo Harry para después salir del auto.

Espero a que los chicos bajarán para caminar a la entrada.

—Ten, hace frío y debes abrigarte.— dijo Noah poniendo su chaqueta en los hombros de Bear.

—Gracias amor.— dijo Bear besando la mejilla de Noah.

Harry tocó levemente la puerta con la esperanza de que no escucharán y pudieran irse de ahí con la excusa de que nadie abrió. Pero no salió como quería, pues abrieron inmediatamente haciendo parecer que esperaban a que él tocará para abrir.

Abrió Gemma, recibió a Harry con un abrazo haciéndolo pasar.

—Noah, que bueno verte de nuevo. ¿Él es tu novio?.— preguntó en voz baja.

—Si tia Gems, el es Bear.— dijo señalando a su novio.

—Un gusto, señora.— dijo Bear estirando su mano a Gemma quien la tomo inmediatamente.

—Muchas felicidades chicos, lo harán genial.— dijo Gemma a ambos chicos haciéndose a un lado permitiéndoles la entrada.

—¿En dónde están? — preguntó Harry refiriéndose a sus padres.

—Ellos están en la cocina, mamá está horneando galletas, vamos.— dijo Gemma caminando a la cocina seguida de los demás.

Cuando llegaron, Harry vio a su madre cargando a la pequeña hija de Gemma, mientras que su padre hacía caras tontas para hacer reír a la bebé.

A Harry le parecía extraño el simple hecho de ver a sus padres con un bebé en brazos y felices. Las últimas veces que los vieron ellos parecían enojados y siempre se negaban a siquiera mirar a Noah.

Noah igual sintió un poco de tristeza al saber que ellos nunca fueron así con el.

—Mjmh.— se aclaró la garganta Harry las que sus padres notarán su presencia.

—Harry, ven acá hijo.— dijo su padre abriendo sus brazos.

Harry camino inseguro de si debería de ir no, pero cuando finalmente estuvo frente a su padre, recibió un enorme abrazo de su parte. Dudó en si debía regresarlo o no, pero finalmente lo abrazo de nuevo y sintió que habían pasado siglos desde que no recibía un abrazo de su padre.

—Eres todo un hombre.— dijo su padre cuando terminaron su abrazo.— No sabes cuánto te he extrañado todo esté tiempo.

—Emmm, si yo... yo igual los he extrañado.— dijo Harry aún confundido por la actitud de su padre.

—Noah, ven acá pequeño.— dijo Des caminado hasta Noah para abrazarlo de la misma forma que había abrazado a Harry.— ¿Tu otro padre por qué no ha venido?

—Louis y yo no estamos juntos más.— dijo Harry antes que Noah respondiera.

—Siempre supe que ese muchacho no era bueno para ti. ¿Y qué?, ¿Tienes novia o algo así?.— preguntó Des volviéndose a Harry.

Harry sabía que había sido demasiado bueno para ser verdad, ahí estaba de nuevo la actitud molesta de su padre.

—No, no tendré novia nunca papá.— dijo Harry.

—Bueno, da igual. Algún día encontrarás a la que te haga cambiar de opinión.

—Dejalo.— dijo Gemma al ver qué Harry estaba por empezar una pelea con su padre, como cada vez que se encontraban.

—¿Y este muchachito quién es?, ¿Tuvieron otro hijo y no me enteré?.— preguntó Des.

—No abuelo es el mi...

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