TRAMPA

siete

—Perdón, no miré por donde camino.— dijo Harry ayudando al pequeño a levantarse.

—Hola...— fue lo único que pudo decir el pequeño rizado al estar de pie, frente a Harry.

Harry se puso a la altura del pequeño niño vestido de oso, y estuvo algunos segundos mirándolo. Le asustaba el hecho de que aquel pequeño fuera idéntico a él.

Aidán podía ver a Harry de cerca, tenía ojos verdes iguales a los suyos, y sus rizos, aunque era menos definidos que los suyos, eran lindos.

—¿Co-cómo te llamas pequeño?— preguntó Harry sin apartar su mirada de Aidán.

—Aidán... Tomlinson.— dijo Aidán tendiéndole su manita a Harry.

Harry miró la mano de Aidán y la estrecho levemente.

—Yo soy Harry.— dijo mostrándole su perfecta sonrisa al pequeño.

—Yo... solo venía a buscar a Noah, mi papi Louis me pidió que lo llamara.— dijo Aidán jugando con sus manitas.

—¿Tu papi es Louis?.— preguntó Harry con miedo. Tenía miedo de saber que Louis había encontrado a alguien tan rápido, y echar todo su trabajo de superación abajo.

El pequeño Aidán asintió.

—Aídan, papá te está buscan...— Freddie venía bajando las escaleras, cuando vio a su hermanito junto a Harry.— Hola...

Harry miró que él otro pequeño complementaba a Aídan, con su traje de osito. El pequeño niño rubio caminó hasta estar a un lado de su hermano.

Harry podía reconocer el hermoso color azul de los ojos del pequeño, podía parecer tonto, pero él reconocía ese tono de azul a kilómetros.

—Hola.. soy Harry.— dijo Harry saludando a Freddie

—Yo soy Freddie, pero mi papi me dice Eddie.— dijo el pequeño extendiéndole la mano a Harry, quien la tomó y estrechó.

—Qué nombre tan lindo.— dijo Harry recordando que esos eran los nombres que alguna vez había compartido con Louis, en caso de que tuvieran más hijos. De alguna manera se sintió triste al ver qué Louis si había podido usarlos.— Sus pijamas de osito son muy lindas.

Los niños asintieron, había un silencio incómodo, no querían hablar, pero tampoco irse de ahí, estaba frente a su padre por primera vez..

—Bueno... Amm... les contaré un chiste.— dijo Harry.— Un día un hombre fue al doctor y le dijo "Doctor, tengo todo el cuerpo cubierto de pelo. ¿Qué padezco?".— los niños miraban atentos a Harry esperando la respuesta.— "Padece un osito"

Los mellizos tardaron unos segundos en entenderlo, pero cuando lo hicieron, comenzaron a reírse, haciendo feliz a Harry por lograr su cometido. Podía ver a ambos pequeños soltando una linda risita, dejando ver un par de hoyuelos en las mejillas de cada uno.

Louis miraba junto a Noah la escena desde las escaleras, los niños llevaban menos de cinco minutos ahí, y ya estaban riéndose con sus malos chistes de Harry.

—¿Piensas decirle?— preguntó Noah.

—No lo sé, no creo poder hacerlo.— dijo Louis en voz baja.

—Me tienes a mí por si quieres ayuda con eso.— dijo Noah abrazando a Louis por los hombros.

—Ya lo sé mi bebé.— dijo Louis besando la frente de Noah. —Freddie y Aidán, despídanse, iremos a dormir.— dijo Louis.

Harry volteó a ver a Louis, su voz era hermosa, un poco más madura, pero muy aún conservaba ese tono agudo.

Estaba frente a él, era más delgado de lo que recordaba.

Los pequeños se despidieron agitando su mano hacia Harry y subiendo las escaleras. Louis fue detrás de ellos, dándole una última mirada a Harry. Agitó su mano hacia Harry y subió.

Noah tuvo que empujar un poco a Harry para que los siguiera. Sacó la pizza del horno y tomo un cortador para dividirla.

Harry tomó una rebanada y se llenó la boca para no comenzar a preguntar cosas sin sentido.

—¿Quieres hacer algo mañana?, Bear vendrá por Darcy por la mañana, podríamos salir juntos.— dijo Noah, extrañaba bastante a Harry.

—Claro, me gusta la idea de salir solo tú y yo.— dijo Harry.

Noah miraba atentamente a Harry, le había hecho mucha falta todos estos años, necesitaba siempre de alguien que le dijera que lo quería, que estuviera con él. Lo abrazó sin avisar y escondió su cara en el cuello de Harry.

—Te extrañé mucho.— dijo Noah tratando de no llorar.

—Te extrañé más pequeño.— dijo Harry abrazando con fuerza a su hijo.

Se mantuvieron unos minutos así, solo abrazados.

—No quiero que te vayas de nuevo.— dijo Noah al separarse de Harry.

—No sería capaz de dejarte de nuevo. Aquella vez creo que no estaba pensado bien.— dijo Harry limpiando algunas lágrimas que habían salido de sus ojos.— Pero no me arrepiento del todo, Darcy creció contigo y eso es lo único que me importaba.

Eso era lo que agradecía Noah, no se imaginaba haber estado sin su pequeña todo ese tiempo, se arrepentiría toda su vida si no hubiera pasado con ella sus primeros años, sus primeros pasos, o palabras.

Después de algunos minutos de pláticas sin sentido, Harry quería preguntar sobre Louis, pero no encontraba la manera.

—Nunca mencionaste que tenías hermanos.— dijo Harry.— Bueno, medios-hermanos... me entiendes.

—Yo... creo que nunca creí que te interesará.— dijo Noah algo incómodo, tenía miedo de decir algo de más.

—Tienes razón... ¿Y cuántos años tienen?

—Cinco, bueno, ellos y Darcy tienen la misma edad.— dijo Noah.

—Pero cuando me fui Darcy ya estaba en camino, ¿cómo es que... bueno, da igual.— dijo Harry para no comenzar a inventar historias en su cabeza, como Louis estando con alguien más con él ahí, le había costado mucho superar eso cuando se fue.— Son muy lindos ambos.

—Lo son, son muy parecidos a papá.

Harry asintió.

—Creo que me iré a dormir ahora, necesito descansar un poco.— dijo Harry llevando su plato al lavaplatos.

—Si, yo igual iré a dormir, Bear viene temprano por Darcy y no quiero hacerlo esperar.

Al final cada uno fue a su habitación, Noah feliz de tener a su padre con él, y Harry feliz de estar de vuelta en su hogar.