seis

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—Papi, ¿Podemos....— preguntó Aidán mirando a Louis.

—Suban a su habitación, los alcanzo en un momento.

Los mellizos hicieron caso a lo que dijo Louis y subieron ambos a su habitación. Louis hacía lo mismo que ellos, tomo el control remoto y apagó la televisión.

—¡Abuelo Lou! ¡Mira, mi abuelo Harry está aquí!.— gritó Darcy feliz.

Louis volteo a ver a la pequeña que aún estaba en brazos de Harry.

Harry sabía que ese día llegaría tarde o temprano, el día en él se volverían a ver, era algo que sabía que iba a pasar, tenían un hijo, y eso los uniría para siempre. Sin embargo, nunca se puso a pensar en lo que haría cuando el día llegara.

Cuando se fue, se propuso que no regresaría hasta tener todos sus sentimientos hacia Louis ya no estuvieran ahí. En ese momento no estaba seguro de si sus sentimientos eran nulos o solo los había dejado guardados para cuándo volviera a verlo.

Tampoco pudo evitar mirar a los pequeños niños que subieron cabizbajos las escaleras uno momentos antes, recuerda haberlos visto anteriormente, pero en ese momento no sabe exactamente en donde.

Noah notó que la escena se había vuelto muy incómoda, sus padres se veían después de casi seis años y ninguno de los dos decía ni una palabra.

—Bueno, ¿Quieres que te ayude con tus cosas? Te he alistado la habitación principal.— dijo Noah rompiendo el incómodo silenció.

—Sí, están las maletas aún en el auto.— dijo Harry bajando a Darcy y saliendo de la casa.

Noah salió detrás de Harry, quién parece estar muy nervioso.

—Hey, ¿Todo bien?, Respira un poco.— dijo Noah.

—Yo... Debe ser el cambio de horario y esas cosas, el viaje de Londres hasta acá fue cansado.— dijo Harry abriendo el maletero del auto y sacando un par de maletas.

—Creí que te quedarías ya aquí.— dijo Noah bajando el resto de las maletas.

—Me quedaré.— dijo Harry cerrando la cajuela.

—Es muy poco equipaje.— dijo Noah.

—No he traído tosas mis cosas, deje algunas en el departamento de Luka.— dijo Harry caminando de vuelta a la casa.

—Veo que decoraste la casa.— dijo Harry mirando cada detalle de ahí.

—No soy bueno en eso de decorar, dejé que papá me ayudara un poco.— dijo Noah.

—Quedó muy linda.— dijo Harry recordando lo vacía y sola que se veía cuando él se fue; la casa se veía triste, la poca decoración que tenía había sido rota o tirada por él después de que Noah y Louis dejarán su casa por primera vez.

—La mayoría de los cuadros los pintó él.— dijo Noah.

Harry miró una última vez la casa, estaba aún más grande de como la recordaba. Podía ver el toque de Louis ahí.

— Vamos, te ayudo con las maletas.— dijo Noah tomando una maleta de cada lado.

Harry tomó el resto y caminaron hasta la habitación en la que pasaría la noche.

—Puedes instalarse, aún hay un poco de cena en la cocina, debes tener hambre. Iré a calentar un poco.— dijo Noah dejando las maletas de su padre en la entrada de la habitación.

En una habitación no muy lejos de esa, Louis trataba de tener una conversación con los mellizos y Darcy.

—¿Pero por qué no podemos decir nada abuelo?.— preguntó Darcy.

—Amor, las cosas son complicadas, no lo entenderían. Solo les pido que guardemos esto como un secreto, ¿vale?

—Tú has dicho que los niños no deben tener secretos con sus padres.— dijo Freddie.

—Pero esto es diferente, yo les estoy pidiendo que guarden este secreto. ¿Puedo contar con ustedes?.— preguntó Louis a los pequeños.

Los menores asintieron aún confundidos, claramente no entendían el porqué debían guardar ese secreto, pero habían aprendido a no cuestionar a su padre.

—Ahora amor, ¿Por qué no vas a buscar a tu padre por mi?.— dijo a Darcy.

La pequeña asintió y salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella.

[...]

Harry se cambiaba de ropa por algo más cómodo.

—Estoy seguro de que empaqué todo.— se dijo Harry mientras buscaba entre las maletas.

Todas sus maletas estaban abiertas y no estaban por ningún lado sus camisas. Probablemente, las había dejado en el aeropuerto.

Reviso el armario del cuarto. Encontró un croptop de Noah. ¿Desde cuándo su hijo se atrevía a usar ropa tan corta?, recuerda las veces en las que Noah hacía rabietas por no querer usar ni siquiera shorts.

Estaba orgulloso de ver que le había ayudado a Noah la terapia que tomaba.

Al final se resignó y se lo puso, la mitad de una camisa era mejor que nada. Se miró al espejo y vio que no estaba tan mal como pensaba.

Salió de la habitación y vio a la pequeña Darcy salir de una de las habitaciones.

—Hey amor!, ¿A dónde vas pequeña?, Ya es tarde, deberías estar durmiendo.— dijo Harry tomando a Darcy en brazos.

—Estaba por buscar a mi papi.

—Está abajo, vamos.

Harry llevó a Darcy a donde Noah. Harry no podía creer como es que había dejado a un niño caprichoso, grosero e inmaduro, que ahora era un hombre responsable, y capaz de sacar a delante a su hija por cuenta propia.

—Dar, deberías estar ya en la cama. Mañana podrás pasar todo el tiempo que quieras con tu abuelo.— dijo Noah al ver a Darcy entrar a la cocina junto a Harry.

—Pero abuelo Lou te estaba buscando.— dijo Darcy.

Harry se tensó al solo escuchar el nombre de su ex—esposo.

—Vamos arriba.— dijo Noah tomando a Darcy de brazos de Harry.— Ahora vuelvo, iré a acostar a Darcy.

Harry asintió y camino hacia él horno encendido. Al parecer habían preparado pizzas aquel día. Moría de hambre, en le avión habían pedido algo, pero no había sido suficiente para dejarlo satisfecho. No sabía en qué momento apagar el horno o sacar la pizza de ahí. Iría a buscar a Noah para preguntarle.

Escuchó algunos pasos acercándose a la cocina. Camino a la salida para encontrarse con Noah, pero termino chocando con alguien más.

TRAMPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora