TRAMPA

cuarenta y tres

Louis había tenido que cortar el ya muy caliente beso que estaba teniendo con Harry, aunque el quisiera quedarse toda la vida besando a Harry (porque quien no), pero tenía una cita con uno de los involucrados con su exposición.

Sacó a Harry del baño y tomo un baño rápido, quería pasar a comprar unas cosas al centro comercial. Necesitaba revivir su relación con Harry, y ya sabía de qué forma lo haría.

También estaba buscando la forma de terminar todo tipo de relación que tuviera con Sam. Le gustaba, pero ya había logrado lo que quería, Harry ya había visto que él no era el único que podía acostarse con alguien más. Ahora su único objetivo era arreglar todo en su vida. Estaba a punto de convertirse en uno de los pintores más reconocidos de Inglaterra y no tendría mucho tiempo para pasarse la vida sufriendo.

Se vistió con algo muy básico, solo se puso unos jeans y una camiseta de manga corta, quería estar cómodo.

Cuando salió del baño, escucho ronquidos que venían de su habitación.

Era Josh, se había quedado dormido de nuevo. Ese niño le provocaba un poco de pena, su madre había muerto y su padre estaba entrando en un shock. Necesitaba muchísimo cariño, tenía solo dos años y llegaba a comportarse como alguien mayor.

Se acercó a él y le dio un beso en la frente. El niño, al sentir el contacto humano, comenzó a balbucear dormido.

—Ma—mami.— dijo el bebé, suspirando profundo, aún dormido.

A Louis se partió el corazón al escucharlo. Él era ya mayor y cada día sentía que necesitaba de su madre aún. No imaginaba lo mal que se debe sentir perder a tu madre tan pequeño.

Louis cobijó a Josh y apagó las luces de la habitación, cerró cuidadosamente la puerta y salió de la casa.

Subió a su auto y condujo al centro comercial. Él tenía dinero que hacía estado ganando por sus pinturas, pero no lo gastaría en lo que iba a comprar.

Al llegar al centro comercial, comenzó a pasearse por las tiendas. Nada de lo que veía le convencía, cada prenda que se probaba le parecía que no iba con él. Algunas eran muy formales y otras él creía que no iban con su edad o su cuerpo. Fue hasta que se paró frente aún tienda de lencería, que logró ver algo que de verdad lo convenciera.

Entró y vio decenas de prendas muy llamativas, él solía usar de vez en cuando algo como eso. Pero eso había sido hace varios años, cuando descubrió que Harry tenía un extraño gusto por ese tipo de ropa.

Vio unas medias rosas que le parecieron muy lindas, el solo imaginarse en ellas y la cara que pondría Harry al verlo, le hacía querer comprarlas sin importar el precio.

Siguió viendo algunas cosas más, cuando se acercó al un muchacho de no más de 25 años.

—¿Puedo ayudarlo en algo?.— preguntó el chico que atendía el lugar.

—Quiero llevar esas medias de allá y también esas dos prendas más.— dijo Louis señalando lo que me había gustado.

—Disculpe, no es por ofender, pero no creo que usted se vea bien usando ese tipo de ropa a su edad.— dijo el chico.

—De verdad aprecio tu opinión, pero no la pedí. Me llevaré los que ya te dije y listo.— dijo Louis caminando al mostrador.

—Igual, esas prendas son bastante caras, no estoy seguro de que quiera comprarlas.— dijo el chico siguiendo a Louis.

—Tienes razón, ¿Sabes qué? Pensándolo bien, quiero una de cada una de las prendas que tienes colgadas en esa pared, y rápido por qué tengo prisa.— dijo Louis señalando las prendas y dándole su tarjeta de crédito de Harry al vendedor.

El chico con desagrado, tomó todo lo que Louis había pedido y lo puso en bolsas, llegando más de seis en total.

—Eso es todo, vuelva pronto.— dijo el tipo con una mueca.

—No tengo pensado volver, pero gracias.— dijo Louis tomando sus cosas y saliendo de ahí.

Cuando salió del centro comercial, su teléfono comenzó a sonar y contesto al llegar a su auto.

—Louis! Amigo, llevo más de quince minutos esperándote para terminar de ver lo de la subasta.

—Lamento hacerte esperar, pero me entretuve haciendo unas cosas, ahora mismo voy para allá.— dijo Louis colgando en teléfono y comenzando a conducir a la cafetería en la que había quedado de verse con Niall.

Manejo hasta la cafetería y cuando entro Niall ya lo estaba esperando.

—De verdad estuve a punto de irme.— dijo Niall parándose de su lugar para saludar con un abrazo a Louis.

—Me distraje un poco camino acá, lo siento.— dijo Louis.

—No hay problema. Chequé la lista de invitados a la subasta y creo que son muy pocos aún, ayer me reuní con Zayn y me ha dicho que tú conoces a algunos empresarios de Doncaster, talvez los podrías invitar y así completamos la lista.— dijo Niall

Continuaron hablando de trabajo hasta que todo quedó listo.

—Entonces yo hablo con el señor Mendes para que me firme todos los documentos que faltan.— dijo Louis.

—Bueno... No sé si él será aún parte del proyecto, me parece que ahora mismo no se encuentra económicamente dispuesto para aportar a la subasta, supe que se metió en algunos problemas legales.— dijo Niall haciendo parecer que no sabía mucho del tema. Cuando era él, el que había metido a Shawn en eso.

—Bueno, creo que tendré que hablarlo con él.— dijo Louis.

—Sí, oye aún tengo un poco de tiempo libre, ¿Qué te parece si pedimos algo y nos conocemos mejor? Las veces que nos hemos visto solo hablamos de negocios y contratos, y creo que para que todo salga bien en el proyecto podríamos ser amigos.— dijo Niall tomando la carta.

—Estoy descuerdo, yo no tengo nada que hacer hasta la tarde, supongo que puedo quedarme un rato más.—dijo tomando la otra carta.

—No encuentro nada que me llame la atención, ¿Tú que me recomiendas pedir?.— dijo Niall revisando el menú.

—Aquí venden el mejor pastel de chocolate de la ciudad. Si quieres lo puedo pedir yo y lo pruebas.— dijo Louis.

—Ok

Pidieron ambos un café y el pastel de chocolate. La verdad la rebanada era bastante grande para ser comida por una sola persona, así que por esta vez compartirían.

—Wow, de verdad es muy bueno.— dijo Niall al probar el pastel.

Ambos siguieron comiendo hasta que quedó poco en el plato.

—Estoy completamente lleno, siento que reventaré.— dijo Louis recargando se en el respaldo de la silla y sobado su panzita.

—Vamos, solo queda un poco. Tú puedes.— dijo Niall queriendo convencer a Louis de que colores más.

—Ya no puedo más Niall.— dijo Louis haciendo un puchero. Ambos se estaban llevando muy bien a pesar de su muy corto tiempo de conocerse.

—No me obligues a darte el pastel como bebé.— dijo Niall tomando en su cuchara lo que quedaba en el plato.— Abre la boca.— dijo Niall llevando la cuchara a la boca de Louis.

—No quiero.— dijo Louis tapando su boca.

—Louis, es la última vez que te lo digo. ¡Abre la boca!.— bromeó Niall.

—Está bien mamá, no tienes que gritarme.— dijo Louis siguiendo le el juego a Niall.

Louis comió lo que le dio Niall y ambos comenzaron a reír ante esto. Sin duda su relación daba para una muy buena amistad