TRAMPA

veintinueve

— Louis!, Pensé que no vendrías.— dijo levantándose en dirección a Louis.

— Lo siento, tuve un pequeño imprevisto.— dijo Louis un poco nervioso al tener a Sam así tan cerca.

— No te preocupes, yo siempre te esperaré.— dijo Sam tomando la mano de Louis y jalandolo a uno de los sillones, para después sentarse junto a el.— ¿Quieres algo para tomar? — preguntó Sam mirando directo a Louis, con un pequeña sonrisa en su rostro.

— No gracias.— dijo Louis alejándose un poco de Sam.

— Ya oíste, por favor dejamos solos. — dijo Sam a su mayordomo.— ¿Empezamos o tienes un ritual antes de iniciar? — dijo ahora dirigiéndose a Louis.

— No, ninguno, si quieres puedo esperar en lo que te vistes. — respondió Louis.

— Ohhh cierto, olvide decirte que sería sin camisa. Me hubiera gustado que fuera un poco más artistico si sabes a lo que me refiero, sin embargo no me gustaría incomodarte demasiado. Espero que no te moleste.

Claramente a Louis no le molestaba, hace ya muchos años que no se sentía asi. Como un adolescente hormonal atraído por algún hombre aparte de Harry.

— No te preocupes, no hay ningún problema, ¿Empezamos?

Y Louis comenzó a pintar sin dejar fuera ningún detalle. El llevaba años trabajando en la pintura, pero en esta ocasión le estaba costando mucho trabajo concentrárse.

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Noah estaba feliz por pasar el dia con Harry. la ultima vez que habían pasado el tiempo ellos dos solos, había sido hace un par de años, Harry lo había llevado a patinar y Noah había terminado con un brazo enyesado y Harry había recibido un gran regaño por parte de Louis. Aun que ese dia no hubiera resultado muy bien, había disfrutado mucho para tiempo con el.

Ese dia pasarían todo el dia y la tarde juntos. Harry tenia planeaba llevarlo al centro comercial y después irían visitar a Gemma, su hermana. Sabía muy bien que Noah amaba visitar a su tía.

Ahora mismo estaban en el auto en camino al mall, talvez aprovecharía la visita al centro comercial para comprarle un obsequio a Louis. No le importaba cuántas veces tuviera que pedir perdón. Si le tomaba la vida entera lo haría.

Al llegar bajaron y entraron, Noah quería aprovechar que Harry iba con el, para que le comprará un nuevo teléfono. Haría lo posible por conseguirlo.

— ¿Cuánto ha dicho que cuesta el teléfono? — preguntó Harry a el vendedor de la tienda.

— Mil ciento noventa y nueve euros señor.— dijo el vendedor algo fastidiado por repetirlo por quinta vez.

— ¿Enserio quieres este? El tuyo aún sirve.— dijo Harry a Noah.

— Si papá, el mio no tarda en descomponerse, ¿Me lo comprarás o crees que no lo valgo? — dijo Noah haciéndole un puchero a Harry, con el que sabía que lograría convencerlo.

— De acuerdo, lo llevaremos. — dijo Harry al vendedor.— Pero es lo único que te compraré hoy.- dijo ahora a Noah.

— Si, está bien.— dijo Noah asintiendo repetidas veces.

Al salir de la tienda Noah logró convencer de nuevo a Harry de llevarlo a una tienda de ropa.

— Quiero ese... ese de ahí también..el azul de allá.... Y también lo quiero en verde.— dijo Noah señalando todas las prendas que le agradaban.

—Noah, hijo es demasiado. ¿No crees que te estás pasando un poco? — preguntó Harry.

— ¿Sabes qué?, también quiero esa chaqueta roja y eso es todo.— dijo Noah a la vendedora.— ¿Que decías? — preguntó ahora a Harry.

— Es la última tienda a la que entramos, tenemos que irnos ya para ir con Gemma, ya debe estar esperándonos.

— Serían dos mil quinientos euros.— dijo la vendedora llegando a ellos.

—¡Tomlinson!, no creí que tú compararas en este tipo de tiendas, ¿Tienes para pagar algo aquí? — dijo un chico rubio apareciendo a lado de Noah.