Noah llevó a Josh al cuarto de Ernest y lo acostó en la cama. No sabía por qué, pero ver a un bebé dormido lo tranquilizaba bastante.
Salió apagando la luz de la habitación y cerró la puerta detrás de él.
Quería ir con Louis y ver cómo estaba, se sentía muy estúpido al haber presionado a sus padres para estar juntos, y ahora se daba cuenta de que lo único que logró, fue lastimarlos más.
Mejor iría con Bear a su habitación, él también necesitaba a alguien con quien hablar.
Cuando entró, Bear estaba sentado en su cama, se estaba tratando de quitar los zapatos, pero estaba tan lleno; aumentando le el hecho de que su abdomen ya estaba muy levemente abultad; que su intento de hacerlo era en vano.
Noah se rio al ver cómo su novio intentaba alcanzar sus agujetas y no lo lograba. Caminó hasta la cama y se arrodilló frente a él. Desató sus tenis y se los quitó. Bear tenía sus, pues algo hinchados, así que se sentó a un lado de él y palmeó sus piernas, indicándole que subiera sus pies a ellas.
Cuando Bear puso sus pies en las piernas de Noah, este comenzó a masajearlos.
Bear soltó un suspiro de alivio al sentir el contacto de las manos de Noah en sus pies. Todo el día habían estado doliéndole.
Ninguno de los dos comentaba nada, era un enorme silencio incómodo. Ninguno quería arruinar el momento, así que solo se dedicaba pequeñas miradas ocasionales, y una que otra sonrisa cuando se cachaban uno al otro.
—Si me hubieras dicho que te dolían, lo hubiera hecho antes.— dijo Noah para después dejar un beso en cada uno de los pies de Bear.
—No era necesario, pero gracias.— dijo Bear haciéndole un lugar a Noah para qué se acostará a su lado.
—¿No le has dicho a nadie?.— preguntó Noah al quedar frente a Bear.
—Prefiero guardarlo para nosotros.
Noah pretendía guárdalo para ellos igual, tenían algunas semanas más antes de que a Bear se le notará más el embarazo. Por el momento lo había estado disimulado usando ropa más holgada.
—Te ves hermoso hoy, ¿Ya te lo había dicho?.— dijo Noah besando la frente de Bear.
Bear no pudo responder, unas enormes ganas de vomitar lo dominaron. Salió corriendo de la cama en dirección al baño. Hace una semana que no tenía ascos ni náuseas, pero ese día había comido demasiado a causa de sus antojos.
Cuando salió del baño, Noah lo esperaba afuera.
—Puedes usar mi cepillo de dientes si quieres.— dijo Noah entregándoselo.
—Gracias.— dijo Bear tomándolo y entrando de nuevo.
El teléfono de Noah comenzó a sonar, era Conan por tercera vez. No contestaría, de seguro era para burlarse de él o algo por el estilo. Colgó cuando Bear salió.
—¿Era Harry?.— preguntó Bear.
—Por suerte no, no creo que tenga el descaro de llamar.— dijo Noah.— Era Conan, de seguro llama para molestar solamente, no le contesté.
—Entiendo.— dijo Bear caminando de vuelta a la habitación. Se para frente a él espejo que tenía Noah frente a su puerta. Se levantó levemente la sudadera y la camisa que llevaba para dejar ver su pequeño abdomen.
Amaba verse así, y amaba más la razón por la cual lo hacía. No sabía en qué momento se había vuelto tan fan de su barriga; toda la vida había odiado ser más relleno que los demás, pero ahora lo adoraba.
Noah llegó tras de el y lo abrazo poniendo sus manos alrededor de la cintura de Bear. Puso su cabeza en el hombro de Bear y se quedaron viendo al espejo por un buen rato.
—¿Has pensado en algún nombre?.— preguntó Noah.
—Sinceramente no, no tengo ni idea de si será niño o niña, así que no he pensado en ninguno.— dijo Bear haciendo una pausa.— ¿Tú has pensado en alguno?
Noah se quedó pensando por un momento.
—Harry alguna vez me dijo que quería algún día tener una niña y llamarla Darcy, y papá Louis decía que si tenía otro hijo lo llamaría Aidan.— dijo Noah recordando que siempre le había pedido a sus papás un hermanito o hermanita, él de pequeño se sentía muy solo y no tenía con quién jugar en casa. El único que lo acompañaba era Louis, pero no era lo mismo.— Y pues ellos ya no tuvieron más hijos y a estas alturas no creo que lo tengan. Así que talvez podríamos usar alguno de esos nombres.
—Esos nombres son muy hermosos, ten por seguro que le pondremos alguno de ellos.— dijo Bear volteando a ver a Noah y agachando la cabeza para poder darle un beso a Noah en los labios.
Noah le correspondió el beso. Era un beso lento, tranquilo, sin prisa. Últimamente, acostumbran a besarse de esa forma.
Harry quien llevaba más de diez minutos afuera de la habitación de Noah, estaba atónito, había escuchado claramente toda la plática de Noah con Bear. No sabía si estaba malentendiendo las cosas. Esperaba que así fuera.
Abrió de golpe la habitación haciendo de los dos chicos dentro se sobrecogieran*, necesitaba una explicación. Pero antes él creía deber una también.
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TRAMPA
FanfictionLouis se encontraba en la habitación con las luces apagadas, esperando a que Harry llegará. Estaba acostado en la cama, solo tenía unas pequeñas bragas y un antifaz puesto. Sabía que si Harry llevaba, le iba a doler muchísimo, pero se quiso arriesga...