cincuenta y siete

138 9 0
                                    

Harry llevó a Noah y Bear a ver una pelicula primero, decidió salir a la mitad de la función para darles espacio.

Caminó por algunas tiendas del centro comercial, compro solo un par de cosas, porque al terminar la función llevaría a los chicos a comprar ropa, en especial a Bear que necesitaría ropa más cómoda.

Mientras esperaba le marcó a Gemma para poder hablar un poco con ella.

—¡Harry!, Que bueno que llamas.— decía Gemma del otro lado de la linea.

—¿Pasa algo?— preguntó Harry.

—Papás han llegado hoy de Doncaster, ellos quieren verte.— dijo Gemma. A Harry le pareció extraño, llevaba años sin hablar con ellos y su relación no era para nada buena.

—¿Quieren verme a mí? — preguntó Harry.

—Si, bueno a Noah también. Cuando llegaron preguntaron por él.

—Vale, veré qué día podemos ir a visitarlos, ¿Se quedarán contigo?.

—No, papá reservó una habitación en un hotel, le ofrecí quedarse, pero no aceptó.

—¿Estás con ellos ahora?.— Harry aunque no quisiera aceptarlo, moría por ver a sus padres. Desde el cumpleaños número diez de Noah no sabía nada de ellos.

—Sí, ellos están ahora con mi bebé arriba.

—Bueno, creo que voy para allá entonces, veré si Noah quiere ir conmigo. Te veo en un rato.— dijo Harry y colgó el teléfono.

Se quedó pensando en cuál sería la razón por la cual sus padres querían verlo ahora.

Las personas empezaron a salir de la sala del cine, la mayoría eran parejas jóvenes. Salian abrazadas o tomadas de la mano. Pero Noah y Bear no aparecían.

Cuando iba a dirección del baño para buscarlos ahí, chocó con alguien haciendo que la otra persona tirará al suelo un bowl lleno de palomitas de maiz.

—Perdón, venía distraído, lo siento de verdad.— dijo Harry disculpándose con el chico.

—No te preocupes, compraré otras.— dijo el tipo levantando el bowl del suelo.

—Déjame comprarlas a mí, fue mi culpa.— dijo sacando su billetera de su pantalón.

—Creo que es un trato justo.— dijo el chico y ambos caminaron juntos a la dulcería.— ¿Te conozco de algún lado?, Tengo el presentimiento de ya haberte visto antes.— preguntó.

—¿De verdad?, Yo no te recuerdo de ningún lado, lo siento.— dijo Harry.

El chico ordenó sus palomitas mientras Harry intentaba recordar si había visto al chico antes.

—¡Ya recordé!, ¿Eres Harry no? El de Grindr.— dijo el chico al recibir su pedido. Harry pagó y caminaron lejos de ahí.

Harry tenía la cara completamente roja, ahora recordaba a aquel chico. Su noche había sido un completo desastre. Pues el chico había pasado toda la cita hablando de sus problemas personales, y cuando por fin se había callado, Harry no había logrado hacer que su "amiguito" despertara.

—Ahhh, si ya te recuerdo... Creo.— dijo Harry. Ambos se sentaron en una banca dentro del lugar.

—¿Y qué haces por acá solo? ¿Esperas a alguien? Porque yo no tengo ningún problema en tener compañía hoy.— dijo el chico acercándose a Harry y haciendo círculos con sus dedos en la pierna de Harry.

—No, de hecho estoy esperando a mi...

—Papá!, ¿A dónde te fuiste?, Cuando nos dimos cuenta, ya no estabas con nosotros.— dijo Noah llegando con Bear hasta donde estaba Harry.— ¿Quién eres tú?.— dijo Noah al tipo que se encontraba casi encima de su padre.

—¿Papá?, ¿Tienes un hijo?.— preguntó el chico a Harry.

Harry asintió, y se levantó de su lugar, pues sentía que su espacio personal estaba siendo muy invadido.

—Vámonos, tenemos cosas que hacer.— dijo Harry a Noah.— Fue un gusto verte de nuevo, adiós.— dijo Harry tomando a Noah del brazo caminado fuera de ahí.

Cuando estuvieron fuera de ahí, Harry bajo un poco su velocidad y soltó a Noah.

—¿En dónde estaban? No los vi salir de la sala.— dijo Harry.

—Bear quería ir al baño, y lo acompañé.— dujo Noah. Él y Bear se miraron y se ruborizaron al momento.

—Vale no importa. Emm... Al parecer tus abuelos han venido de Londres y le dije a Gemma que iríamos allá, ¿Quieren pasar a algún lugar antes de ir?.— preguntó Harry.

—Bear quiere un helado, ¿Podemos ir?.— preguntó Noah.

—Vamos, ¿Después de eso quieres que te lleve a tu casa?.— preguntó Harry a Bear.

—Le avisé a papá Liam que me quedaría a dormir con Noah hoy, gracias.— dijo Bear mientras caminaban a la heladería.

Al llegar solo Noah y Bear entraron, él no quería un helado así que esperó afuera.

Los veía desde afuera. Bear ligeramente más alto que Noah. No sabía en qué momento ambos habían crecido tanto.

Mientras los esperaba escuchó una risa bastante conocida para el. Buscó de dónde venía y pudo ver qué en el interior de la heladería se encontraba Louis sentado en una de las mesas de adentro. Alguien lo acompañaba, pero no podía ver quién era, pues aparte de que estaba de espaldas, alguien lo cubría.

Cuando decidió que iba a entrar para ver de quién se trataba, Louis ya se había inclinado hacia la otra persona y lo estaba besando. Algo en el pecho de Harry ardió, no sabía si era enojo, rabia o tristeza. Quería en ese momento entrar y matar a golpes al acompañante de su esposo, pero con su hijo ahí no podía hacer nada.

Noah y Bear salieron del lugar y caminaron a dónde Harry.

Bear reía mientras Noah intentaba limpiar su nariz cubierta de helado con su lengua, lo cual era algo imposible para él, pero que divertía mucho a Bear. Bear termino besando la nariz de Noah quitando los restos de helado que tenía.

—¿Nos vamos?.— preguntó Noah.

TRAMPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora