treinta y dos

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Louis llevaba más de diez horas seguidas haciendo el retrato para Sam. Al igual que Sam llevaba más de diez horas posando. Sabían que fácilmente Sam podría tomar una foto de él y usarla para que esa fuera el modelo de Louis. Pero ninguno de los dos quería decirlo.

Louis estaba disfrutando ver a Sam todo lo que quisiera sin ser juzgado, el solo hacía su trabajo. Y Sam disfrutaba ver cómo Louis se perdía por minutos solo viéndolo. Tal ves en ellos todavía había algo de conexión.

- Se ha hecho de noche ya, ¿No quieres tomar un descanso?Podemos ir a comer algo y seguí con esto mañana.- dijo Sam al ver el semblante cansado de Louis.

-¿De verdad?-preguntó Louis.

- Si, podemos ir a un lugar cerca de aquí. Solo voy por una camisa y bajo.- dijo Sam saliendo de la habitación.

Louis no sabía cómo sentirse con eso. Todo el día había estado viendo a su ex novio sin camisa, y ahora iría a cenar con el. Se sentía estúpido al emocionarse por eso. Tal vez se daría una oportunidad de volver a conocer a Sam. Pero antes tendría que dejar las cosas claras con Harry.

Sam bajo al poco rato de haberse ido.

- Vamos, estoy listo.- dijo Sam dándole la mano a Louis. El cual la acepto inmediatamente.

Al salir de la casa, el chófer de Sam estaba esperándolos para llevarlos. Algo nuevo para Louis, el jamás había tenido uno.

Subieron al auto y se encaminaron al lugar. Sam no había dejado de tomar la mano de Louis.

Al llegar al lugar, el chófer les abrió la puerta y ambos bajaron. El lugar no parecía para nada barato. De hecho era uno de los lugares más caros de la ciudad. Louis supuso que era a lo que Sam estaba acostumbrado.

Entraron y el recepcionista los recibió. Bastó con que Sam dijera su nombre, para que los dijeran a una mesa. El lugar era muy elegante, haciendo que Louis se sintiera incómodo. La ropa que lo vestía era la que ocupaba para pintar.

- Creo que mejor deberíamos ir a un lugar mas discreto Sam. No traigo la ropa adecuada para la ocasión.- dijo Louis bajo a Sam.

- ¿Qué dices? Lo que sea que lleves puesto, hace que te veas hermoso.- dijo Sam animando a Louis.

Louis no pudo evitar sonrojarse, hace mucho tiempo no recibía un cumplido así.

Ambos pidieron sus órdenes y esperaron a que llegaran. Ninguno de los dos hablaba, solo se miraban y se perdían en los azules ojos de ambos.

El mesero los trajo de vuelta al llevarles sus órdenes. Ambos las recibieron y comenzaron a comer.

-Esta lasaña está realmente buena.- dejo Louis con su boca llena de comida.

-Si, es muy buena. Amo venir aquí por su lasaña.- dijo Sam repitiendo la acción de Louis

Ambos rieron y siguieron comiendo. Louis estaba muy consentrado en su comida, mientas Sam no podía dejar de ver a Louis. Era exactamente igual a como era de joven.

La primera vez que Sam había invitado a salir a Louis había sido hace más de diesisiete años. Louis había aceptado ir con Sam después de salir de la escuela. Esa ocación lo había llevado a comer a McDonald's, ya que era para lo único que le alcanzaba en aquel tiempo.

Louis aquella noche había comido de la misma forma. Había llenado sus labios y mejillas de salsa catsup, haciéndolo ver realmente tierno.

Y para Sam verlo de nuevo de esa forma, lo llenaba de ternura de nuevo.

Sam tomó su servilleta y la llevo a los labios de Louis limpiándolos con delicadeza.

- Lo siento, creo que realmente tenía hambre.- dijo Louis sintiéndose avergonzado.

-No tienes de que disculparte.- dijo Sam regresando a su lugar.

- Creo que se ha hecho demasiado tarde ya.- dijo Louis mientras llamaba a el mesero.- ¿Me podría traer la cuenta por favor?

El mesero asintió y se retiro. Sam aun tenía ganas de seguir pasando la noche con Louis, peor al parecer la noche ya había llegado a su fin... ¿O no?

TRAMPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora