sesenta y cuatro

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Anne y Des habían acordado no decirle a Harry sobre lo que habían hablado con Louis esa mañana.

Para ellos era mejor decírtelo cuando ellos se fueran al día siguiente, así podrían pasar el día completo con Harry sin tener que pasar malos ratos.

Harry llegó junto a los chicos y el nuevo cachorro de ellos por la tarde. Harry les había dicho a los chicos que podrían ocupar una de las habitaciones vacías para el bebé. Estaba realmente emocionado con eso.

A Harry no le importaba cuánto dinero gastó esa tarde, en ese momento para el era lo que menos importaba ahora.

Bear y Noah agradecían tener por lo menos una persona que los apoyara y no solo los juzgara.

Harry le dijo que había hecho ya una cita con un doctor para que pudiera revisar a Bear y así saber cómo estaba con su embarazo.

Cuando llegaron llevaron todo lo que habían comprado a la habitación de Noah. Noah jugaba con el cachorro mientras Bear miraba una a una las cosas que había comprado Harry para ellos.

Harry se encontraba haciendo lo mismo que ellos, solo que el en su habitación y con la ropa que Louis le había llevado. Había un par de prendas de Louis, posiblemente se habían colado ahí.

Le hubiera gustado estar para recibirlo y por lo menos intentar hablar con él. Quería decirle que no era necesario todo eso, Harry estaba dispuesto a olvidar todo lo que vio solo para poder estar junto a Louis de nuevo.

Jamás había pensado en como sería su vida sin Louis. Ellos desde jóvenes habían imaginado tener una gran familia, tanto Louis como Harry habían soñado con tener muchos hijos, una enorme casa y estar juntos siempre. Ahora cada uno contaba solo con la segunda cosa que habían imaginado; una enorme casa, solo que estando uno muy lejos del otro.

Anne y Des habían salido a caminar un poco por el lugar, cuando regresarán, Harry los llevaría a todos a cenar. Después iría a dejar a Bear a su casa y a Noah a casa de Louis, como se lo habían pedido.

Harry estaba harto de sentirse mal, pero de cierta forma entendía que él se había causado su propio mal, y se odiaba a si mismo por eso. Se odiaba por imaginar alguna vez que podría remplazar a su esposo, lo cual era completamente imposible.

Odiaba ser un maldito inseguro toda su vida y haber creído que Louis pensaba en cambiarlo algún día, aunque siendo sinceros ya lo estaba haciendo.

Ahora quería enfocarse en su hijo y sus padres, había pasado la mitad de su vida alejado de ellos y no quería estar lejos de ellos más. Quería estar con ellos lo que les restaba de vida, aunque la gente lo viera patético, él lo haría.

Cuando terminó de meter toda su ropa de nuevo a su armario, tomó una ducha rápida. Se afeitó, se arregló un poco y se dijo así mismo que disfrutaría esa noche. Estaría rodeado de gente que amaba y eso era lo importante.

Cuando estuvo listo, salió a ver si sus padres ya habían llegado, ya estaba obscureciendo y había reservado la mesa en el restaurante para dentro de una hora.

No le había sido difícil conseguí una mesa para esa misma noche, pues el dueño sabía que Harry solía hacer ese tipo de reservaciones.

Caminó a la habitación en donde sus padres se había quedado y tocó.

Su padre abrió, al parecer ambos estaban listos. Les indicó que saldrían en diez minutos y ambos estuvieron de acuerdo.

Después fue a la habitación de Noah para avisarles que saldrían pronto.

Cuando entró a la habitación de su hijo, él y Bear jugaban FIFA en la Play de Noah.

Bear empujaba un poco a Noah para así evitar que le ganará. Noah logró vencerlo y comenzó a celebrar, soltando el control y abrazando a Bear mientras besaba toda la cara de si novio.

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