El guardián de mi cuerpo

Capítulo XVIII. La gran recepción: La llegada del heredero (parte 2).

Vermont.

Así, bajamos las escaleras para hacer nuestra gran entrada al salón, donde, por desgracia, ya habían llegado la mayoría de los invitados. Tras entrar mi madre me fue presentando a los invitados, mientras yo sostenía, cogida de mi brazo, a una sonriente Jessica Rabbit que hacía su papel a las mil maravillas, despertando en los hombres que la miraban la más diferentes formas de reacción, algunas eran de apreciación de su belleza, y otras simplemente un descarado deseo, mientras me miraban a mí con cierta envidia.

- "Te presento al presidente de Andrew Corneld, de Corneld Industries, un posible socio de tu padre, y su ayudante Cotton Macferson. Señor Corneld , este es mi hijo Vermont Wilson, y ella es su esposa, mi nuera, Isabel Wilson, son recién casados."- le dijo mi madre presentándonos, a quien iba a ser a partir de ahora uno de nuestros objetos de investigación.

Sentí como el brazo que tenía agarrado al mío, se tensaba, y como el cuerpo de mi esposa legal, temblaba, la miré, y ella me miró con una sonrisa, pero en sus ojos vi algo de comprensión.

- "Encantado señor Wilson, su padre nos ha hablado mucho de usted, pero hasta ahora no sabía que se había casado, sobre todo con tan bella señorita."- nos dijo Andrew Corneld mirando a mi esposa, de manera fija.

Años de experiencia policial, y mi instinto, me hicieron saltar las alarmas, algo me decía que Sofía había despertado algún tipo de interés en Andrew Corneld, y temí que pudiera haberla relaciona con Vicki Milton, la científica asesinada, amiga de Sofía.

- "Gracias por el alago, señor Corneld, pero no me lo merezco, espero que este disfrutando de la velada."- dijo mi Sofía haciendo el papel de Isabel a la perfección, mientras le daba la mano al presidente de Corneld, en señal de saludo. Al parecer esas dos semanas de entrenamiento habían dado sus frutos, era la perfecta anfitriona.

El que mi esposa fuera tan educada y atenta, pudo apagar parte de mis miedos, y encender otro sentimiento, que no había conocido nunca, otro sentimiento, que me hacía enfurecer.

Al parecer, el interés del presidente de Corneld Industries, hacia la que era mi mujer legal, no era porque sospechara de ella, era más un interés físico, sexual. Esto lo noté en la forma en que sostuvo la mano de mi esposa, ya que, al cogerla entre las suyas, el muy atrevido y descarado de Andrew, se demoró más de los que esta estrictamente permitido, demorándose, de forma algo descarada, en soltar la mano a Isabel. Tampoco, se me pasó desapercibido el brillo de interés y deseo, que detecté, por un segundo en sus ojos, mientras sonreía de forma enigmática a Isabel.

Yo no fui el único que lo notó, ya que la presión en mi brazo, el que sujetaba Jessica Rabbit con su otra mano, se hizo más brusca, como pidiéndome ayuda. Así que instintivamente abracé a Sofía, atrayéndola hacia mí, y alejándola de ese estúpido. Representando de esta forma, el papel de un esposo recién casado, que está totalmente loco por su mujer, mientras dejaba claro que, el coto de caza que en el que este idiota había puesto interés, ya tenía dueño.

Al segundo que Sofía se sintió pegada a mi cuerpo, se tensó y enrojeció, fue justo entonces, cuando decidí que debía abrazar a la Diva, al menos de dos a tres veces al día, no era adecuado, ni creíble, que se mostrara nerviosa con el hombre con el que se suponía dormía cada noche, y que todos supondrían, debían tener las intimidades de una pareja de recién casados, como nosotros.

- "Discúlpeme señor Corneld, mi madre pretende que conozcamos a todos los invitados, para que ella pueda presumir, de su nueva nuera, no sé si la conoce, pero así es mi madre."- le dije atrayéndola aún más hacía mí, pegándola literalmente a mi cuerpo, mientras la miraba, con lo que pretendía que fuera adoración, a una ruborizada Isabel.