Vermont.
- "No solo pone que en dos horas todo esto va a explotar, también ha mandado a localizarme para llevarme con él, podemos correr el riesgo, de que todo esto se descubre antes de tiempo, y decidan activarlo todo de golpe, sin darnos tiempo a nada."- dijo Sofía, en cuanto lo vi supe lo que tenía que hacer.
Respiré dos segundos para, aceptar lo inevitable, estaba claro que, si tenía que elegir entre mi vida y la de ella, siempre elegiría la de ella.
- "Solo hay una forma, y es darle a Corneld lo que quiere."-sentencié mirando a mis amigos para que comprendieran lo que quería decir, ellos simplemente asintieron, mientras a nuestro alrededor nuestras mujeres nos miraban esperando que explicara lo que acabas de decir.
Pero sabían, que no podía revelar todo, ya que sí mi esposa sabía lo que iba a ocurrir, muy probablemente, no me dejaría ir. Es más, conociéndola, ella sería la que se ofrecería voluntaria por encima de todo. Cosa que no podía hacer debido a que ella era nuestra arma, ella era la que debía sobrevivir, ella era la que debía salvarnos a todos. Y solo ella podía cumplir esa promesa.
Con un gesto de mi cabeza avisé a mis amigos para preparar a sus mujeres, intentaría dejarlos de lado, para que no me siguieran, pero sabía que eso era imposible, solo con contemplar su mirada de decisión querían estar conmigo hasta el final, porque ya no era su vida, la que estaban en juegos, en esta ciudad estaban sus mujeres y sus hijos, y por ellos, mis amigos, lo darían todo.
Cuando tuve sentada en la oficina con Sofía, lo primero que hice fue besarla, no sabría si volvería a besarla de nuevo, si lograría regresar a ella, así que el poco tiempo que había, tenía que aprovecharlo.
- "¿Qué ocurre? ¿Qué Querías decir antes? Me estás asustando, dime qué pasa"- me dijo Sofía apartando sus labios de mí y mirándome seria.
Al parecer Jessica Rabbit se había vuelto muy perceptiva conmigo, ni siquiera podía engañarla cuando la besaba, antes podía servirme para que ella olvidara, o se desconcentrará, pero para al parecer eso no iba a pasar esta vez.
- "Tienes que escucharme, y desde ya te digo que no vas a poder evitar que lo haga, primeramente, porque ya no somos tú y yo, hay muchas vidas en peligro, y segundo porque te prometí que cumplirías la promesa de tu amiga, y eso solo tú puedes hacerlo."- le dije como prólogo a lo que vendría después.
- "¿Quieres dejar de eludir mis preguntas y responderme qué es lo que está pasando?"- me dijo agarrándome la cara y pegando su frente a la mía.
-" En realidad es algo que, sabemos Nickolaus, Bacon y yo, desde hace tiempo, cuando investigamos a Andrew Corneld, la información que sabéis vosotras no es del todo precisa, es verdad, que ese maldito adora tener harenes de mujeres, pero lo que no sabéis es que más que tenerlas y dominarlas, mediante torturas y otras atrocidades, lo que verdaderamente le atrae a ese mal nacido, es arrebatársela a otros hombres, el enfrentamiento directo, es por eso que se volvió loco cuando nos enfrentamos en un duelo en esgrima, pero al contrario de lo que yo esperaba, al yo vencerlo lo único que conseguí es que su obsesión por ti se acrecentara, pero no por ti, sino por dañarme a mí."- le dije e iba a continuar pero fui interrumpido por ella.
- "¿y con esto que me quieres decir?"- me preguntó.
- "Verás es muy sencillo, ahora mismo ese hombre tiene a miles de personas buscándote por toda la ciudad, al no encontrarte, seguramente se frustrará y decidirá adelantar la detonación de los misiles antes de tiempo, lo que verdaderamente necesitamos es tiempo para que tú puedas desactivar todos los misiles. Pues yo voy a darte eso tiempo, y de la única forma que sé enfrentándome a él en un duelo, donde él elija las armas, y yo el lugar donde se va a hacer."- el grito que dio mi esposa y el golpe que recibí en mi brazo me confirmó lo que yo ya sabía, el miedo y el terror, había activado la violencia en ella.
- "¡No, no te voy a dejar! No voy a dejar a que te arriesgues la vida, y perderte, ¡no puede ser!, ¡no vas a ir!"- me decía que cuando me casi histérica mientras me golpeaba varias veces en el pecho con los puños, sinceramente adoraba sus golpes, por mí como si quería seguir golpeándome todo el día, porque probablemente, no había una gran probabilidad de que los volviera a sentir más.
Dejé que me golpeara un rato hasta que noté que el histerismo se acrecentaba, así que terminé abrazándola y besándola, mientras respiraba profundamente para llevarme su olor de recuerdo.
- "¡Escúchame bien Jessica Rabbit!, ¡Escúchame bien, mi amor! Ahora todo el mundo está haciendo su papel, desde un Grupo Especial Seal, que gracias a la información que recibimos de tu mejor amiga, y de nuestra inestimable Samary, han localizado las ubicación oculta de la célula carmesí en Armenia, hasta una pequeña compañera mía que se está jugando la vida en México para distraerlos de ti, por no hablar de todas las personas que están intentando, anular a todos esos topos que tenían infiltrados en todos los estamentos del gobierno, Además, siempre ha sido el mismo, mi papel es el de protegerte, el de ser tu escudo, y finalmente el tuyo el de salvarnos a todos, pues justamente eso voy a hacer, protegerte, ser tu escudo, y alejar el peligro de ti. Ambos tenemos una misión que cumplir, y la mía con más razón, no podría vivir sí sé que te ha pasado algo, no podría seguir viviendo, sabiendo que te perdí, sé que es egoísta, pero es lo único que puedo hacer."- le dije abrazándola fuertemente.
- "¿Y yo puedo? ¿yo sí puedo vivir sin ti? Ni lo creas maldito policía, tienes que prometerme algo, tienes que prometerme que no vas a morir, tienes que prometerme que vas a volver a mí, o yo dejo de cumplir mis promesas desde este momento. Una promesa por otra He-man, o vuelves a mí, y me haces la mujer más feliz del mundo para siempre, o yo me niego a salvar este mundo, donde tú no estás. También soy egoísta, y también es lo único que puedo hacer."- me dijo cogiéndome la cara fuertemente para que le mirara a los ojos.
Durante unos segundos, una lucha de voluntades entre nuestros ojos se mantuvo, pero sinceramente amaba demasiado a esa mujer, haría lo que fuera para que fuera feliz, así volver a arrastrándome como un despojo, después de lo que hubiera pasado.
- "Te lo prometo Jesica Rabbit, te lo prometo."- le dije besándola con fuerza para transmitirle todo mi amor que sentía por ella.
Cuando ya el deseo se activó, y la sentí entregada mis besos, fue cuando la aparté y salí corriendo del despacho, debí alejarme de ella, había muchas cosas que preparar y debía mantener la cabeza fría si quería regresar a su lado no podía pensar, ella lo llenaba todo.
Cuando llegué al coche dos personas me estaban esperando, los miré muy serio, y pretendía discutir con ellos para que se quedaran a cuidar a mi esposa y a su familia. Pero tan solo con mirar a los ojos supe que era como luchar contra un muro, esos dos me seguirían donde fuera así tuvieran que ir caminando, o romperme las piernas para que tuviera que utilizarlos de muleta.
- "Ni lo intentes no vas a convencernos, no me he llevado una cachetada de mi esposa por ir detrás de ti, para volver con el rabo entre las piernas, donde vas tú, vamos nosotros. No eres el único que tiene que proteger algo."- dijo Smile, mostrando una rojes en su mejilla.
- "Por una vez estoy de acuerdo con este gracioso, voy a tener que pagar mucho, y muy caro a mi esposa por esto que vamos a hacer, así que hay que hacer que valga la pena, ¿No voy a ser castigado por nada? Además, si falla nos tienes a nosotros para acabar con tu obra, y para explicarle a tu esposa lo estúpido que fuiste por dejarte matar."- dijo el serio de Dante entrando en el coche.
- "¿Quién dice que voy a perder?, ¿o que me voy a dejar matar?, lo mismo os vais a aburrir contemplando lo que ocurre."- les dije sentado a su lado en la limusina mientras cogía mi móvil, para que me dijeran dónde estaba en estos momentos Andrew Corneld, y hacerle llegar mi desafío.
- "Eso espero, porque como le llegues a tu mujer esposa, con todas las partes que se le gustan en su sitio, y totalmente entero, muy probablemente sea ella la que acabe con lo que quede de ti."- dijo Smile bromeando para distender la tensión que había en ese momento en nuestros corazones.
Solo pude sonreír, porque sabía de lo que era muy capaz esa valquiria asesina de Jessica Rabbit, probablemente me golpearía por haberme dejado herir. ¿Qué se le va a hacer?, cuando uno está enamorado, los defectos se vuelven virtudes.
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El guardián de mi cuerpo
RomanceCuando Sofía regresa a la casa que compartirá con su mejor amiga, después de un día de trabajo de un turno doble en el restaurante italiano de Gios, al que había ido directamente al regresar después de casi dos años, desde México, donde vivía con su...