Sofía (alias Isabel).
Mientras me había reunido, en la terraza con Samary y Vale, descubrí que, en mi móvil, mi madre, el día anterior, me había dejado varios mensajes, según ella tenía la sensación de que algo me pasaba.
Lo dicho mi madre tiene un sexto sentido, sino no entiendo a miles de kilómetros de mí, estuviera tan preocupada por una sensación. Encima yo no le había respondido de inmediato, eso era aún peor, esa mujer no habría dormido en toda la noche.
Mi conciencia de hija culpable se activó, porque mientras mi madre pasaba horas imaginándose no sé qué locuras sobre su hija, yo estaba teniendo la mejor experiencia sexual de mi vida. Yo esperaba que mi madre no fuera evidente, bruja o lo que fuera, o habría muchas posibilidades que María Martínez, me rastreara por todo el globo terráqueo, y tras localizarme, se presentara ante mí, para que yo recibiera el castigo que me merecía.
O peor, me esperaban años de chantaje psicológico, ese que una madre sabe hacer tan bien. Seguro que me entendéis.
Pues justo así fue como comenzó la conversación con mi madre, cuando tras alejarse de mis amigas para hablar con ella, la llamé. Esa fue la manera en que mi madre me recibió, cuando descolgó el teléfono, tras mi llamada.
- "Vaya hasta que por fin la señorita, se acuerda que tiene madre, me alegro de que estes viva, ¿sabes lo que me has hecho pasar, niña? ¿O es que ese trabajo es tan importante, que ni te acuerda de la mujer que pasó casi veinticuatro horas con dolores para traerte a este mundo? Pero como la señorita ya es importante, hasta se olvida de donde viene. Esto es increíble, Sofía Martínez deberías avergonzarte, si tu padre levantara la cabeza, se volvería a morir. Horas, horas llevo pegada a este teléfono, esperando una sola llamada, un solo mensaje, ¿ Qué te era imposible?, ¿Fuiste secuestrada por alienígenas, o por un grupo terrorista?, sino no entiendo como no tuviste unos segundos para decirme "mamá, estoy bien", tan solo con eso me hubiera bastado..." – no se ustedes pero cuando mi madre empieza con estas reprimendas victimistas y psicológicas maternas, yo siempre la dejo soltarlo todo, es mejor que responderle, porque eso sólo generara que esa mujer se pase horas colgada al teléfono, lamentándose de la ingrata hija que tiene.
Mientras puse el manos libres y me senté junto a mis amigas, indicándoles que no dieran nada. Mientras dejaba que María Martínez se extendiera en las mil y una quejas que tenía por no haberla respondido en enseguida, tras que ella me hubiera enviado el mensaje. Samary y Vale intentaban aguantar a la risa, y yo ponía cara de circunstancia.
Finalmente, la señora Martínez desahogo todo lo que llevaba dentro, y fue cuando finalmente pude hablar con ella.
- "Pero seguro que ni me estas escuchando."- dijo finalmente esperando mi respuesta.
- "Si mamá te he escuchado, y a todo, y te respondo que lo siento, tuve un día muy ajetreado ayer, y no pude, por eso te he llamado a hora."- le dije mientras no se me pasaba desapercibida la sonrisa pícara de Vale, que me miro como diciendo.
- "Seguro que fue ajetreada, en la cama de cierto policía"- que mis mejillas comenzasen a colorearse, como siempre, era cuestión de tiempo, prácticamente no había cambiado de color en las dos últimas horas, gracias a mi sincera y abierta suegra.
Por fin puede calmar a esa madre mexicana, que tan alterada estaba, aunque fuera increíble, y tras preguntarle por la abuela, colgué.
- "Que suerte tienes de tener una madre así."- me dijo Samary.-"Pero ahora vamos al grano. Cuéntanos que pasó, para que te pusieras así ayer.
Agradecí, que las dos eludieran el tema de la noche con He-man, y me centré en relatarles que había sucedido con el asesino de mi mejor amiga. Aun me dolía recordarlo, sólo la idea de saber que estuve lo tuve a mi lado y no hice nada, me daban ganas de golpearme.
Aunque yo sabía que eso sólo era cuestión de tiempo, algún día me enfrentaría a Cotton Macferson, y esta vez no pensaba controlarme, le haría pagar por haber asesinado y torturado a mi Viki.
- "¿Dónde aprendiste árabe?, en tus informes cuando te investigue, no salía."- me dijo Samary.
- "Sólo lo sabía Viki y mis "profesores". Veréis en el barrio donde yo vivía, había una comunidad grande de musulmanes, y como yo no tenía dinero para pagarme las clases de idiomas, que necesitaba, mientras iba al universidad, ya que al menos debía conocer cuatro idiomas para superar las asignaturas de política exterior , cultura del mundo y comunicación internacional, y sólo conocía tres, pues yo hice un trato con uno de los comerciantes musulmanes, a cambio de trabajar para ellos, como empleada en sus tiendas, me enseñaban su idioma, así que lo aprendí como una nativa, hay palabras muy cultas, que no conozco, pero en general, lo entiendo y lo escribo muy bien. Mi nombre árabe es Araf Mutdrab, significa sabia aprendiz."- les dije.
- "Perfecto, nos puedes ayudar, tenemos cientos y cientos de documentos en árabe, que iba a mandar a traducir, tú serás quien lo hagas, ya tienes otro trabajo."- me dijo una sonriente Valerie.
Haciendo que me emocionara, al fin iba hacer algo, hasta ahora sólo había representado el papel de la esposa del heredero, mientras los otros investigan, y averiguaban información trascendente, para la misión. En cambio, yo, sólo esperaba, pero ahora ya tendría algo que hacer, algo en que ser útil, para poder colaborar, en mi promesa, y eso era perfecto.
- "Señora Wilson, el señor, y los esposos de las señoras Nikolaus y Martin, les esperan en el despacho."- nos dijo Hilton cuando se acercó a nosotras, con una ligera inclinación.
-"Gracias Hilton, nos reuniremos con ellos ahora."- le dije levantándome para guiar a mis amigas hasta el despacho.
Por fin se activaba todo, por fin llegaba la acción, y yo era útil, debía mantenerme ocupada, para no pensar en cierto atractivo policía, con el que estaba casada, y que hacía que mi cuerpo, pasado horas de haber sido bien satisfecho, aun lo deseara. Debía controlarme o probablemente todo aquello que quería esconder, saldría la luz, y eso no podía suceder, ni loca me humillaría aún más, de lo que ya lo había hecho yo, esta mañana.
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El guardián de mi cuerpo
RomanceCuando Sofía regresa a la casa que compartirá con su mejor amiga, después de un día de trabajo de un turno doble en el restaurante italiano de Gios, al que había ido directamente al regresar después de casi dos años, desde México, donde vivía con su...