Sofía (alias Isabel).
Poco a poco fui recobrando la conciencia, notaba traqueteo del coche a mi alrededor, dándome una idea de que no estábamos en una pista firme, sino más bien en un terreno Irregular.
Permanecí con los ojos cerrados, para evitar que se dieran cuenta de que estabas despierta, los oía hablar entre ellos en árabe. Principalmente hablaba al conductor con el otro acompañante que tenía delante, y junto a mí, estaba Cotton Macferson. El cual previamente me había anunciado que iba a acabar con mi vida, aunque yo aún no entendía la razón, no me habían relacionado con Vicky, ni con la célula.
No quería engañarme tenía miedo, pero sabía que no se los iba a poner fácil para acabar conmigo, tenía muchas cosas por las que luchar, solo tenía que esperar la oportunidad para escaparme, y si estaba atenta seguro que se presentaría.
Sentí a mi lado como Cotton se movía inquieto, y en un momento recibía una llamada. Debía De ser de alguien que le incomodaba, porque antes de descolgar suspiró profundamente.
- "¿Sayyid?"- le oí decir en árabe, y le dijo su interlocutor no debió ser la que el esperaba, porque la respuesta de Cotton era de justificación y reverencia.
- "Lo sé, Sayyid, es únicamente error mío, en estos momentos estoy ocupado, pero desde que termine, iré para recibir mi castigo."- dijo Cotto cortando la comunicación poco después,
Ese tal Sayyid, sólo podía ser una persona, Andrew Corneld, según las traducciones que yo había hecho, Sayyid, era el hijo del líder de la célula Carmesí. El futuro líder de la célula, y ese era según lo que nosotros habíamos averiguado, sólo podía ser Andrew.
Con la siguiente información que recibí supe que Andrew no estaba al tanto de lo que pretendía hacer, Cotton, conmigo. Más bien el asistente lo estaba haciendo a espaldas de su jefe, por alguna extraña razón, el asesino de Vicky no quería que Andrew se enterara de que pretendían hacerme desaparecer.
- "¿Señor, Sayyid sospecha algo?"-pregunto una de las personas que iba adelante.
- "Por ahora no, pero no tardará, en salir en las noticias el secuestro de la señora Wilson, y atará a cabos. Sobre todo, dentro de unos días que su cuerpo aparezca en el bosque."- la frialdad con que dijo estas palabras casi me hace temblar, pero lo único que consiguió es reafirmar más mi intención de sobrevivir. No le sería tan fácil acabar conmigo.
Intenté recordar que tenía yo en el bolso o en cualquier parte de mi cuerpo que pudiera utilizar de arma, tenía que recurrir a mis clases de krav magan, donde siempre nos decían que cuando estuvieras en cualquier peligro mantuvieras la cabeza fría, lo suficiente, para que hallarás una solución, y poder derrocar al enemigo.
Aún con los ojos cerrados, realicé mentalmente un inventario de las cosas que llevaban el bolso, que aún estaba colgado de uno de mis hombros, y a un costado de mi cuerpo. Gracias a Dios, estaba apoyado sobre el sillón, junto a la puerta, hacia el lado que estaba apoyada mi cabeza sobre el cristal, así que debía de ser muy sigilosa a la hora de introducir mi mano en él, para no despertar sospechas.
En mi inventario mental recordaba tener en el bolso, un pequeño estuche con material de manicura, entre los que había una pequeña navaja y unas tijeritas muy puntiagudas. Con cuidado, y sin ser vista, introduje la mano dentro del bolso para sacar el estuche y tras abrirlo con una sola mano, sacar esos dos utensilios para esconderlo entre mi ropa.
Por suerte, nadie de los que estaban en el coche se dieron cuenta de mi maniobra, más bien continuaban, en su conversación en árabe de lo que iban a hacer conmigo, Cotton, les indicó que era mi asesinato, y que lo iba a hacer él rápido e indoloro, nosotros solo tenían que cavar una fosa lo suficientemente profunda para que en unos días pudieran encontrarme, pero que mi cuerpo no fuera devorado por las alimañas, para que pudiera subir al paraíso, muy considerado de su parte, claro está después de asesinarme.
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El guardián de mi cuerpo
RomanceCuando Sofía regresa a la casa que compartirá con su mejor amiga, después de un día de trabajo de un turno doble en el restaurante italiano de Gios, al que había ido directamente al regresar después de casi dos años, desde México, donde vivía con su...