Narrador.
En esas reuniones, de las tres parejas, que habían hecho durante estos dos días antes al evento, se hicieron muchos avances para concretar el plan de esa noche, y todo gracias a la información que se extraída de los textos que Samary Nikolaus le había dado a Sofía Wilson para que las tradujera.
En esos textos, en su mayoría, eran en apariencia simples poemas, o extractos del Corán, pero gracias a los estudios de historia de la mexicana, y a uno de los ancianos de su barrio donde que solía vivir mientras estudiaba en la universidad, que le enseñaba le árabe, además de hablarle de la historia de su país, Siria, supo que estos textos estaban cifrados, y tenían su propio Código.
El anciano había sido cartógrafo, historiador, y un simbolista muy famoso en Siria, pero por motivos de desavenencias políticas, y por haber colaborado con el ejercito norte americanos en la guerra en ese país, había tenido que huir, bajo amenaza de muerte, pidiendo asilo político, para tanto él, como su mujer y sus hijos.
Hoy en día, como se quejaban los ancianos, los jóvenes de la comunidad no quieren aprender sobre su país natal, no están interesados, se sienten norte americanos, y no quieren saber ni de historia, y muchas de sus costumbres, así que algunas se habían perdido. Por eso, ante el interés de aprender sobre el mundo árabe de Sofía, los mayores de la comunidad se esmeraron en enseñarla, mientras trabajaba en la tienda y estudiaba en la universidad. Uno de esos mayores fue este anciano que le contaba historias, anécdotas y sucesos, que encantaron a la mexicana.
Entre las historias que le contó, Sofía recordó que le había hablado de las mal llamadas Guerras Santas de Los Templarios, en la edad media, que, usando la excusa de la evangelización a su pueblo, lo que en realidad había hecho sólo era una invasión para robar los tesoros de los pueblos árabes, que ellos creían que les pertenecía, la tierra Santa la llamaban. Con lo que no contaban los Templarios, según su anciano mentor, es que el pueblo árabe fuera un pueblo tan avanzado, en ciencias y conocimientos, ni que su espíritu de lucha por proteger su pueblo, su fe, su territorio y sus costumbres, fuera tan aguerrida. Es por eso por lo que terminaron fracasando después de años de enfrentamientos.
Una de las cosas que le enseñó ese erudito anciano, es el famoso código que usaban los generales de los califatos para enviar información entre sus tropas y entre otros Califatos, para que no fueran detectados por los invasores infieles, los antiguos eruditos árabes crearon un código que casi estaba olvidado por muchos, únicamente guardado por los grandes estudiosos de la simbología del mundo árabe como era el mentir de Sofía, y más en esta época moderna donde los métodos de información, son distintos, más avanzados.
El código consistía en identificar en el texto unas palabras clave que existían en el propio código, cada palabra tenía un significado, que podía variar dependiendo de unos parámetros, que se debía buscar a lo largo de los textos, de uno o de varios. Cada uno tenía su numeración y su alfabeto en árabe, debías hablar y escribir muy fluido y muy bien el idioma para poder entenderlo era como armar una gran rompecabeza.
Sofía tuvo que pasarse horas y horas encerradas en el despacho de la mansión, junto a sus dos amigas, que la ayudaba a organizar el trabajo, para poder dar con toda información, ya que el árabe como cualquier idioma, según de que país proceda tiene sus variaciones de significado, aunque en general se entendible.
Finalmente pudo recopilar la información, donde se describía cosas muy importantes, entre las que había desde el número de chips que se habían o se pensaban fabricar, algunos de sus códigos secretos, uno de ellos para desactivarlos. Además de la disposición geografía donde que debían estar los misiles para generar el mayor daño posible. También había información personal de los objetivos que se tenía que eliminar, a ser posible como si fueran meros accidentes, y no de forma muy seguida, para no llamar la atención, antes del ataque final.
Había una lista muy larga que iban desde personal relevante del pentágonos, algunos políticos, hasta la propia familia Wilson, con todos sus integrantes, además de todos los científicos, ingenieros, finalmente todo el personal que habían participado en el proyecto, sin saber para qué iba a ser utilizado, y todos estaban trabajando en la empresa Corneld.
También había información relevante sobre Viki Milton, posibles conexiones, estudios, e investigaciones, y las personas que había que investigar, porque podían haberla ayudado a guardar toda la información que ella les había robado. Esto fue lo que más alarmó, dentro del horror que descubrieron, a las tres parejas, en especial a Sofía y Vermont.
Entre la lista de posibles personas a los que Viki podía recurrir se encontraba Sofía Martínez, y su dirección en Hidalgo, México. Al parecer, en su plan inicial no habían pensado, que investigarían el pasado de Viki y sus antiguas relaciones de amistad, ahora la familia de la señora Wilson, podría estar en peligro, además de que su nueva identidad, podía ser revelada.
Sofía (alías Isabel).
- "Tengo que avisar a mi madre"- gemí tras traducir y organizar la información, levantándome alterada de mi asiento.
Esto atrajo la atención de todos los que estábamos en el gran salón de la primera planta, que pertenecía al ala que se nos había adjudicado a Vermont y a mí, desde que llegamos a la mansión Wilson, para preservar nuestra intimidad. Solíamos reunirnos las tres parejas en ese gran salón, porque estaba aislado y el servicio tenía prohibido entrar en él, como en nuestra habitación, si Hilton no los supervisaba, así que allí nos reuníamos para contarnos que habitamos averiguado.
- "¿Qué ocurre?"- me pregunto Samary, acercándose a mí.
- "Mi madre, me están investigando saben dónde vivo en Hidalgo, y podrá averiguar que ya no estoy allí y las fechas en las que vine a Estados Unidos."- les dije entregando la información de la lista de investigados, conocido de Viki que acabad de decodificar.
Sabía que estaba hablando sin control, pero es que estaba muy preocupada, no solo porque podía descubrir mi identidad, sino que también poner a mi madre y mi abuela en peligro. La cara de todos al mirarme me reveló que ellos también pensaban lo mismo.
He-man se acercó a mí, era la primera vez que se acercaba desde hace dos noches, estando yo consciente claro, ambos nos habíamos imbuido en el trabajo para evitarnos y así no generar más confrontaciones u otros problemas que ahora no ayudan. Normalmente, yo me acostaba tarde después de estar horas encerrada en el despacho, cuando llegaba a nuestra cama, él estaba ya dormido.
Por su parte, él se levantaba muy temprano para, junto a sus dos amigos, ir a la empresa y revisar toda la información, coordinándose con los pocos del Pentágono y de la CIA que conocían que estaba pasando, teníamos ya los posibles espías, gracias las listas que ya había elaborado, de posibles objetivos a eliminar para borrar todas a las huellas, aunque aún nos y podía hacer nada porque no podríamos como dice el refrán "levantar la libre".
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El guardián de mi cuerpo
RomanceCuando Sofía regresa a la casa que compartirá con su mejor amiga, después de un día de trabajo de un turno doble en el restaurante italiano de Gios, al que había ido directamente al regresar después de casi dos años, desde México, donde vivía con su...