Narrador.
Mientras todo esto ocurría, en Hidalgo, una Sofía falsa, junto a su falso marido, se preparado para desarrollar la vida diaria, y muy social, que hubiera desarrollado una hija que acaba de llegar del extranjero para presentar a su marido a sus vecinos y a su familia.
La primera noche que llegaron a Hidalgo, la detective Susan García y su supuesto marido, el agente especial de la CIA Mason Bishop, decidieron pasar desapercibidos para saber quién eran, los que estaban investigando sobre la vida y el pasado de Sofía Martínez. Gracias a los medios que desarrollaron, y a la ayuda que recibieron de terceras personas, que ellos desconocían sus nombres, pero que les ayudaban a recibir información tales como la identidad de las personas que habían entrado al país recientemente, y que ahora se dedicaban a preguntar por el vecindario sobre Sofía, así como toda la información que había recibido de su jefe, el agente especial Mason.
Gracias a esto la primera noche pudieron detectar que se trataban de tres individuos de nacionalidad francesa, donde uno de ellos trabajaba para las empresas Corneld, y los otros dos en unas empresas subsidiarias de la misma, que tenían contratos con el ministerio de Defensa Del Gobierno francés.
Esta información hizo saltar todas las alarmas, ya que significaba, que había muchas probabilidades, de que no sólo en Estados Unidos, se estuvieran implantando los peligrosos microchips, muchas conversaciones se estaban llevando entre el presidente de Estados Unidos y el primer ministro de la República francesa, intentando averiguar si los contratos que tenía el Ministerio de defensa con las empresas subsidiarias de Corneld Industries, tenía contrato para vender misiles con tecnología fabricada por dicha empresa.
Mientras un grupo muy selecto de espías de la CIA se encargaba de averiguar esta información, en Hidalgo, Susan García, alias Sofía Bishop, prestaba a su supuesta madre y a su abuela con en avanzado estado de deterioro por Alzheimer, a su marido un Ejecutivo del grupo Nikolaus, Mason Bishop.
Previamente, y muy inteligentemente, la madre de la verdadera Sofía había avisado a todos sus vecinos, para prepararle una fiesta de bienvenida a su adorada hija y a su yerno, no fue sospechoso que es en esa fiesta se presentaran invitados que la anfitriona desconocía, era muy normal en las reuniones de las familias mexicanas, que, conocidos de conocidos, fueran invitados por parte de la familia, que no fuera la anfitriona.
Por su parte, María Martínez, se encargaba de informar a su supuesta hija mediante mensajes, con palabras clave que, su verdadera hija le había informado, de que tres de sus invitados, a su fiesta sorpresa, la semana anterior habían estado preguntando por ella.
- "¿Está preparada, señora Bishop?"- le preguntó su supuesto marido, a la falsa Sofía, rodeando su cintura para atraerla a su cuerpo antes de que ella abriera la cancela que daba al gran jardín donde se iba a celebrar la fiesta sorpresa, que su supuesta madre le había hecho para darle la bienvenida.
- "Como nunca, señor Bishop, seguramente estaremos muy ocupados para poder hablar, pero después de la interesante noche de ayer, todo me ha quedado claro."- le dijo Susan, a quien pretendía ser su marido.
Desde que se conocieron estos dos, habían decidido mantener incluso cuando estaban solos, una actitud de marido y mujer que no hiciera sospechar a nadie, no se sabía qué ojos podrían estar mirándole, más cuando querían averiguar, si Sofía se había puesto en contacto en algún momento con su amiga Viki.
Por lo tanto, todas sus conversaciones, estaban hechas para que diera lugar a doble sentidos, cuando Susan se había referido a la noche interesante, se debía a que se había pasado la noche, vigilando a esas tres personas que tanto interés estaban mostraban por la verdadera Sofía. De hecho, mientras esas tres personas fueron a cenar, mientras una Susan disfrazada y de incógnito, los espiaba en el restaurante donde estaban cenando, un ágil y bien preparado agente especial de la CIA, se colaba en su habitación para hacer un profundo registro de sus pertenencias y de paso dejar algunos dispositivos de audio y video secretos que le habían dado a la agente García, su jefe para que le ayudara en la misión, sólo le había quedado revisar su ordenador, pero no había tenido tiempo antes de ser avisado por su falsa esposa del regresos de la cena de esos tres.
El estruendo que se produjo cuando la pareja entró en el jardín de la nueva casa de la señora Martínez, fue ensordecedor, como las típicas reuniones que se hacen de la familia y los amigos mexicanos, los niños corrían por los jardines mientras los adultos disfrutaban de la bebida y la comida, besos, saludos, abrazos de felicitación de los vecinos y amigos de la señora Martínez, que se multiplicaban por mil, todos estaban locos por conocer a la pareja, y en especial a la hija de la que la señora Martínez se sentía tan orgullosa. Su dichosa madre, iba pasando de invitado en invitado para presentarlos.
Una de las cosas que notaron la perspectiva pareja, era que a medida que se iban produciendo los saludos, y las presentaciones de la hija y el yerno de la señora Martínez, los tres extraños invitados iban eludiendo de manera sistemática, el ser presentados. Entre tanta gente no era extraño que eso se produjera, pero esto no había pasado desapercibido para nuestra pareja de espías.
- "Mamá, tranquila, ya conoceremos a todos los invitados a lo largo de la fiesta"- Dijo un animadas presunta Sofía, y dirigiéndose al resto de los invitados les dijo - "Gracias por el recibimiento, ahora disfrutar de la fiesta, comer, beber y bailar, hace tiempo que no disfrutaba de estos encuentros, y los echaba de menos. Así mi marido se habitúa a estar casada con una mexicana con tanta familia y conocidos."- dijo supuestamente feliz la señora Bishop.
Al parecer esto consiguió lo que Susan pretendía, que era evitar que los tres extraños, huyeran de la fiesta para evitar ser sorprendidos. El plan que estos dos habían generado estaba dando sus frutos, De hecho, nadie se sorprendió que mientras la fiesta estaba en su máximo apogeo, el yerno de la señora Martínez, se ofreciera a ir a comprar más bebidas, y desapareciera de la fiesta.
Así que mientras, Sofía Bishop se dedicaba a ser el centro de atención de su fiesta de bienvenida, un ágil y preparado agente de la CIA, volví a la habitación de tres de los invitados, para inspeccionar el ordenador portátil, que en el día de ayer no pudo por el corto espacio de tiempo que tuvo.
Mucha información se retiró de ese ordenador, información que era enviada inmediatamente a sus superiores, y aún correo secreto, y protegido, creado por una de las mejores científicas e ingenieras del grupo Nikolaus, la señora Samary Nikolaus.
Tras dejar todo como lo había encontrado, y comprar la requerida bebida que había que sido la excusa para ausentarse de la fiesta, el falso marido, de la falsa Sofía, regresó a la casa de su supuesta suegra entrando por una de las puertas de la cocina.
De repente fue sorprendido, por alguien que le agarró y lo atrajo por las escaleras que ascendía a la primera planta, tapándole la boca con una mano, su instinto inicial, fue defenderse, hasta que calor y un olor familiar que reconoció enseguida, le hicieron detenerse.
-"Cuido que te van a oír, están en nuestra habitación, registrando nuestras pertenencias."- dijo una susurrante agente García, enseñándole su móvil donde la Cámara que habían instalado en la habitación daba claramente la imagen de como esas tres personas revolvían los enseres de su maleta, mientras registraba en la habitación.-"¿Has cubierto algo en el ordenador?."- preguntó la policía, mientras continúa manteniendo su cuerpo pegada a la de su supuesto marido como si se encontraran en esos momentos en un encuentro íntimo.
- "Tienes mucha información sobre, el día de la implantación de los microchips en los misiles, hora momento día, además de lugar de almacenamiento y su consiguiente traslado a los silos y países que los van a comprar. Había otra que no pude descifra por estar en árabe igualmente la envié. Lo que me sorprende es que mucha de esa información se supone que no deberían tenerla, ya que es interna y privada del grupo Wilson, por lo que se puede sospechar que un alto Ejecutivo de ese grupo, trabaja para la Célula Carmesí."- le dijo su supuesto marido mientras le acariciaba la cara manteniendo la idea de un encuentro de la pareja lejos de sus invitados.
Susan García fue a responderle, cuando un ruido en la primera planta les indicó que sus extraños invitados habían terminado el registro y se acercaban a la escalera de servicio de la casa donde ellos estaban.
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El guardián de mi cuerpo
RomanceCuando Sofía regresa a la casa que compartirá con su mejor amiga, después de un día de trabajo de un turno doble en el restaurante italiano de Gios, al que había ido directamente al regresar después de casi dos años, desde México, donde vivía con su...