"Según fuentes cercanas al nuevo rey Hades, la monarquía de nuestro país tiene planes no solo de atacar al reino enemigo, sino también apoderarse de dicho país, esto ha causado gran revuelta entre los pobladores de nuestro reino, entre las personas a las que no les agradó dicha información se encuentran las familias de los integrantes de la guardia, pues temen por que el bienestar de sus familiares este en peligro solo por un pedazo de territorio"
Al terminar de leer observé a Jacob quien seguía comiendo su hamburguesa cómodamente.
—¿Y bien? —pregunté.
—Ya te lo dije, son artículos amarillistas.
—Pero este portal nunca publica cosas así.
—Cualquiera lo haría por dinero Keyla.
Mi amigo —el cual parecía más hambriento que nunca— seguía sin prestarme atención así que hice lo que siempre asía cuando era así.
—María —llamé a mi compañera de trabajo en un grito.
—Dime. —respondió la aludida acercándose.
—Jacob extraña uno de tus abrazos —hablé burlona.
Él me miró con horror mientras ella sonreía con entusiasmo, el problema no era que lo abrazara, el problema era que a pesar de que ella lo hacía sin alguna otra intención el olor a sudor siempre dominaba en ella, y a Jacob no había otra cosa que le molestara más que las personas que no olían bien, luego de unos minutos en los que mi pobre amigo pareció ser torturado María se separó de él con el mismo entusiasmo.
—¿Terminaste tu turno ya? —me preguntó.
—Justo hace una hora —le informé.
—Que bien, entonces nos vemos mañana, adiós, Jacob.
—Nos vemos mañana.
En cuanto se marchó mi amigo me descuartizo con la mirada.
—Okay, no puse atención, está bien. —admitió. Luego de levantar sus manos al aire.
—No puedes interceptarme en mi hora de salida para esperar a que te vea comiendo —espeté indignada.
—Bueno, en mi defensa la hamburguesa esta muy buena.
Hice el ademan de aventarle una servilleta.
—Keyla, no me dicen las decisiones del reino, con trabajos y estoy aprendiendo las leyes, pero investigaré ¿más tranquila?
Asentí regalándole mi mejor sonrisa, había estado recibiendo cartas de Mike, pero en cuanto me enteré de la posibilidad de que la guerra se profundizara no podía dejar de preocuparme.
—¿Te importaría pagar? —preguntó Jacob.
—Paga tú tu comida genio.
—Si lo haces tú te darán descuento de trabajador.
Jacob puso su mejor cara de perrito triste y yo hice mi mayor esfuerzo para no reírme.
—Eres un príncipe, ¿enserio te cuesta pagarlo?
—Bien, lo haré.
—Te espero aquí sentada.
Indignado se puso de pie para así ir a la caja. Extrañaba mucho a mi amigo y aunque prácticamente hablábamos diario por teléfono, seguía sintiendo una enorme distancia entre él y yo, cuando me visitaba solo era por minutos, o solía hacerlo acompañado, después de su fiesta de cumpleaños preferí evitar acercarme al palacio, así que eso acortaba el tiempo que podía pasar con él.
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RUMBO A LA SALVACIÓN DE UNA MONARQUÍA.
RomanceKeyla odia la monarquía. Keyla no piensa las cosas antes de actuar. Keyla odia el desinterés del rey. Keyla detesta a todo el mundo. Keyla odia la guerra. Keyla no quiere saber de nadie que no sea su familia. Pero...entonces ¿qué hace...