—Entonces, quiere decir que no han visto a su madre —comentó burlón el tío Carson.
Me pregunté mil veces por que no me había salido de casa antes de que llagaran y evitarme ver la cara burlona que ponían mis primas al recorrerme de arriba abajo.
—No, pero lo haremos pronto —respondió mi hermana en el mejor tono que pudo.
—Si mis hijos no me visitaran por meses los sacaría de mi testamento.
—Vivimos contigo, eso no cuenta —objetó mi primo Cler.
—Algún día tendrán que dejar el hogar.
—Si yo fuera tu hija sería un alivio dejar de vivir contigo —se burló la abuela.
—Mamá, no pones buen ejemplo.
Mi abuela puso los ojos en blanco antes de ponerse de pie y supe lo que vendría. La llegada de mi tío nunca era grata —al menos para mi—, sin embargo, la única razón por la que me mantenía en casa era mi primo, quien era de los pocos de la familia que no soñaba en ser poderoso y rico.
—Atira, Cler ¿me ayudan con unas cosas? —preguntó la abuela
Sonreí al escuchar mi segundo nombre. Mi primo y yo compartimos una mirada cómplice al momento de levantarnos, sabíamos que no haríamos nada más que platicar en la cocina con mi abuela, siempre que ellos venían de visita repetíamos la rutina.
Al entrar a la cocina la abuela soltó un dramático suspiro.
—¿Por qué es así? —preguntó refiriéndose al tío Carson.
—Tú lo criaste Nana, es tu hijo —le hice saber.
—Ya lo sé, pero en mi defensa el dinero le hizo mucho daño.
—El dinero que presume tener es de mamá, y están a punto de divorciarse —informó Cler.
—Mi pregunta es ¿cómo tu padre conquisto a tu madre? —me burlé.
—No lo sé, ni ella misma lo sabe.
—Tal vez le dio buen sexo —opinó mi abuela.
—O tal vez le dio un embrujo —contradijo Cler.
—Sí... me inclino por el buen sexo —opiné.
Vi como a Cler se le subía el rojo a las mejillas y sonreí haciendo enojar.
—Podríamos no hablar del sexo entre mis padres; me resulta algo asqueroso —pidió Cler con una mirada de asco.
—¿Cómo crees que llegaste tu al mundo? Porque quiero informarte que una cigüeña no te trajo —me burlé.
—Ya cállate Keyla.
—Ash.
—Bueno, ya cambiemos de tema, platícanos el motivo de su llegada —intervino la abuela.
—Fuimos invitados a la coronación del príncipe, mi mamá es familia lejana de los nobles en el norte de Frizroyen y tenían lugares disponibles, ella no quiso asistir, pero sabemos cómo es mi padre.
—El príncipe Hades Maximilian Gionor de Frizroyen, ya tomara el trono —declaró la abuela como si de una excelente noticia se tratara.
Todas en la facultad hablaban de eso, era un tema que no tenia tregua y aunque en un principio me interesé en saber los cambios en sus legislaturas luego me aburrió, pues al parecer a todas lo único que les interesaba era el príncipe misterioso y obscuro que tomaría la corona.
ESTÁS LEYENDO
RUMBO A LA SALVACIÓN DE UNA MONARQUÍA.
RomansKeyla odia la monarquía. Keyla no piensa las cosas antes de actuar. Keyla odia el desinterés del rey. Keyla detesta a todo el mundo. Keyla odia la guerra. Keyla no quiere saber de nadie que no sea su familia. Pero...entonces ¿qué hace...