Capítulo 59

149 15 0
                                    

Después de las festividades que por cierto salieron muy bien me recuperé por completo, aunque el rey era un exagerado y me pedía que acudiera al médico constantemente días atrás me habían dicho que no quedaba rastro de la infección de hace semanas

—¿Qué se siente cuando amas a alguien?

—Amor —obvió la abuela.

—Ya, pero ¿se siente como una gran atracción a esa persona?

—Eso es atracción Key.

—¿Deseo?

Negó.

—Es quererlo tanto como para verlo feliz —respondió con simpleza.

—Eso no suena nada a las compendias románticas.

—Porque no todos en la vida tenemos una comedia romántica con final feliz.

—A veces me asustas.

—El futuro asusta.

—Lo sé.

—Creo que saldremos este fin de semana por el motín —informé.

—Lo sé.

Vi a la abuela quien ya me observaba de nuevo encontré en su mirada algo que no me gustaba.

—¿Sabes...qué es lo que nos espera?

—Siempre he tendió esa información.

—Las indicaciones de la carta que encontramos en la caja de los Nertiz eran muy específicas nana, las respuestas que buscamos están en la isla, pero siento algo.

—¿Qué es?

—No lo sé, siente como algo inquietante.

—El futuro es inquietante.

—Pero...

—Cariño, se te hace tarde.

—Tal vez deba quedarme otro día.

Mi abuela negó con los ojos brillantes, no me gustaba eso, ella siempre parecía saber lo que pasaría y podía verlo en sus ojos algo se acercaba.

—Tu futuro te espera.

—¿Y si no es lo que esperaba?

—Las personas comentemos el error de idealizar la mayor parte de nuestra vida, nada es como no lo esperamos.

—Le llamaré a Cler le diré que nos quedamos un día más.

—No puedes.

—Sí, a Hades no le molestará — no me quería ir.

—El futuro en incierto Atira, lo único que tenemos seguro es el presente, ve y vive el tuyo, yo esperaré pacientemente el mío.

—¿A qué te refieres?

—Key, tenemos que irnos escuché que los guardias comentaban movimientos sospechosos en el castillo —gritó Cler desde la perta.

—¿Sospechosos? —me exalté

—No sé de qué se trata, pero no me da buena vibra.

—¿Sabes si el rey está bien?

—No lo sé...tenemos que irnos.

RUMBO A LA SALVACIÓN DE UNA MONARQUÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora