Perséfone. La muerte de la primavera

AVISO: contenido sensible

Esta historia NO es un "romance oscuro" o "dark romance", ni un relato erótico o perturbador.

Soy plenamente consciente de que en esta plataforma existen obras con escenas más explícitas, grotescas e inquietantes que las presentes en mi historia.

Sin embargo, se abordarán cuestiones delicadas y prefiero hacer un listado del material que tiene el potencial de incomodar a los lectores para aquellos que prefieran abstenerse de consumir estos temas.

Perséfone, la muerte de la primavera contiene representaciones de abuso emocional, verbal, físico y sexual. La violencia interfamiliar y el trauma generacional son puntos dramáticos importantes en este relato.

Algunos capítulos contienen violencia física gráfica. Se hace referencia a derramamiento de sangre, vísceras, ruptura de huesos, desmembramiento, canibalismo y torturas. La hambruna, la enfermedad y la guerra serán parte importante de la trama en cierto punto, con sus terribles consecuencias para los mortales que se hayan en medio de las disputas de la estirpe de la sangre dorada. También hay escenas realistas concerniente a la caza que pueden incomodar a aquellos que sean sensibles con las vidas de los animales.

Encontrarás referencias y escenas explícitas de encuentros sexuales. No obstante, volveré a recalcar que ésta no es una historia erótica o spicy; el romance principal es un slow burn que se toma su tiempo para desarrollar a sus personajes y la relación que los une. Sin embargo, la sexualidad estará presente como algo natural.  

El amor en todas sus formas también estará incluido. Habrá distintas  dinámicas interpersonales, desde las más sanas hasta las más tóxicas. Estarán presente sentimientos y acciones nocivas dentro de la pareja tales como obsesión, celos, infidelidades, control, chantaje emocional y extralimitación de los límites personales... Por supuesto, al tratarse de dioses griegos encontraremos relaciones incestuosas y desigualdad de poder y diferencia de edades dentro de la pareja. 

El consumo de drogas y alcohol, además de otros comportamientos autodestructivos hacia la salud personal, como conductas del trastorno alimenticio o autolesiones, también formarán parte de esta historia.

Las injusticias serán moneda corriente, con personajes capaces de las atrocidades más deleznables sin asumir consecuencias, mientras que otros, a pesar de su bondad, sufrirán grandes penurias. En este laberinto moral, la línea entre monstruo y dios se desvanece. A veces, no sabrás si el mal se hace o se crea. Será difícil discernir cuándo se debe luchar por lo que queremos, por cambiar el mundo, por nuestros ideales... o cuándo nos estamos equivocando, cuándo es momento de parar y ratificar, de cuestionarnos hasta qué punto nuestra lucha tiene o no causa.

Pero no todo es desgracia en este universo que os ofrezco, también hay espacio para el amor, la amistad y la familia elegida. Para la sanación de heridas, la superación de traumas, el perdón propio, la redención y el crecimiento personal. Para encontrarse a uno mismo, su lugar en el mundo. Para disfrutar de lo más sencillo de la vida y conquistar lo más extraordinario.

No busco el morbo ni lo grotesco, y tampoco romantizaré situaciones de dudosa moralidad, evitando en lo posible la complacencia en lo sórdido. Si como lector buscas ese tipo de narrativas, quizás te sientas decepcionado con mi historia. En su lugar, como autora exploro la complejidad de estas cuestiones con una mirada directa y sin artificios. Después de todo, son un crudo reflejo de la realidad que moldea las acciones, pensamientos y actitudes de los personajes en su contexto, quienes tendrán que afrontar estos conflictos, cada uno desde distintas perspectivas: rebeldía, sumisión, satisfacción, venganza, resignación... tejiendo así sus destinos de maneras únicas.

En última instancia, la elección de adentrarse en esta historia yace en las manos del lector, quien posee el poder de decidir si desea abrir la puerta a este reino.