sofía ortiz
Apagué el ordenador con una sonrisa, levantándome de la silla agarrando el vaso de café ahora vacío. Había conseguido lo que quería, tenía miedo que se viese forzado hacer una entrevista justo después de que Carlos dijese mi nombre, pero realmente, ya había aparecido recientemente en programas de ese tipo, por lo que, gracias a dios, no resultaba tan sospechoso.
Cogí mi móvil para leer el impacto que la entrevista había tenido, y en su mayoría, era justo lo que quería. Estaba claro que había gente que siempre estaría de su lado, incondicionalmente, pero la gente que compartía sus opiniones sinceras, ahora ya no tenían una imagen negativa de mí. O por lo menos no tanto.
Seguía siendo la chica que se había acostado con un piloto de Fórmula 1, daba igual cuánto hubiese trabajado para llegar a donde estaba. Sin embargo, ahora la atención no estaba en el odio que Carlos parecía tener en mí, sino en el pequeño "accidente" que él tuvo durante nuestro encuentro.
Aunque esta era solo la primera parte de mi plan, ya que si cierto piloto me odiaba tanto, me haría cargo personalmente de darle razones reales. Pero no por ahora.
No era un secreto que era una chica Ferrari (para mi desgracia, después de lo ocurrido) y que seguía a la escudería en redes y en las imágenes que subían de él se veía aún más guapo. Se podía ver que se dejaba crecer la barba un poco, a diferencia de cuando yo lo vi por última vez, y ahora tenía el pelo algo más largo, y definitivamente estaba aún más sexy.
Es obvio que trabaja su físico, y eso se refleja claramente en sus fotos. Su tono muscular era mucho más fuerte de lo que recordaba, y sólo podía pensar en cómo se vería tensando esos músculos encima de mí... O debajo.
Dios, necesitaba sacarme a ese piloto de la cabeza o me volvería loca, necesitaba dejar de imaginarlo en todos los escenarios posibles, y especialmente aquellos que requieran poca ropa.
Una llamada iluminó mi teléfono, que había dejado de lado cuando empecé a calentar mi propia cena. Solté un pequeño suspiro viendo que era mi madre. Hablaba con mis padres bastante a menudo, incluso a veces casi todos los días, sobretodo desde que me había mudado desde sola a Madrid, y ya no me tenían tan cerca como les gustaría, pero los había evitado desde que salió la entrevista de Carlos.
Mi madre no era fan del automovilismo ni mucho menos, de hecho hasta se podía ver cómo se aburría cuando mi padre y yo empezábamos a hablar de la fórmula 1. Alguna vez intentó que le gustase, pero fue imposible, en sus palabras "no sé como podéis ver eso tanto tiempo seguido, solo están dando vueltas", y, en parte, no se equivocaba.
Mi padre era otra historia. Sí que le gustaba, aunque era más del tipo espectador, no del que sigue la vida de los pilotos. Igualmente, la noticia había viajado por todos los medios, lo que me hacía dudar de si sabía algo o no, y sinceramente, no sé si quería que mis padres supiesen de mi vida sexual. Especialmente después de lo que acababa de decir en este programa.
De hecho, es posible que no hubiese contemplado bien lo que pensarían mis padres después de haber dicho públicamente que había tenido una pareja sexual deficiente (aunque eso no fuese cierto) y que cierta persona fuese, además, alguien famoso de cuyo deporte era una fanática, y mi padre también. De hecho, era el puto piloto favorito de mi padre
Ellos sabían que lo mío con el deporte iba desde mucho antes de que Carlos se uniese a la parrilla. De hecho, desde que tenía uso de razón, era lo que se ponía casi todos los domingos en la televisión, por lo que, inconscientemente, me acabó gustando. Al igual que le acabé cogiendo cariño a la escudería italiana, luego de ver a mi padre tan emocionado con ella.
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one night stand | carlos sainz
FanfictionDonde Carlos odia a Sofía por lo que hizo años atrás, o donde ella no sabe por qué el ha respondido algo así en una entrevista tras tanto tiempo, pero desde luego, sí sabe que ahora, ese odio es recíproco.